Venía a competir con lo mejor del género de acción en tercera persona, pero MindsEye, un thriller de acción futurista integrado en el mundo abierto de Everywhere, ha protagonizado uno de los lanzamientos más decepcionantes del año. Lo que debía ser una demostración tecnológica al servicio del ambicioso universo creado por Build A Rocket Boy ha terminado generando más titulares por sus errores técnicos, la falta de pulido y la confusión general sobre su propuesta.
Desde su llegada, los jugadores se han encontrado con una cascada de problemas: bugs visuales, caídas de rendimiento, animaciones desincronizadas e incluso bloqueos completos del juego. En plataformas como Steam, las valoraciones iniciales fueron mayoritariamente negativas, con críticas sobre su falta de optimización y una jugabilidad torpe y limitada. El hecho de que el juego llegara acompañado de Everywhere, aún en fase de desarrollo, no ayudó a generar claridad entre los usuarios.
¿Qué le ha pasado exactamente a MindsEye?
El descontento también ha salpicado a la narrativa: MindsEye intenta ofrecer una historia de ciencia ficción ambiciosa, pero muchos jugadores señalan una ejecución torpe, diálogos poco inspirados y una dirección artística que no termina de brillar como se esperaba.
La idea original detrás de MindsEye era interesante: un título episódico dentro del mundo social y creativo de Everywhere, con producción casi cinematográfica y grandes valores de producción. Sin embargo, el primer episodio ha llegado sin el nivel de acabado que se espera en un mercado donde los jugadores son cada vez menos indulgentes con los títulos inacabados.
Las comparaciones con Cyberpunk 2077 no se hicieron esperar, aunque en este caso sin el respaldo de una comunidad gigantesca ni de una campaña publicitaria arrolladora. MindsEye ha llegado de forma más silenciosa y ha decepcionado a los pocos que esperaban con ganas este primer vistazo al universo que Leslie Benzies —ex Rockstar— y su equipo prometían desde hace años.
¿Hay margen de mejora?
Pese a este arranque titubeante, el proyecto no está necesariamente condenado. Build A Rocket Boy, lejos de arrugarse, ha optado por redoblar esfuerzos y realizar actualizaciones importantes que subsanen los problemas más graves. El sistema modular de Everywhere permite integrar mejoras rápidamente y no se descarta que futuros episodios de MindsEye lleguen más pulidos y con una narrativa mejor estructurada. Así que podría terminar «callando bocas».
El estudio ya ha asegurado que tomará nota de las críticas y que sus planes siguen en marcha, por lo que la esperanza de redención aún existe. Sin embargo, el primer paso ha sido en falso, y para un proyecto que llevaba años generando expectativas, eso puede suponer un lastre difícil de levantar.

MindsEye tenía todos los ingredientes para destacar en un género algo estancado en los últimos años, pero su desastroso lanzamiento ha sido un jarro de agua fría. Solo el tiempo dirá si Build A Rocket Boy es capaz de reconducir el proyecto, corregir errores y devolver la confianza de los jugadores. Lo que es seguro es que, por ahora, ha empezado cuesta arriba. Tiempo al tiempo.