Las industrias del cine, las series y el ocio electrónico están cambiando a pasos agigantados, pero Netflix no está interesada en crear una plataforma de streaming de videojuegos. Así lo ha reconocido el CEO de la compañía, Reed Hastings, en unas recientes declaraciones concedidas al portal WccfTech en las que ha descartado una idea que surgió a principios de año en el propio seno de Netflix, cuando una ejecutiva de la empresa coqueteó con esa idea. No era una idea desdeñable, pues servicios como Stadia, Apple Arcade, Xbox Game Pass, PS Now o Origin demuestran que el futuro del sector pasa por el streaming y la suscripción, un terreno que Netflix conoce a la perfección.
«Estamos verdaderamente centrados en hacer series y películas increíbles. Hay muchas otras cosas que la gente usa para entretenerse, como Fortnite. Y la cita original fue que competimos con Fortnite más de lo que lo hacemos con HBO. Fortnite obtiene muchas horas de visualización. En definitiva, se trata de competir por esas horas. Pero no competiremos con Fortnite creando un servicio de streaming de videojuegos porque no somos buenos haciendo eso. Competiremos haciendo las series de televisión más increíbles que hayas visto, de modo que dejes Fortnite y vengas a ver lo que hemos hecho nosotros», ha señalado Hastings a este respecto.
Así las cosas, Netflix parece haberse desmarcado definitivamente de un terreno que, eso sí, consideran competencia directa, más que cualquier otro servicio de suscripción de series y películas. No obstante, en ese terreno el futuro también se presenta fragmentado y la compañía norteamericana tendrá que luchar con Prime Video de Amazon, HBO Max, Disney+ y muchos otros servicios que se van haciendo un hueco entre los usuarios y cuya única fórmula para alcanzar el éxito será ofrecer los mejores contenidos originales posibles. ¿Conseguirá Netflix mantener su reinado a largo plazo? Solo el tiempo lo dirá.