Hasta día de hoy la popular feria de videojuegos del E3 se ha consagrado como una de las más importantes del sector en constante pugna con la también afamada Tokio Game Show que se oficia en la capital nipona a lo largo del mes de septiembre. El E3, siglas de Electronic Entertainment Expo, se lleva celebrando anualmente desde 1995 en el Centro de Convenciones de Los Ángeles y, desde entonces, han sido muchos los cambios (unos buenos y otros no tanto) que ha sufrido esta feria internacional en su longeva trayectoria.
Este año de forma completamente inesperada y excepcional, los organizadores de la feria van a repartir a las compañías un total de 5.000 pases para que estas las distribuyan entre sus usuarios por lo que, por primera vez desde su nacimiento, este E3 2015 podrá contar con la visita de personas no profesionales del sector de los videojuegos. Desconocemos la forma en que las compañías piensan regalar esas entradas pero es de esperar que los eventos que organicen estén focalizados exclusivamente al público americano. El encargado de dar esta innovadora noticia fue Rich Taylor, vicepresidente senior encargado de la organización del E3: «Este año, por primera vez, habrá consumidores pro en los pasillos (…) Las empresas con expositores (en la feria) tienen asignados un número determinado de pases autorizados para la distribución entre sus más fieles clientes».
Antiguamente los organizadores de la ESA (Entertainment Software Association) miraban meticulosamente las acreditaciones que los responsables de las compañías o los redactores de prensa solicitaban para acudir a este evento con el único objetivo de evitar que se colara algún «gamer» no profesional. Pese a toda la rigurosidad marcada por los eventos pasados parece ser que, por primera vez, las tendencias este año han cambiado y la valoración objetiva que se obtiene de los jugadores es cada vez más relevante para las compañías.