Estos últimos días hemos conocido un montón de nuevos datos de Xbox One X gracias a un texto de Digital Foundry en el que desgranan el rendimiento de los juegos en la nueva consola de Microsoft. Además del rendimiento en títulos concretos que estaban a 1080p y resoluciones inferiores, también detallan la importancia de las texturas 4K y las mejoras en la compatibilidad con juegos ya existentes en la consola. Ahora bien, también nos permiten conocer algo bastante curioso.
Y es que, parece que Microsoft está, ahora sí, trabajando de forma muy estrecha con los desarrolladores y les ha aconsejado sobre cómo utilizar la potencia extra de Xbox One X para lograr los mejores resultados. Para lograr la mejora de resolución, mínimo de 4 veces respecto a lo que ya hay, Microsoft aconseja que empiecen con opciones de un PC de gama alta, como usar bien la memoria y utilizar todo el frame-time para meter efectos extra. Eso sí, la memoria es limitada y hay que vigilar la carga. En el caso de ser demasiado elevada, Microsoft parece que recomienda utilizar resolución dinámica o checkerboarding.
Un ejemplo de esta técnica es Assassin’s Creed Origins, un juego que no va a 4K nativo, pero que se ve de maravilla y tienen un rendimiento sólido, precisamente, debido a que Ubisoft no fuerza la resolución y los 4K nativos, algo que podría jugar contra el rendimiento. Os recordamos que estamos al principio de una carrera con la nueva máquina de Microsoft. El próximo 7 de noviembre, por fin, la tendremos entre manos.