Qué ganas teníamos de jugar a una nueva IP de Rare de envergadura, y que el estudio dejase de estar atado a proyectos menores, o a Kinect. Cuando se presentó Sea of Thieves durante el pasado E3 2015 nuestras ganas de conocer más sobre él fueron muy grandes. Más aún cuando nos enteramos de que se trataba del nuevo proyecto de Rare, y de uno bien ambicioso. En la nueva edición de la feria esperábamos ver algo de gameplay y conocer bastantes más detalles del que iba a ser uno de los tapados del evento. Y es que, en Rare son especiales hasta para vendernos los juegos. Tras ver su presentación nuestras ganas de jugar crecieron inmediatamente, ganas de cambiarnos por esas personas que aparecían jugándolo, mientras reían e iban descubriendo sus posibilidades. Un juego que parece reunir esa magia que anhelamos en muchas ocasiones en los grandes lanzamientos: originalidad, diversión, frescura… Os contamos a continuación por qué Sea of Thieves es ahora mismo uno de los juegos que más esperamos.
Profundizando en lo accesible
La intención en Rare ha sido clara. Lejos de buscar unas complejas mecánicas en las que el jugador deba indagar durante una gran cantidad de tiempo para llegar a dominar, la accesibilidad será la premisa fundamental. Estamos en un momento en el que comenzar un nuevo juego, ya sea del género de estrategia, de rol, o incluso de conducción, supone que durante las primeras horas pasaremos el tiempo siendo guiados a través de diversas introducciones y aburridos tutoriales. Lo más curioso es que a pesar de ser un proceso necesario en la mayoría de los casos para comenzar a comprender las principales mecánicas del juego en cuestión, llegan a resultarnos muy familiares entre sí, por lo que nuestros primeros pasos en la nueva aventura se ven envueltos en cierta sensación de tedio.
Sea of Thieves quiere acabar con eso. Es un juego de aventuras, una fábula que buscará sorprender al jugador desde el principio. Para ello el aprendizaje tiene que ser tratado como una de las bases jugables, y no como un proceso más o menos traumático. El ensayo y error, como hemos podido ver en el propio gameplay presentado en la feria, será algo divertido en sí mismo. Equivocarnos, ver como nuestro barco de hunde, como nuestro pirata cae al agua por un mal salto, como nos emborrachamos en el momento inoportuno, serán de esos momentos memorables de Sea of Thieves. Pero son solo parte de una lista de sorpresas que, esperamos, sea muy larga.
Unos momentos que queremos, y tiene toda la pinta de que así será, sean una parte fundamental de la esencia del nuevo producto de Rare. Pero por supuesto la cosa no quedará solo aquí, y conforme vayamos aprendiendo de nuestros errores, también nos iremos convirtiendo en unos piratas más letales y populares. Ya se ha confirmado que contaremos con un sistema de reputación. Y aunque aún no sabemos cómo funcionará, está claro que nuestro objetivo final será el de convertirnos en uno de los piratas más temidos de los mares. Esto es lo primero que esperamos de Sea of Thieves, lo que nos ha parecido apreciar en lo que hemos visto de él. Un juego amable con el jugador, que no es pesado congiéndonos de la mano, sino que pone ante nosotros un divertido mundo en el que experimentar a nuestro antojo. En el que tras llevarnos sorpresas, lleguemos a integrarnos dentro de su mundo, convirtiéndonos en una fábula más del juego.
Adiós al rol en números
Fuera estadísticas, fuera clases, fuera incomprensibles sistemas de crafteo o progresión. A veces puede gratificar ir comprobando como nuestros atributos van mejorando y nuestro personaje va a haciéndose más poderoso progresivamente. Pero en Sea of Thieves queremos olvidarnos de tener que andar pasando largos ratos indagando en menús, queremos ser piratas, abordar barcos, conquistar tesoros, y a fin de cuentas, dedicarnos a jugar.
