The Little Acre es la última propuesta que nos llega de la mano del estudio Pewter Games Studios. Se trata de una aventura gráfica clásica de “point and click”, que nos encandilará tanto por su historia como por sus personajes. Ambientada en la Irlanda rural de los años cincuenta, The Little Acre es una aventura emotiva y nostálgica que nos dejará huella.
Pewter Games Studios: una desarrolladora pequeña con un gran potencial
Pewter Games Studios es la casa creadora de The Little Acre, un pequeño estudio irlandés afincado en Dublín. El estudio fue fundadaopor Ben Clavin y Christopher Conlan, dos desarrolladores que se conocieron cursando el Máster de Estudios Digitales. A partir de ese momento nació la idea de fundar una desarrolladora propia, cosa que finalmente se produjo en 2013.
Actualmente el equipo cuenta únicamente con doce trabajadores, entre las que se encuentran animadores, diseñadores y compositores. A pesar de haber creado pequeños proyectos, The Little Acre es el primer gran título con el que han llegado a consolas y PC.
Pero The Little Acre no es un proyecto cualquiera. El mismísimo Charles Cecil, creador de la saga Broken Sword y co-fundador de Revolution Software, ha servido como productor ejecutivo del juego. Apadrinado por el padre de una de las sagas de aventuras gráficas más aclamadas, está claro que The Little Acre no es una aventura cualquiera.
La historia es emocionante y emotiva
The Little Acre es una propuesta emotiva y nostálgica, que a muchos recordará a juegos de la talla de Broken Sword o Monkey Island. El juego está ambientado en la Irlanda de 1950 y está protagonizada por Aidan y su hija Lily, que viven en el campo junto a su perro Dougal.
Después de descubrir varias pistas que podrían conducir al lugar donde Arthur, el padre de Aidan y abuelo de Lily, desapareció, Aidan se verá transportado por una máquina del tiempo al extraño mundo de Clonfira. Entonces dará comienzo una maravillosa aventura entre ambos mundos, donde podremos manejar alternativamente a Aidan y Lily, mientras descubrimos los misterios que rodean al mundo de Clonfira y a la desaparición de Arthur.
El juego es una aventura de “point and click” clásica. Manejando a Aidan o Lily, deberemos desplazarnos por la pantalla hasta llegar a los objetos que nos interesen. Una vez delante de ellos deberemos desplegar el menú (botón Y) y seleccionar lo que nos convenga.
El uso de los objetos no es tan fácil como pueda parecer, porque en muchas ocasiones deberemos encontrarlos resolviendo puzzles y combinarlos entre sí para poder utilizarlos. Por ejemplo, deberemos ensartar un tocón de madera con una horca, para que abrir una fuente y así podamos llenar una jarra de agua, que será el objeto que necesitemos.
A lo largo de la aventura podremos encontrarnos con algunos puzzles. Unos consistirán, por ejemplo, en encontrar objetos, otros en memorizar secuencias y otros en averiguar el camino a seguir. Sin embargo, no son demasiado frecuentes, complicados ni tampoco excesivamente variados.
El control puede resultar poco ágil en ocasiones, dificultándonos el paso con muros invisibles y obstáculos. A veces cuesta moverse por el escenario, sobre todo al principio de la aventura porque no podremos caminar con rapidez. Aun así estos problemas no serán tan graves como para dificultarnos la aventura.
Los personajes nos llegarán al alma
The Little Acre consigue brillar gracias a un elemento básico y fundamental: la historia y los personajes. Con una estética que recuerda enormemente a los clásicos de animación como Fievel, Ferngully o Los Rescatadores termina de encandilarnos. The Little Acre nos transmite un mensaje muy claro con su breve y entrañable introducción: estamos a punto de conocer el viaje de tres generaciones de una misma familia y ese viaje está narrado bajo la forma de cuento. Un viaje nostálgico, que no nos abandonará jamás.
Por supuesto, una gran historia no es nada sin unos grandes personajes que la vivan. Y ese es sin duda el gran punto fuerte de The Little Acre. El juego nos permite alternar entre Aidan y Lily, pudiendo manejar a los dos tanto en el mundo real como en el mundo mágico de Clonfira. Y en cuanto manejemos a ambos los primeros minutos de juego, nos daremos cuenta de lo vivos ue están.
Cabe destacar especialmente a la adorable Lily, cuya personalidad nos enamorará en cuanto empecemos a manejarla. Sus reacciones e interacciones con los demás personajes (sobre todo con su perro Dougal) nos resultarán de lo más simpáticas y graciosas.
Es difícil conseguir crear unos grandes personajes con un presupuesto escaso, pero Pewter Games Studios hace un trabajo impecable y envidiable. Cada personaje tiene su propia personalidad y nos conquista por cómo es. El diseño hecho a mano ayuda muchísimo, dándoles una expresividad y una personalidad asombrosas. Aidan, Lily, Arthur, Nina, Dougal, Terr y los demás nos llegarán y, en el poco tiempo que dura la aventura, nos dejarán una huella que difícilmente podremos borrar.
Los diseños creados a mano y la música acompañan perfectamente la aventura y potencian la sensación que Pewter Games Studios quiere ofrecernos: una historia simpática que se cuele en nosotros y que no queramos olvidar nunca. El doblaje en inglés también ayuda a que esos personajes sean tan redondos. Las voces están perfectamente acompasadas con lo que viven y hacen en cada momento.
Pero que su estética no nos engañe, porque The Little Acre esconde una historia bastante madura. El juego consigue transmitirnos un mensaje potente sobre el amor, la familia y las despedidas, pero a un alto precio. Algunas de las escenas nos resultarán bastante adultas y chocantes, tanto para nosotros como jugadores como para los protagonistas del juego.
Pewter Games Studios ha sabido utilizar bien sus recursos y consigue ofrecernos una historia y unos personajes brillantes, que podrían perfectamente rivalizar con la de cualquier AAA.
La traducción y la duración empañan la aventura
El juego presenta sin embargo unos fallos que entorpecen ligeramente la aventura. No solo el control es algo torpe, sino que la traducción falla en ocasiones. A lo largo de la historia nos encontraremos con traducciones literales o faltas de traducción que nos resultarán chocantes. Pero, pese a sus pequeños fallos, la traducción es buena y está muy bien adaptada.
Sin embargo, si hay algo que pueda achacarse a Pewter Games Studios es la escasa duración del juego. The Little Acre es ridículamente corto, porque en apenas dos horas podremos tenerlo terminado. Quizá lo peor no sea la duración en sí, sino que la historia presenta muchos interrogantes que no se resuelven al final. Tal vez con algo más de contenido y de duración, Pewter Games Studios habría conseguido arreglar esos cabos sueltos, ofreciéndonos una historia cerrada y más larga.
Conclusión: una historia que todos tenemos que probar
The Little Acre es un juego entrañable y emotivo, que nos dejará una huella imborrable. Pewter Games Studios ha conseguido crear una historia y unos personajes que nos marcarán para siempre y que harán palidecer a los de cualquier juego con presupuesto.
Es cierto que la traducción y sobre todo la duración malogran ligeramente la aventura, pero The Little Acre consigue su propósito: ofrecernos una historia nostálgica que nos llegue al alma y que no consigamos olvidar nunca. Algo muy simple y a la vez muy difícil de conseguir.