Toda historia tiene un final y para el Dragón de Dojima, su leyenda terminó para siempre en 2016. 5 años después, Yakuza 6: The Song of Life ha aterrizado en Xbox, haciendo que en algo más de un año se haya conseguido que toda la saga Yakuza se encuentre presente en la consola de Microsoft y Xbox Game Pass. Ya os hemos hablado de Yakuza 3, 4 y 5, así que ahora toca cerrar la saga de Kiryu y Haruka, toca celebrar la vida y todo lo bueno que nos han dado los personajes, pero ya comienza a ser momento de mirar al futuro. Aquí os dejamos el análisis de Yakuza 6: The Song of Life para Xbox One.
El jugador de Xbox ha visto como desde 2020 hasta hoy se ha lanzado toda la saga original de Yakuza en la consola y Xbox Game Pass, de forma que si ha seguido el orden de juego óptimo (0, Kiwami, Kiwami 2, 3, 4 y 5) seguramente esperase como agua de mayo el pasado 25 de marzo, fecha en la que Yakuza 6: The Song of Life se lanzó. Esta entrega pone punto y final a la trama de Kazuma Kiryu, Haruka Sawamura y algunos personajes también queridos por los fans.
Una nueva vida
Yakuza 6: The Song of Life recoge ideas y situaciones presentes en todas las entregas de la saga, pero quizás los dos juegos con los que más se parece son Yakuza 3 y Yakuza Kiwami 2. En ambas entregas nos topamos con un Kiryu que no quiere saber nada y que se centra en la vida familiar, siendo el 3 un mejor ejemplo en ese caso. Yakuza 6: The Song of Life hace especial hincapié en todos los lazos creados a lo largo de las pasadas 6 entregas e intenta dar una resolución a cada personaje.
Yakuza 5 nos dejó un final impactante en el que, una vez más, temimos por la vida de Kiryu y vimos como Haruka lo dejaba todo para poder estar con él, abandonando una vida de enormes éxitos condicionada a ni siquiera mencionar a su padre adoptivo. Yakuza 6: The Song of Life comienza donde Yakuza 5 lo dejó, como una secuela directa que sigue instantes después del traumático final.
Eso sí, poco después descubrimos que Kiryu decide pasar por su propia penitencia y limpiar cualquier relación con el Clan Tojo pasando varios años en la cárcel. Pese a poderlos evitar, Kiryu siente que cumpliendo condena conseguirá distanciarse para siempre el Clan sobre el que ha girado toda su vida. Así pues y tras 3 años entre rejas, Kiryu vuelve a donde él quiere estar, el Orfanato Morning Glory.
Lo que no esperaba encontrarse Kiryu era que su hija adoptiva, Haruka, ya no estaba allí. De hecho se fue al poco de que Kiryu decidiese entrar en la cárcel. El ser una ex-idol y proclamar que su padre adoptivo era un antiguo Yakuza puso en las miras de la prensa a Haruka, quien decidió abandonar a todos sus seres queridos para protegerlos de esa exposición.
Así pues, la misión de Kiryu se convierte en saber dónde está Haruka, algo que le lleva de vuelta a Kamurocho. Tras toparnos con varias caras conocidas, descubrimos lo sucedido con Haruka, algo que todavía levanta más incógnitas y que lleva a nuestro protagonista a una aldea costera de Hiroshima… con un niño bajo sus brazos.
Kiryu volverá a cuidar de los más pequeños, como en Yakuza 3, mientras investiga un complot que ya no solo involucra al Clan Tojo y la Alianza Omi, sino que nuevas facciones como la Alianza Yomei, la mafia Jingweon (antagonistas de Yakuza 2), triadas chinas y demás. En Yakuza 6 ya se comienza a introducir la temática de las mafias de diferentes naciones, algo que se perfecciona en Yakuza: Like a Dragon.
El caso es que mediante el desarrollo de la historia de Haruka acabamos conociendo a nuevos amigos, sobre todo en la zona de Hiroshima, que nos ayudarán a entender muchas lagunas en la historia de Haruka en los 3 años que estuvo fugada, así como la guerra que se cierne entre facciones japonesas, chinas y coreanas.
La trama de Yakuza 6: The Song of Life sigue siendo impactante como la saga nos tiene acostumbrados, pero muchos de los momentos absurdos de las secundarias de anteriores juegos se introducen en la trama, haciendo que en momentos verdaderamente serios veamos como los japoneses hacen gala de su humor más absurdo, algo que deja de tener sentido.
Justamente la gracia de Yakuza era la de presentar una trama seria, casi de novela negra, con emoción y emotividad a raudales, mientras que su contenido secundario buscaba divertir al jugador y hacerlo reír con todo tipo de estupideces (de lo más bienvenidas). En la historia de Yakuza 6: The Song of Life notaremos que muchos de esos momentos absurdos se introducen en situaciones en las que no deberían estar y que quitan impacto a lo que sucede.
