Dejar de fumar, adelgazar, sentar la cabeza… Todos tenemos algún propósito que cumplir para el próximo año 2015, así que ¿por qué no ayudamos a la industria del videojuego con una pequeña lista para que se pongan las pilas?
1. Basta de retrasos
Si por algo será recordado 2014 en el mundo del videojuego probablemente sea por sus retrasos. Una cantidad escandalosa de desarrolladoras y editoras han decidido dedicar un tiempo extra a sus títulos para rematarlos antes de su salida. Algunos ejemplos han sido Watch Dogs, The Witcher 3, Assassin’s Creed Unity, Batman Arkham Knight o Evolve.
Cabe aclarar que, como es lógico, desde aquí estamos de acuerdo con que los productos que lancen al mercado estas empresas deben estar todo lo pulidos y testeados que sea posible.
No obstante, no van por ahí los tiros, el verdadero problema desencadenante de retrasos es la manía que tienen las editoras de anunciar el juego a mitad de desarrollo y colocar las fechas de salida prematuramente y con calzador. Cualquier lector puede recordar alguna gran feria del sector en la que se anuncia un nuevo título, el cual va acompañado de una ventana de salida aproximada que es dentro de más de un año. En un período de tiempo tan sumamente largo en el desarrollo de un título pueden aparecer muchos contratiempos que son totalmente imprevisibles.
¿Cuán difícil es esperar y anunciar el título seis meses antes como máximo? De esta práctica no sale nada productivo ni para el usuario ni para la desarrolladora, ya que unos se olvidan del juego en cuestión –excepto los megafans que se mueren del hype- y otros acaban pillándose los dedos con las fechas.
Un ejemplo de cómo hacer bien las cosas fue Ubisoft –jamás pensé que diría esto- presentando al mundo Far Cry 4 a mediados de mayo; en medio añito lo hemos tenido en nuestras consolas.
2. Trabajar en nuevas ip y publicar menos refritos
El que lleve un poco de tiempo siguiendo esta industria sabrá que los usuarios montamos en cólera cuando sólo encontramos secuelas, precuelas e incluso una presecuela.
¿Dónde está la creatividad? El mundo del videojuego necesita reinventarse con títulos completamente nuevos y no viejas glorias con una nueva capa de pintura.
Este año nos han llegado Watch Dogs, Sunset Overdrive, Destiny, The Crew y Titanfall, entre otros. El catálogo no es para tirar cohetes, por ello aguardamos impacientes a la artillería pesada que tienen preparada los estudios para un futuro próximo.
3. Dejar de hacer remasterizaciones innecesarias
Entramos en una zona delicada, puesto que existen varios puntos de vista enfrentados, así que expondré el mío. Durante este año han llovido remasterizaciones que, a todas luces, no hacían falta lo más mínimo. Hablamos de las “definitive edition”, versiones de juegos de la generación anterior lanzados en la nueva con cuatro chuminadas gráficas y un par de añadidos.
Sleeping Dogs o DmC son ejemplos de remasterizaciones que –a la inmensa mayoría de jugones- ni nos van ni nos vienen. Que sí, que tienen todos los DLC y los píxeles y frames reglamentarios, pero se trata de títulos que prácticamente todo poseedor de una consola de la generación anterior ha probado si no completado. Y lo que es más importante, funcionaban correctamente antes, por tanto la mejora gráfica no supone un cambio dramático en la forma de jugar.
La antítesis de este fenómeno es la versión para nueva generación de GTA V, que llegó a Xbox 360 y PS3 con evidentes signos de falta de potencia por todo lo que Rockstar quería abarcar. Este tipo de casos, en los que el propio rendimiento pide a gritos algún tipo de remasterización, es otra historia totalmente diferente.