Porque tal y como comenta Mike Chapman, diseñador jefe en Rare, en el estudio nunca han llegado a pensar en Sea of Thieves como un MMO al uso, sino sencillamente como un título de aventuras en el que la cooperación con amigos y la interacción con otros jugadores desconocidos sea la base de la acción. No se hasta qué punto puede ser cierto que en Rare ni siquiera se han llegado a plantear su juego como un MMO. Resulta difícil pensar que ni siquiera se hayan parado a comparar e inspirar algunas de las mecánicas de Sea of Thieves en las de un juego de rol multijugador. Pero nos gustaría, por una vez, poder olvidarnos de tener que planificar al dedillo nuestros recursos y progresión de personaje, y sencillamente, pasar el tiempo haciendo el pirata, experimentando con todo y dando así forma a nuestra propia historia, alejados de cualquier tipo de guía de personaje o elemento abstracto. Lo que vemos en pantalla es lo que hay.
¿Si habrá rol? Sin meternos demasiado en el debate de qué lo es y qué no, nos conformamos con un juego que nos permita ser nosotros mismos los que decidamos, sin necesidad de encasillarnos en un papel durante toda la partida, sino ir divagando como nos apetezca en cada momento y situación. La libertad de hacer lo que queramos nos encanta, y estamos seguros de que será una constante en Sea of Thieves.
La riqueza está en el mundo
En uno que no parará de crecer. Porque Sea of Thieves no será un juego free to play, pero al igual que viene ocurriendo con otros juegos de Microsoft como Halo 5: Guardians, se le irá añadiendo nuevo contenido de forma gratuita y regular. Dicho esto, cabe esperar que vayamos a encontrarnos con microtransacciones, que aunque no sean de nuestro agrado, esperamos que no pasen a tener un peso relevante en el juego.
Antes hablábamos de profundidad y de sorpresas. La primera, que no estará en el gameplay como tal, sino en el desarrollo de nuestra vida como pirata, de nuestro impacto en el mundo que recorreremos y en la creación de nuestra propia leyenda. Y las segundas, que tendrán una gran importancia para que continuar explorando y recorriendo el mundo tenga mayor sentido. A buen seguro estarán muy presentes al principio del juego, pero quizás uno de los mayores retos que tiene ante sí Rare con Sea of Thieves sea el de mantener ese nivel de expectación en el jugador. Sabemos que el mundo será mucho más grande de lo que hemos visto, y que no solo habrá una mayor variedad escenarios, sino también de criaturas (habrá criaturas de fantasía como sirenas) y cosas por hacer. Será muy importante que las sorpresas, ya sea en forma de nuevos descubrimientos o eventos aleatorios, continúe existiendo, porque de ello dependerá que Sea of Thieves continúe estando habitado por jugadores a lo largo del tiempo y el juego funciones como debe. Ese añadido gratuito de nuevos contenidos deberá ser una de las claves. De la imaginación de Rare depende, y de eso no dudamos.
Colaborando, ¿o no?
La vida del pirata es contradictoria en cierta manera, ser parte de una tripulación como uno más es imprescindible para lograr su metas. Una tripulación grande implica más ayuda y mayores posibilidades de éxito. También lo es, claro, contar con camaradas valientes y experimentados. En cambio, las metas del pirata suelen ser individuales: conseguir riquezas y fama. ¿Hasta qué punto vamos a estar dispuestos a colaborar con otros que ansían lo mismo que nosotros?
Un barco puede ser muy grande, y la cantidad de tareas que hay que desempeñar en él para su buen funcionamiento también lo es. Por eso, la colaboración es imprescindible, y no podremos navegar solos. Este va a ser otro de los elementos que esperamos que lleguen a ser explotados fuertemente en Sea of Thieves. La cooperación se ha convertido ya en una de esas cosas que esperamos de casi todos los juegos, pero que comienza a convertirse en algo muy similar en la mayoría de ocasiones. Con The Division, Ubisoft ha aportado muy buenas ideas al concepto multijugador con su Zona Oscura. Un lugar en el que podemos ser buenos y colaborar con desconocidos, o traicionarlos cuando estén más confiados. Su implementación no fue fácil, pero gracias al feedback, el multijugador de The Division se ha convertido en algo que todo jugón debería de probar alguna vez.
