La compra de Activision Blizzard por Microsoft promete ser, en los próximos meses, uno de los eventos más importantes de la historia de los videojuegos y tal vez el más significativo del año. Por un total de 69.000 millones de dólares, Microsoft espera hacerse con Activision Blizzard y sus IPs, destacando Call of Duty, Overwatch y Diablo. Aunque aún falte un mes para que podamos conocer la decisión de la Comisión Europea respecto a la compra, hace un año Zenimax vivió el mismo proceso. Y, gracias a la Decisión que emitió la Comisión Europea en su momento, hemos podido observar algunos detalles importantes que tiene en cuenta el organismo europeo para aceptar este tipo de fusiones.
Las 5 claves de la compra de Activision por Microsoft para aceptarse por la Unión Europea:
1.- Exclusivos de la competencia
Uno de los aspectos que más tiene en cuenta la Comisión Europea, a la hora de permitir las fusiones de empresas, es el impacto que puede tener sobre la competencia. Y en este sentido, Microsoft sigue sin tener nada que hacer contra Sony y Nintendo.
Según la Decisión emitida en relación con la compra de Zenimax, Sony y Nintendo son dueñas de bastantes juegos populares y de exclusivos blockbuster en sus respectivas consolas; como es el caso de God of War, Uncharted o The Last of Us para la primera y de Zelda, Super Mario y Pokémon para la segunda. Es decir, todo juegos exclusivos que de ningún modo están disponibles en el catálogo de Xbox Series X|S.
La Comisión entendió que la compra de Zenimax no iba a hacer cambiar estas cifras, ni iba a tener impacto alguno entre los juegos más vendidos de Europa en 2018, según informó:
«Las estrategias exclusivas no son extrañas y ya se han adoptado por las consolas rivales (Sony y Nintendo), con videojuegos que lograron mayor éxito que los títulos de Zenimax. Estos exclusivos han contribuido al éxito de Nintendo y Sony, que tienen una posición de mercado más fuerte que la de Microsoft con Xbox.
En este sentido, prácticamente todos los afectados consideran que Microsoft tiene la posición menos atractiva en cuanto a exclusivos se refiere, comparada con Sony», fue lo que comentó la Comisión Europea en su Decisión respecto a la compra de Zenimax.
2.- Posición dominante en el mercado
Según argumentó Microsoft en su momento, la compra de Zenimax no iba a tener impacto alguno en las consolas de Sony y Nintendo, porque estas son quienes tienen una posición dominante en el mercado (más que la marca Xbox) en todo el mundo. En especial, las consolas de Sony han conseguido una lealtad importante de los usuarios a lo largo de la historia, así que la compra de Bethesda no iba a cambiar esta tendencia.
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Es muy probable que Microsoft alegue lo mismo con la compra de Activision Blizzard. Solo que esta vez sí es posible que la Comisión Europea cambie de parecer, especialmente en lo que respecta a la posibilidad de que Call of Duty sea exclusivo. Sin embargo, como ya ha comentado el CADE brasileño, a pesar de que Call of Duty sea importante en el mercado, no lo es tanto como para marcar un cambio de tendencia en las ventas. Por no hablar de que precisamente ha sido Sony la que, mediante acuerdos de exclusividad, se ha ido aprovechando de ciertas «ventajas» de la saga Call of Duty, a lo largo de los años.
3.- El papel de las third-parties
No podemos olvidar el papel que ocupan las third-parties en el mercado de videojuegos. Tanto veteranas como Electronic Arts y Ubisoft, como jugadoras más recientes como Tencent, Google o Amazon, buscan o bien que sus títulos lleguen al mayor número de jugadores en todos los sistemas o bien ocupar, ellas mismas, una posición cada vez más dominante en el mundo de los videojuegos mediante sus propios sistemas y servicios.
Y esto es algo que la Comisión Europea probablemente recuerde en la compra de Activision por Microsoft. Este mercado no solo está dominado por las tres marcas vinculadas a las consolas, sino también por otras plataformas y sistemas que hacen que un monopolio sea cada vez más inviable. La propia Comisión no tuvo en cuenta el éxito de juegos como Skyrim para permitir la compra de Zenimax, a pesar de sus elevados números. Así que tal vez siga la misma línea al valorar las IPs de Activison.