En cuanto al ya archiconocido argumento fácil de: “Si no lo quieres, no lo compres. ¿A ti qué más te da?”, hay que tener en cuenta que para hacer estas versiones hay un grupo de personas trabajando en ello, que bien podrían estar haciéndolo en un título completamente nuevo. Es cierto que son equipos reducidos, pero tened presente que cualquier ayuda extra puede conseguir que una nueva entrega o ip llegue a las tiendas semanas o meses antes.
4. Lanzar juegos que funcionen
Me entristece enormemente que haya que recalcar algo tan obvio, pero dadas las circunstancias me veo en la tesitura de hacer hincapié en ello. No entiendo cómo ha sido posible que en este último cuarto de año hayamos tenido tres juegos que, de lanzamiento, eran tan desastrosos que no podían ser jugados. Dos de ellos entran dentro de nuestro campo, como son Assassin’s Creed Unity y Halo The Masterchief Collection; mientras que Driveclub pertenece a la competencia.
¿Alguien me explica quién permite que sucedan semejantes fiascos? Está claro que con el crecimiento meteórico de la industria del videojuego las empresas miran más hacia el accionista que hacia el consumidor, y es una queja común la de la falta de cariño puesta en los nuevos productos. Pero una cosa es la falta de detalle y mimo y otra muy distinta es que el título directamente no funcione.
Por favor, esperamos que este bochornoso episodio no se repita en el futuro y pasemos página. Y si no, que la fuerza de las masas enfurecidas de internet se ciernan sobre los culpables, avisados quedan.
5. Establecer embargos lógicos para la prensa
Otra de las fuentes de comentarios negativos más recientes es la práctica de ciertas empresas de enviar sus títulos a la prensa justo antes de su salida o simplemente no enviarlos, no dando tiempo al analista a dictar su veredicto antes de que se ponga a la venta.
Existe una variante de esta deplorable táctica que es más sangrante todavía, la cual consiste en establecer un embargo –la fecha a partir de la cual está permitido a las revistas publicar sus artículos- el mismo día o el siguiente de la salida del título.
Esta práctica anti-consumidor, que a nosotros también nos afecta además como analistas, es tan rastrera que esperemos sea cortada de raíz y no tener que escribir más sobre ella.
6. Mejorar la optimización en consolas
A medida que los estudios desarrollan para una generación de consolas aprenden a optimizar los juegos muchísimo más. Si comparamos a simple vista los primeros juegos de la generación pasada con los más recientes podemos percatarnos de que hay un abismo entre ellos. Esto, por supuesto, no es fruto de un día, sino que se produce a través de un proceso continuo de mejora.
En cada nuevo anuncio apreciamos gráficos y mecánicas nuevas y sorprendentes, y no podemos esperar a ver qué nos deparará 2015.
7. Ahorrarse los downgrades
Con todos ustedes, la joya de la corona, el desencadenante de las mayores olas de furia en todo internet durante este año 2014. El downgrade, o la bajada de calidad gráfica de un título en comparación con lo ya mostrado de forma premeditada, ha estado en la portada de todas las revistas del sector durante meses. El primero y más sonado fue Watch Dogs –con pillada incluida-, a los que se añadieron otros como Dark Souls 2 o el reciente Assassin’s Creed Unity.
El problema tiene fácil solución, y esta pasa por no enseñar teasers y tráilers hipervitaminados que no reflejan en absoluto el producto final. Con un simple ejercicio de honestidad se evitan polémicas y, si ya te han pillado, admítelo y no seas desgraciado –con perdón-. Que eso de tratar a los consumidores como idiotas no creo que sea la estrategia de márketing más recomendable.
8. Continuar con las rebajas digitales
Después de tanta crítica no quería acabar el artículo con mal cuerpo, así que vamos a dar un punto positivo a todos los servicios online de videojuegos que están animándose con esto de las rebajas. Especialmente a Xbox Live, que últimamente se ha puesto las pilas con ofertas muy competitivas –aprovechad ahora mismo las de Navidad-. Aún queda un gran camino para igualar a las ya legendarias rebajas de Steam, pero poco a poco parece que estamos acercándonos.