Con Sea of Thieves esperamos que se repita la historia. Un juego que se aleje de la clásica división de los MMO entre PvE y PvP, en el que ambas cosas estén integradas de manera natural. Aún no sabemos cómo funcionará exactamente, si tendremos alguna opción para crear grupos o clanes. Pero nos parecería de lo más divertido que se recogiese en Sea of Thieves ese factor de desconfianza, de inseguridad, de si nos llevaremos al final el botín a casa o no. Y que además esto ocurra tanto a pequeña como a gran escala. Debiendo preocuparnos tanto de nuestra propia tripulación como de la buena fe de los barcos que encontremos por ahí. Y aquí las palabras no valen, sino los tesoros. Que tengamos diferentes opciones para negociar tanto con nuestros amigos como con otros grupos sería una idea genial que esperamos ver en el juego final.
Pero claro, no todo es por la fama, y como piratas que seremos, ¿qué sentido tendrá viajar y jugarnos el pellejo una y otra vez, si no podemos luego disfrutar de nuestros hallazgos y tesoros en la privacidad de nuestro hogar? Ya sea para invitar a nuestros amigos a casa para que vean cómo nos tumbamos encima de nuestras monedas de oro, para presumir de trofeos de caza o del mejor ron, o únicamente para entonar juntos algunas de las canciones que nos acompañaban mientras juntos surcábamos el mar y acabábamos con nuestros enemigos; en Sea of Thieves contaremos, a buen seguro, con un espacio personal. Uno que deberemos ganarnos mediante nuestro esfuerzo, y que después iremos mejorando y ampliando poco a poco a nuestro gusto.
Los piratas con más carisma del Caribe
Todo esto lo viviremos bajo un aspecto fenomenal. Rare volverá a apostar por ese estilo de dibujo animado que tanto les gusta. Ese estilo que vuelve a demostrar que Sea of Thieves no va a ser un juego más, que no va a vendernos humo, sino que será justo lo que quiere ser: un cuento, una fábula animada. Una en la que se nos ofrecerá la posibilidad de adentrarnos para formar parte de ella y ayudar a dar forma a ese mundo de piratas que tiene pinta de que será tan carismático como rico en detalles.
De lo poco que hemos podido ver por el momento, nos hemos enamorado especialmente del diseño de los piratas, suponemos que contaremos con un completo editor y todo tipo de atuendos que ir adquiriendo. Pero sobre todo, de ese mar. Es una delicia ver como rompen las olas, ver el mar picado y los efectos de la espuma salpicando, como se cuela por las grietas, o los reflejos del Sol en la superficie, o incluso cómo luce bajo esta. Se nota que es uno de los elementos más cuidados, y que seguramente vamos a pasar en el mar más tiempo del deseado por culpa de los naufragios.
Un lugar para soñar
Creo que no hace falta decir que Sea of Thieves se ha convertido en uno de los juegos a los que más ganas le tenemos en SomosXbox. Nos enamoramos de él por su aspecto, por su propuesta, y también por el modo en el que Microsoft nos lo vendió durante la conferencia. Lo nuevo de Rare tiene todas las papeletas para convertirse en uno de esos juegos que llegan sin hacer más ruido de la cuenta, pero que acaban encandilando por sus virtudes a quienes lo prueban. Porque al fin y al cabo, ¿a quién no le gustaría convertirse en pirata de vez en cuando, vivir y hacer lo que le plazca, y todo ello además en un espectacular mundo de fantasía?
Aún no conocemos su fecha de lanzamiento, pero en teoría debería de llegar durante los primeros meses de 2017 a Xbox One y Windows 10, formando parte del Xbox Play Anywhere. Ya solo nos queda esperar impacientes para dejarnos soprender por Rare, ahora sí.