El próximo 20 de marzo llegará Sea of Thieves, el nuevo juego de Rare, padres de algunas de las mejores sagas de la historia, para Xbox One y Windows 10. Ha tardado, pero por fin, el juego de piratas llegará a las plataformas de Microsoft para hacernos disfrutar gracias a una propuesta diferente y muy… Rare, por qué no decirlo.
Sea of Thieves es un juego sobre el descubrimiento que nos invita a ser un pirata que se alía con otros jugadores para conseguir tesoros que permitan comprar nuevos objetos. Se forma así una rueda en la que el tesoro es el objetivo, pero lo que vivimos entre que marcamos la isla en el mapa y encontramos el botín, es la verdadera aventura.
Además de por sus bondades, algo de lo que hablaremos cuando lancemos el análisis de Sea of Thieves, lo nuevo de Rare destaca por un apartado gráfico de lo más cuidado. Artísticamente es un juego más que notable, pero el agua se lleva la palma. El agua tridimensional fue uno de los puntos que Digital Foundry ensalzó en su vídeo comparativo. Y no es para menos, ya que es algo que, incluso jugándolo, resulta difícil creer.
La incidencia de la iluminación es soberbia. Las físicas son geniales y la acción del agua en el barco es, sencillamente, espectacular. Claro está, todo esto consume recursos, pero Sea of Thieves parece que será un juego bastante optimizado. Y es que, para ir a 1080p y 60 frames por segundo, hará falta una GTX 1060 con un procesador i5 de hace algunas generaciones, además de 8 GB de RAM. Si queremos pasar a 4K, tendremos que tener una GTX 1070 (en adelante) y los 16 GB de RAM.
A continuación, os dejamos los requisitos de Sea of Thieves en PC:
Os recordamos que Sea of Thieves será el primer exclusivo de Xbox One que se beneficiará de las nuevas políticas de Xbox Game Pass.