O traemos nuestras impresiones de Resident Evil 7, la nueva entrega (y el juego más ambicioso de Capcom para esta generación) de una saga legendaria que comenzó hace poco más de 20 años con una entrega legendaria que tuvo dos secuelas memorables con las que, aún hoy en día, muchos jugadores comparamos las últimas entregas de la saga. Resident Evil 4 cambió el rumbo de la saga hacia unas costas que no gustaron a todos los jugadores y Resident Evil 7 volverá a hacerlo al pasar de una acción en tercera persona a una vista subjetiva.
Resident Evil 7 se presentó este pasado E3 y, precisamente por esa cámara en primera persona, muchos jugadores dijeron que era más un Outlast que un Resident Evil 7. Sin embargo, tras pasar algo más de tres horas con lo nuevo de Capcom, puedo asegurar que se trata no solo de un gran juego, sino del Resident Evil que mejor representa la esencia de la saga desde Resident Evil 3. Ahí es nada. Seguid leyendo porque os traemos nuestras impresiones de Resident Evil 7. Eso sí, también os dejamos un vídeo que… bueno, no son unas impresiones demasiado formales, sin algo más visceral e improvisado que grabé tras la sesión de juego.
De vuelta a la mansión
Lamentablemente, hay muchas cosas que vimos de las que no podemos hablar. Y es que, Capcom está creando un videojuego con una historia muy potente y con sorpresas constantes que, como es lógico, no destriparemos ni en este artículo ni en el análisis final. Dentro de estas lógicas restricciones, sí podemos contaros que nuestra experiencia con Resident Evil 7 comenzó unas dos horas, aproximadamente, tras el inicio del juego. Nos encontramos en una situación un poco incómoda en la mansión de los Baker, una familia de pueblerinos de Louisiana que tiene algo que ocultar y que, por qué no decirlo, están como una cabra.
Se supone que, cronológicamente, los acontecimientos de Resident Evil 7 suceden tras lo visto en Resident Evil 6. Sin embargo, al menos en lo que hemos jugado, no parece que haya relación alguna ni con la entrega anterior ni con la saga (a nivel de contexto, claro). Sí hay pistas que permiten que nuestra imaginación vuele (creo que ya sé lo que hay en una de las estancias »prohibidas» de la casa) y hay paralelismos con la saga principal, pero no sabemos, de momento, qué papel jugará Umbrella o si habrá más infectados, zombis, o como queráis llamarlos, en el juego final. Lo que sí sé es que los Baker están como una regadera y nosotros pasaremos un buen puñado de horas vagando por la mansión de ese puñado de locos.

El cuchillo será lo primero que consigamos en Resident Evil 7. Sirve para alejar enemigos y romper cajas.
Distinta cámara, mismo espíritu
Al ver vídeos es difícil imaginar que Resident Evil 7 sea un juego más de la saga y no un Outlast, como muchos hemos llegado a pensar. Vale, utiliza una cámara en primera persona, pero la principal diferencia entre el juego de Red Barrells y el de Capcom es que uno es un juego de sustos y otro uno de tensión con terror psicológico y la posibilidad de defendernos. Lo primero que conseguiremos es el clásico cuchillo de la saga (aunque no vale para mucho más que para reventar cajas, la verdad), y pronto conseguiremos algo más contundente, una pistola.
Cuando en las películas alguien dice eso de »me siento más seguro con un arma», seguro que se refería al momento en el que conseguimos la pistola en Resident Evil 7. Y es que, precisamente eso es lo que diferencia Resident Evil 7 de otros juegos del género »jumpscare». En otros juegos de la corriente de Outlast y similares no tenemos la posibilidad de defendernos y, además, las mecánicas consisten en avanzar, recibir sustos y… seguir avanzando. En Resident Evil 7 la mecánica será muy distinta. Sí, tendremos que avanzar, pero casi nos pasaremos más tiempo retrocediendo. Los territorios de los Baker son muy extensos y nosotros sólo estuvimos en la casa principal y los alrededores. ¿Tres horas para salir de la casa? Sí, y nos dejamos muchísimas cosas por el camino, ya que nos dejamos algunas puertas cerradas que no pudimos abrir por falta de tiempo y el ansia por ver todo lo posible.
A medida que descubrimos las diferentes estancias de la casa de los Baker, elementos como las plantas medicinales y el baúl se volverán esenciales. Y es que, nunca sabremos para qué necesitaremos cualquier cosa que veamos por el escenario (ya sea para crear cualquier cosa o para resolver un puzle), por lo que iremos cogiendo todo lo que veamos y, claro, pronto nos quedaremos sin espacio en un inventario bastante pequeño (que se podrá ampliar en un futuro). El baúl, por tanto, es fundamental para avanzar en la aventura, ya que será el lugar en el que guardaremos lo que no necesitemos en el momento y, además, el baúl es común. Es decir, lo que guardé en uno de los baúles se encontraba también en otro de los baúles que había en la casa. Además del baúl, otro elemento muy importante para la jugabilidad es el »contestador», las cintas en las que guardamos la partida (podremos guardar tantas partidas como queramos).

