Debutar en la industria del videojuego no es nada sencillo, y mucho menos si la compañía encargada de hacerlo está compuesta únicamente por dos personas. Ese es el caso de Marslit Games, un pequeño estudio afincado en Italia en el que dos hermanos hacen todo el trabajo: uno programa, el otro se ocupa del apartado artístico. Y tras dos años de esfuerzos y trabajo ha llegado a Xbox One Unknown Fate, una aventura de corte narrativo y con toques de acción que ha servido como debut a este modesto estudio. Nosotros ya lo hemos jugado y te contamos cómo es y todo lo que debes saber sobre él antes de decidirte a hacerte con él.

El mundo de Unknown Fate está repleto de misterios y extrañezas
Amnesia, vieja amiga
Comencemos hablando del argumento del juego. Unknown Fate nos pone en la piel de Richard, un hombre que despierta, amnésico, en un mundo que desconoce. Lo único que le impulsa a seguir adelante y avanzar es descubrir qué hace allí, quién es. Viajando de mundo a mundo debemos recomponer las piezas del rompecabezas y dar sentido al pasado de Richard, así como descubrir la verdad que se esconde tras todo el misterio. Optar por el personaje sin recuerdos por la pérdida de memoria no es el recurso más original que hayamos visto últimamente, pero funciona bien como gancho inicial.
Pese a que en sus compases iniciales el misterio y las preguntas sin respuesta tienen cierto sentido y consiguen engancharnos para que sigamos adelante, lo cierto es que llegados a cierto punto puede desesperar. Tal vez te gusten las historias intrigantes y desconcertantes que no conducen a nada. Unknown Fate opta por esta vía: no deja de generar cuestiones y responde muy pocas, por lo que nuestra curiosidad nunca llega a satisfacerse del todo. Cuando más contesta es cuando tenemos breves fragmentos del pasado de Richard en forma de flashbacks, aunque no son demasiado cuantiosos ni tampoco demasiado interesantes.

El Artefacto nos permite modificar los caminos a nuestro antojo
Un Artefacto para dominarlos a todos
Aún con todo, la narrativa es lo más interesante de este Unknown Fate. Las otras dos cosas que tendremos que hacer a lo largo de las dos-tres horas que dura la aventura será resolver rompecabezas y combatir contra extraños seres. En principio encontrar un walking simulator con estos dos elementos es una buena noticia, pero vayamos por partes. Richard, nuestro protagonista, porta desde bien comenzada la aventura una herramienta que nos sirve para devolver la luz al mundo que tiene por nombre Artefacto. Este artefacto será necesario tanto para completar los acertijos como para derrotar a los enemigos que salgan a nuestro paso.
Cuando empezamos Unknown Fate, la principal función del Artefacto es lanzar orbes a los distintos objetivos a fin de modificar la posición de las plataformas y así crear un camino por el que podamos seguir avanzando. A medida que damos pasos en la aventura el Artefacto va incorporando nuevas funciones que no especificaremos para no fastidiar las posibles sorpresas. Lo que sí diremos es que, en su mayoría, estamos ante rompecabezas bastante asequibles que apenas generan dificultades. La mera observación del entorno, teniendo en consideración que estamos ante escenarios muy limitados y pasilleros, nos servirá para saber por dónde va a ir cada puzle.

Los enemigos, y por tanto la acción, son parte clave de la aventura
Acción-reacción
La acción, desgraciadamente, no es mucho más variada que la parte de rompecabezas. Y es que la mecánica para eliminar a los enemigos siempre es la misma. Debemos cegarles con el Artefacto para, acto seguido, lanzar orbes en repetidas ocasiones a su punto débil. Si el combate fuera anecdótico no sería un gran inconveniente que no fuera lo más pulido del conjunto, pero lo cierto es que nos vemos combatiendo cada diez minutos, por lo que se echa en falta algo de variedad y lucidez en este aspecto. De hecho, contar con tantos combates parece la forma en la que Marslit Games ha conseguido alargar un poco la duración del juego para que no quedara demasiado hueco.
El gran problema que genera el Artefacto a nivel de jugabilidad es que, sin ser demasiado funcional en sus prestaciones, requiere una precisión exagerada a la hora de acabar con algunos enemigos o de completar algunos puzles. Especialmente flagrantes son las secciones en las que debemos completar una secuencia de disparos antes de que se agote el tiempo del temporizador, lo que dificulta considerablemente la tarea por culpa de la propia jugabilidad. Es por ello que los elementos que más se alejan del género walking simulator, lejos de ser los que enriquecen la aventura son los que consiguen lastrarla del todo.
Y es que en una serie de puzles que se van haciendo más y más complejos a medida que avanzamos en la historia (algo absolutamente normal) no podemos estar más pendientes de luchar contra la propia jugabilidad que contra la resolución de los acertijos. Pese a todo, Unknown Fate funciona bien como historia de misterio e intriga enmarcado en un género walking simulator con más elementos de los habituales, si bien no te importa que la narrativa oculte muchas más cosas de las que te deja saber.