Xbox quiere afianzar Japón debido al desinterés de PlayStation. Mientras que Microsoft está haciendo esfuerzos titánicos por atraer a los fans japoneses con sus nuevas consolas y servicios (como Xbox Game Pass), Sony trasladó su cuartel general a California en 2016. Y, desde entonces, ha hecho de Estados Unidos su mercado más potente. Algo de lo que los fans se han dado cuenta. Aunque el mercado japonés esté plenamente dominado por Nintendo, lo cierto es que la oferta de Microsoft es algo diferente a la de sus rivales japoneses. Si a eso se le suma que su presencia en el país nipón ha sido, en los últimos años, poco destacable, el margen de crecimiento es bastante amplio para la corporación norteamericana.
Según apunta el medio Bloomberg, la pérdida de relevancia de PlayStation en Japón lleva palpándose desde PS4. Aunque las ventas totales de PS4 asciendan a 113 millones de unidades, en Japón no han llegado a 10 millones. Además, algunos empleados de la compañía nipona han sugerido que precisamente Sony ha querido afianzarse en el mercado norteamericano en parte debido a los pobres resultados de PS4 en Japón. A ello hay que sumarle más datos, como que muchos contratos de personal de SIE Japan Studio no se han renovado, que los eventos de promoción principales de PS5 tuvieron lugar a las 5 de la mañana (en horario japonés), haciéndolos muy poco viables para el público nipón o incluso la occidentalización del mano de PS5.
Pero la posición de Microsoft con Xbox Series X y Xbox Series S en Japón es totalmente contraria. El tamaño tan reducido de Xbox Series S la convierte en la consola ideal para Japón, donde siempre se han criticado las consolas de gran tamaño. Además, Microsoft ha mantenido y mantiene conversaciones con desarrolladores japoneses para lanzar títulos en Xbox, siendo Koei Tecmo una de esas compañías. Y lo más importante de todo es que Microsoft quiere adquirir estudios japoneses, aunque por el momento no haya nada concretado.
«Microsoft no le quitará a Sony la segunda posición en Japón a corto plazo. Pero ya ha empezado a hacer cambios. Y un gran cambio siempre comienza con uno minúsculo», comenta Hideki Yasuda de la consultora Ace Research Institute.