Esta vez y tras pasar por 6 personajes diferentes en Yakuza 4 y 5 solo controlaremos a Kiryu y veremos su historia, aunque -sin entrar en spoilers- también sabremos qué sucede tanto con esos personajes como con otros míticos de la saga.
El poder del dragón
El Dragon Engine no sólo aporta un lavado de cara visual, sino que en lo jugable sentiremos que estamos ante otro juego. Yakuza 6: The Song of Life es el juego con el que debutó en 2016 el Dragon Engine, el nuevo motor de RGG Studio que luego se utilizó en Yakuza Kiwami 2, Yakuza: Like a Dragon y Judgment. Este nuevo motor hace que la jugabilidad gane enteros gracias a la eliminación de las pantallas de carga dentro del propio juego, pero también en las animaciones y los personajes.
En Yakuza 6: The Song of Life sentiremos el impacto de cada puñetazo y es que el nuevo sistema de físicas hace que los golpeos sirvan para que los personajes reaccionen de forma más real y que haya un ragdoll que reciba impactos, colisiones con objetos y reaccione, algo que en las otras entregas no sucedía.
La mejora en el gameplay viene acompañada de un nuevo sistema de desbloqueo de habilidades y mejora de características donde influyen todas las actividades que podemos realizar en el juego, aportando puntos en diferentes categorías que luego podemos gastar en mejorar lo que queramos.
Las batallas se han vuelto mucho más dinámicas y divertidas, haciendo que tengamos multitud de combinaciones a nuestra disposición y que nos podamos adaptar mejor según el número de enemigos que tengamos. De hecho, se ha introducido un modo que utiliza la cantidad de ‘Heat’ para entrar en una especie de trance en el que Kiryu golpea más fuerte y rápido y que desemboca en movimientos especiales. Por supuesto, también estarán presentes los movimientos especiales con todo tipo de enemigos, objetos y combinaciones.
Una vez más, la trama principal será el centro de todo, pero el juego continuará ofreciendo horas y horas de contenido extra mediante misiones secundarias (que siguen siendo tan absurdas como maravillosas) y minijuegos. También se introduce el Clan Creator, que en Yakuza Kiwami 2 jugamos mediante el minijuego de Majima Constructions.
Entre los minijuegos encontraremos de todo y es que hasta una simulación de chat erótico con modelos reales será algo que podremos jugar y disfrutar, así como minijuegos de béisbol, citas, máquinas arcade, karaoke y todo a lo que esta saga nos tiene acostumbrados.
Un enorme salto de calidad
El Dragon Engine sirvió en 2016 para presentar el futuro de Yakuza y en 2021 sigue siendo un motor verdaderamente impresionante. Pese a estar limitado a 1080p y 30fps indiferentemente de la Xbox en la que lo juguéis, Yakuza 6: The Song of Life se ve de lujo tanto en modelados de personajes como escenarios, con un espectacular despliegue en efectos de luz y en cómo esta reacciona tanto en suelos como en los objetos y personajes.
Las cinemáticas CGI tradicionales se quedan en pañales ante las CGI que ofrece Yakuza 6: The Song of Life y aquellas generadas en tiempo directo mientras jugamos lucirán increíbles. También se ha forzado a que todas las conversaciones del juego cuenten con doblaje, de forma que escucharemos a los personajes hablar en todo momento e incluso las escenas más estáticas cuentan con realización de cámara y animaciones, de forma que no veremos a dos personajes planos charlar por texto como antes.
En cuanto a los textos, cierto es que si no domináis un poco de inglés vais a sufrir, ya que Yakuza 6: The Song of Life llega sin localizar al castellano, la última entrega sin localizar que se lanzará, ya que Yakuza: Like a Dragon y Judgment se lanzaron ambos con subtítulos en español.
Despidiendo a la leyenda
Yakuza 6: The Song of Life es otra gran entrega de la saga Yakuza, un juego divertido y emotivo pero que quizás abusa demasiado del humor absurdo japonés durante la trama principal. Aun así, sigue sabiendo como ser serio y presentar tramas enrevesadas que acaban involucrando a todo tipo de personajes.
La historia de Kiryu ya no daba más de sí y tras 10 años de idas y venidas del Clan Tojo, experiencias cercanas a la muerte y perder a muchos seres queridos, ya es momento de que la Leyenda del Dragón de Dojima pase a ser historia y nuestro Kiryu se tome su merecido descanso, pasando la antorcha a Ichiban Kasuga, quien nos brindó en 2020 el que es -para mí- el mejor juego que la saga Yakuza ha lanzado.
Con Yakuza 6: The Song of Life se termina la historia de Kiryu y los suyos, una historia que hemos podido disfrutar al completo en Xbox Game Pass y en una consola Xbox, algo que hace años habría sonado a broma. Así que gracias a Sega, a Ryu Ga Gotoku Studio y a Microsoft por hacernos llegar a los jugadores de Xbox esta fantástica saga.