Los enemigos no se contarán por decenas, como en anteriores entregas, y serán duros de pelar. Además, nos darán más de un susto.
Donde haya un baúl, habrá un punto de guardado. Serán habitaciones que visitaremos muy a menudo y es que, como decía antes, como en todos los videojuegos tendremos que avanzar, pero retroceder será muchas veces la mejor opción. Había compañeros en la sala que no volvían sobre sus pasos, porque lo más importante era avanzar, pero yo estaba tan absorto en el videojuego que me lo tomé como si ya estuviese en mi casa. Cuando descubría un baúl y un punto de guardado era como un soplo de aire fresco, ya que me sentía seguro de verdad. Avanzaba un poco más, abría un par de puertas, registraba las habitaciones, encontraba algo y… volvía al baúl. Volvía, de nuevo, sobre mis pies, avanzaba un poco más, acababa con un par de enemigos… y de nuevo a guardar. Y así constantemente. Y sí, el guardado es manual, con todo lo que ello significa (lo que quiere decir que, como avancemos mucho y nos olvidemos de guardar, si morimos puede que nos siente bastante mal).
Y es que sí, moriremos bastante. Además de los enemigos »finales» (nos enfrentamos a alguno de ellos), habrá una serie de enemigos que no podemos describir y que son de los que entusiasman a los amantes de los juegos de terror. Y es que, son grandes, lentos, su movimiento es errático, nos costará acertarles en la cabeza y, además, si nos golpean nos harán muchísimo daño. Debido a su escasez, cada bala que disparemos nos dolerá en el alma, ya que cada fallo o disparo en un sitio no vital de los enemigos puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte más adelante.
Además de los enemigos y las armas, lo que me encanta es que vuelve la sensación de descubrimiento. En cada escenario habrá varios objetos, algunos imprescindibles para avanzar, pero también habrá puertas cerradas que solo podrán abrirse con llaves específicas que, por supuesto, habrá que buscar. Y, por supuesto, al buscar podremos encontrarnos con sorpresas desagradables.
Y todo eso… sin hablar de la tía Rhody.

Por el escenario habrá monedas que nos servirán para comprar mejoras.
Sucio y visceral
Pudimos jugar en una PS4 debug (no, no estaba disponible la versión de Xbox One) y el juego se movía de maravilla y el control respondía como era de esperar. Sí es cierto que, se nota que es una versión en desarrollo a la que le faltaba el empujón del último mes. Me refiero a unas texturas en baja resolución que, además, tardaban bastante en cargar. Eso es algo en lo que te fijas durante los primeros minutos de juego ya que, en cuanto la mansión os atrape os olvidaréis de los gráficos (que no se ve mal, en absoluto) y os centraréis en no morir y escuchar todo lo posible para poder avanzar con paso firme por la casa.
Y es que, el sonido es una gozada. Es fantástico al no ser solo algo estético, sino práctico. El suelo de los Baker cruje, hay partes en las que algo gotea, los habitantes de la casa hablan consigo mismos y, en definitiva, no hay una banda sonora instrumental que se encargue de amenizar nuestra visita por la casa. Es importantísimo y vital escuchar todo lo que ocurre en la casa, ya que será la diferencia entre la vida y la muerte, por lo que atender al sonido de los pasos y conocer la distribución de la habitación que hay al otro lado de la puerta para calcular por dónde está el Baker que está persiguiéndonos es algo muy necesario. Por otro lado, aunque el vídeo que corona estas líneas está en inglés, el juego llegará en perfecto castellano. La versión que pude jugar ya estaba doblada con un nivel bastante bueno.

La vida no se regenerará e forma automática y podremos comprobar nuestras constantes gracias a un reloj/pulsómetro que veremos cuando accedamos al inventario.
Es Resident Evil
Tras las tres horas con Resident Evil 7, puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que Resident Evil 7 es el juego con más espíritu Resident Evil desde Code Veronica (por mucho que me gustara la cuarta entrega numerada). Es un juego de terror, pero no recurre a sustos de esos que nos hacen saltar de la silla, sino a un tipo de terror más psicológico. Tendréis miedo a cruzar una puerta por temor a que haya alguien al otro lado, miraréis continuamente hacia atrás para comprobar si el ruido que acabáis de escuchar es un crujido de la madera o alguien que se mueve a vuestra espalda y también temeréis cada enfrentamiento.
No es que los enemigos sean especialmente duros, pero sí se mueven de forma errática, lo que complicará el acertarles en las zonas sensibles y, además, la munición escasea bastante, sobre todo para la escopeta, el arma más potente que hemos probado en esta demo. En definitiva, no tenía demasiadas ganas de Resident Evil 7 debido a lo poco que me gustaron RE5 y RE6, pero tras pasar un rato con Resident Evil 7, no solo tengo bastantes ganas de volver a la mansión, sino que se ha convertido en uno de los videojuegos que más espero para los próximos años. La cámara es distinta, sí, pero es un Resident Evil en toda regla.
Tras esta prueba, me han quedado claras dos cosas. La primera es que es un Resident Evil con otra cámara. La segunda es que tengo muchísimas ganas de jugar este juego tranquilamente, descubriendo todos los secretos, abriendo todas las puertas y pausandolo cuando quiera para aguantar, de la mejor forma posible, la sensación de angustia y terror que provoca Resident Evil 7. Y sí, recorriendo la casa de los Baker será inevitable no pensar en la mansión Spencer del primer Resident Evil. ¿Esto os parece una blasfemia? Pues esperad al 24 de enero, fecha en la que llegará Resident Evil 7 a Xbox One, PC y PS4.