En mayo del 2012 se lanzó Max Payne 3, la tercera parte de una saga que creó Remedy, por la que se interesó Rockstar en la segunda entrega y que finalmente concluyó, al parecer, sin Remedy involucrada en el juego.
Max Payne 3 fue un grandísimo título, un juego que se veía genial, que jugablemente era muy bueno y que contaba una más que interesante historia, además de tener un final sublime. Ahora, como leemos en Dualshockers, Sam Lake se ha pronunciado sobre el juego y sobre parte del desarrollo del mismo. Lake nos cuenta que, Rockstar le pidió a la gente de Remedy que jugara al juego durante la producción con el objetivo de obtener feedback. Lake confiesa que le encantó ya que era algo nuevo, el estilo de Rockstar, en el mundo de Max Payne y estaba feliz de que saliera bien.
Sam confiesa que su principal temor era el de que Rockstar imitara el estilo de Remedy algo que no fue así, postulándose, según Lake, como una reimaginación de la franquicia. Sin embargo, el guionista confesó que si ellos llegan a hacer Max Payne 3, el resultado habría sido sustancialmente diferente:
»Ellos debían plasmar su estilo y nosotros el nuestro. Si tratamos de imitarnos entre nosotros ahí si que se sentiría como un enfoque equivocado.»
Sobre Dan Houser, quien escribió el guión de Max Payne 3, Sam vuelve a tener sólo buenas palabras, calificándolo de »gran escritor» y de persona realmente preocupada por los orígenes de Max, tanto que, cuando estaba escribiendo la novela gráfica, Dan acudió a Sam para conocer algo más sobre el comienzo del detective renegado.