El tema de las ventas de consolas es algo que, en principio, nos debería dar igual. Si profundizamos y pensamos en nosotros como jugadores, hemos de tener ganas de que todos los sistemas, sobre todo los dos que se hacen competencia directa como Xbox y PlayStation, vendan lo máximo posible para que la competencia continúe y obliguen a la empresa contraria a apoyar más fuerte su sistema.
Una vez dicho esto, Microsoft ha anunciado que han vendido 2,4 millones de unidades de Xbox (entre Xbox One y Xbox 360) el último trimestre fiscal, 1,3 millones más que el trimestre anterior, en el que distribuyeron 1,1 millones de consolas.
Buenas noticias para los de Redmond y para nosotros. La generación acaba de comenzar y esperemos que Sony y Microsoft pongan toda la carne en el asador para convencer a los jugadores.