Cómo pudimos saber hace unos días, Phil Spencer, CEO de la división Xbox, ha sido ascendido a la dirección ejecutiva de Microsoft. Ello repercute en que la plataforma Xbox está ahora al mismo nivel que Windows, Azure y Office, y no por debajo como todo este tiempo.
Todo ello implica la eliminación de intermediarios en la toma de decisiones que afecten a la plataforma Xbox. Hasta ahora todas las decisiones de la compañía debían gozar del beneplácito de Terry Myerson, jefe de Windows, quién siempre buscaba la forma de beneficiar a su plataforma -igual por eso entendemos el emperramiento con la problemática Windows Store- y Satya Nadella, CEO de la división.
Por todos es sabido que la tienda virtual de Xbox Live funciona infinitamente mejor que la Windows Store, tanto en rendimiento como en ordenación y categorización de contenidos. Esto es debido a que la Windows Store está llevada integramente desde la plataforma de Windows sin que Xbox pueda hacer nada. Ahora será Phil Spencer quien podrá hablar de tú a tú con Satya Nadella para coordinar la estrategia de la marca Xbox en PC, además de conseguir total independencia en lo que se refiere a consolas.
El videojuego como núcleo de negocio
En un momento en el que los SO de PC no están pasando por su mejor momento gracias a la implantación de Android, iOS y la enorme cantidad de gadgets multifuncionales, el único negocio que está creciendo en PC de forma considerable son los videojuegos, especialmente el sector de los eSports. Microsoft no tiene una buena trayectoria en este aspecto; todos recordamos el fracaso de los Games with Windows y el presente con la desastrosa Windows Store.
Sin embargo el bueno de Phil ya ha empezado a tener contactos con Valve en lo que sin duda es un primer paso en una posible distribución de los videojuegos de la plataforma Xbox en Steam. De hecho títulos como Killer Instinct o Rise of the Tomb Raider se lanzaron simultáneamente en ambas plataformas, y la diferencia de ventas en cada una de ellas fue abismal. Si Xbox consigue lanzar sus juegos en Steam la comunidad de jugadores lo recibirá con los brazos abiertos. Imaginaos la comunidad que puede haber en títulos como Halo o Gears of War en una plataforma que recibe más de 15 millones de usuarios simultáneos diarios.
También se producirá un cambio significativo en la asignación de los presupuestos de Microsoft, pues ahora Phil Spencer tiene poder directo para influir en ellos. Un aumento del presupuesto permitiría a Microsoft luchar de igual a igual con Sony en la producción de títulos triple A, ya que hasta el momento la inversión de Microsoft ha sido moderada y por ello juegos como ReCore o Sunset Overdrive no han alcanzado las cotas de calidad más altas al realizarse con un presupuesto más reducido. Y ya no solamente en la producción de triples A propios, este aumento de capital también permitirá a Microsoft negociar en una mejor posición los títulos third que compañías externas vayan a publicar en exclusiva en la plataforma Xbox.
El aumento de capital, junto a la posibilidad de publicar sus juegos en Steam, convertirían a Microsoft en un aliado magnífico a la hora de publicar un videojuego tanto por su alta rentabilidad cómo por la enorme base de usuarios que aglutina entre las plataformas Xbox y su reciente incursión en PC. Recordemos que en la época en la que Microsoft más invirtió en la plataforma Xbox se consiguieron exclusivas de la talla de Mass Effect, Bioshock, Alan Wake, Lost Odyssey, The Witcher II, Fable II o Blue Dragon.
Un futuro esperanzador
Todos estos cambios serán lentos y se mostrarán de forma paulatina, pero lo que sí sabemos es que con Phil Spencer a la cabeza la plataforma Xbox va por muy buen camino, y a sabiendas de su hoja de ruta podemos contar con una retrocompatibilidad absoluta, una plataforma online líder, la consola más potente del mercado y los primeros pasos en las negociaciones con Valve para el lanzamiento de los videojuegos de Xbox en Steam.
La apuesta de Microsoft por Xbox es clara y todo parece indicar que es cuestión de tiempo que volvamos a la época vivida con Xbox 360, época en la que la gran X dominó el mercado durante años.