«A pesar del éxito comercial de un número importante de juegos de Zenimax, el mercado de videojuegos es altamente competitivo. Las Partes cuentan con la competencia de un gran número de third-parties rivales, que poseen franquicias muy conocidas y que representan un gran atractivo para las distribuidoras de videojuegos.
Estas competidoas incluyen desarrolladoras como Electronic Arts (“Fifa”, “Need for Speed”), Nintendo (“Super Mario”, “Zelda”), Activision Blizzard (“Call of Duty”), Take Two (“GTA V”) y Ubisoft (“Assasin’s Creed”)».
4.- Comportamiento de los consumidores
A pesar de la continua posición de Sony de creer que Call of Duty puede hacer variar el comportamiento de los consumidores, acercándolos más a Microsoft y a un modelo de monopolio, la Comisión Europea podría entender lo contrario. Es cierto que, una vez que Call of Duty pertenezca a Microsoft, muchos usuarios se harán con una consola de la marca Xbox. Pero esto no necesariamente puede hacer cambiar el mercado.
La propia Comisión ya reconoció que era bastante habitual que los jugadores tuvieran una consola principal de su marca preferida y una o varias secundarias de otra marca. Así que, en cifras, el mercado de Sony no se vería tan afectado como puede parecer. Todo ello sin olvidar que Microsoft no quiere que sus usuarios se limiten a Xbox, sino que jueguen a servicios como Xbox Game Pass o xCloud allá donde estén disponibles.
«Aunque algunos intervinientes en el mercado consideren que los jugadores se cambiarán de consola para disfrutar de contenido exclusivo, este no parece ser el caso actual. A pesar de que los juegos exclusivos sean relevantes para estimular la demanda, cambiar de consola depende de más factores.
Primero, los distribuidores han confirmado que los jugadores escogen en función de criterios como el diseño de la consola, los servicios, la funcionalidad y la marca que hayan escogido sus conocidos. Segundo, el cambio solo se produciría si se dieran determinadas circunstancias.
En concreto, una distribuidora afirmó que el contenido ‘debe ser de una calidad extrema (…) de lo contrario, los jugadores tienden a quedarse con la marca a la que están acostumbrados’. Tercero, los intervinientes han explicado que existe una diferencia significativa en en contenido de las distintas consolas.
La Comisión considera, en la línea de la Parte Notificante (Microsoft), que los usuarios de las consolas rivales podrían comprarse una consola Xbox como segunda opción, para jugar a los títulos de Zenimax. (…) Según una encuesta del Grupo NPD, el 30.6% de los usuarios de PlayStation 4 también tiene Xbox One y el 28.6% también tiene una Nintendo Switch. Además, varios intervinientes del mercado también han comentado que entre el 20 y el 40% de los dueños de consolas usan más de una sola marca».
5.- Impacto real en las cifras de ventas y negocios
Finalmente, la Comisión valoró el impacto real en la cifra de negocios que la compra de Zenimax tuvo sobre el mercado de consolas, entendiendo que no era del todo significativo. Sin embargo, es posible que su posición varíe respecto a la compra de Activision Blizzard; aún habría que esperar a los datos oficiales suministrados por Sony, pero es más que probable que las cifras de ventas de la saga Call of Duty en PlayStation superen, con creces, las obtenidas de cualquier título de Zenimax.
No obstante, el informe de la CADE ha dado datos al respecto. Según podemos leer, las acciones combinadas de Activision y Microsoft en el mercado de los videojuegos no llegan al 20% del total. Y que, incluso en caso de que alguna compañía se viese afectada por la compra (como sería el caso de Sony), no hay razón lógica para entender que pudiera perjudicarle en el largo plazo. La propia CADE puso como ejemplo a Nintendo; compañía que, pese a no tener en su catálogo los títulos de Activision de forma prioritaria, no ha dejado de crecer en los últimos tiempos.