El asesino Nikolas Cruz, empuñando un rifle AR-15, acabó con la vida de 17 estudiantes de una escuela de secundaria la semana pasada. Una persona racional diría que el problema es la salud mental y el fácil acceso a las armas, pero la Asociación Nacional del Rifle o diferentes políticos, no piensan así.
El caso más sonado estos últimos días ha sido, además del oportunismo de la NRA en redes sociales, el del gobernador republicano Matt Bevin. »Son iguales que la pornografía. Estamos cosechando lo que hemos sembrado» es una de las perlas que ha compartido el gobernador de Kentuky. Y sí, no es la mejor que soltó Bevin, quien también culpó a los videojuegos de haber insensibilizado a las personas ante el valor de la vida humana, así como rebajado la dignidad de las mujeres y de la propia decencia del ser humano.
Parece, más bien, el discurso de Josué Yrion que el de una persona, supuestamente, formada en pleno 2018. Como leemos en Arstechnica, el discurso siguió señalando que »las armas no son el problema, el problema es algo cultural», refiriéndose a los videojuegos a los que tachó de »basura» y contra los que cargó duramente al afirmar que »hay videojuegos que celebran que se maten personas y premian al jugador por hacer lo que se hace en estas escuelas, obteniendo más puntos si rematan a alguien que pide ayuda tendido en el suelo».
En Florida ahora se celebra una gran feria de armas tras los asesinatos de hace tan solo una semana. Y sí, el AR-15 es el más demandado en la feria. Para terminar de defender su argumento, Bevin añadió que, cuando era joven, llevaban las armas a la escuela después de Navidad para enseñarlas y nada pasaba. A lo mejor es más sano enseñar un videojuego.