Y se hizo la luz
Los jugadores más ávidos habrán probado ya un amplio abanico de títulos indies: plataformas, retro, arcade, y un largo etcétera. Sin embargo, hay un subgénero por el que tengo especial predilección desde que pasó por mis manos un pequeño gran juego allá por 2011, The Stanley Parable. Tanto él como el título que nos ocupa se podrían encuadrar en un género experimental, con unos desarrolladores que se atreven a mirar más allá del entretenimiento simplista que promulga últimamente la industria. Se busca crear una experiencia única para el jugador, de tal forma que quien sostenga el mando deba pararse a reflexionar si quiere comprender plenamente el trasfondo de la trama.
En Pneuma: Breath of Life encarnamos en primera persona a un Dios -Pneuma- descubriendo su mundo. Su voz será la única conversación que nos acompañará durante nuestro viaje, a modo de cómicos monólogos en los que debate internamente temas tan diversos como la propia existencia, la física de las cosas o el determinismo. Se trata de líneas de diálogo -o más bien monólogo- que encierran normalmente significado, y que incitan a meditar.
No nos engañemos, en ciertos momentos un servidor se ha perdido y no ha entendido de qué diantres se estaba hablando, quizá por la complejidad que entrañan ciertos pensamientos, acentuados por el hecho de estar en inglés -aunque al final de la aventura me di cuenta de que había subtítulos en castellano, inteligente de mí-.
Vocatus atque non vocatus, Deus aderit
Entrando como tal en la mecánica del juego, podemos decir que todo gira en torno a diversos puzzles, cuya resolución nos permitirá avanzar. Se trata, en su mayoría, de desafíos ingeniosos que recompensarán a quienes experimenten y se paren a pensar en el problema.
La temática gira habitualmente en torno a la vista, la perspectiva y el movimiento en relación a diferentes objetos. Así dicho parece difícil hacerse a la idea de lo que Pneuma nos puede ofrecer, pero confiad en mí cuando digo que se trata de puzzles muy disfrutables. Hay alguna pequeña y rara excepción en la que nos romperemos la cabeza intentando solucionar algo, quizás debido a que la curva de dificultad baja el listón repentinamente, de forma que para puzzles que en realidad son muy sencillos buscaremos soluciones demasiado intrincadas, todo porque anteriormente hemos resuelto mayores incógnitas.
Sin embargo, debo remarcar que en líneas generales Pneuma es una aventura agradable, que ronda las 3 horas de duración. Existen varios desafíos ocultos que probablemente pasemos de largo la primera vez ya que no son necesarios para avanzar, pero sí nos reportarán jugosos puntos de logro. Ese es otro de los argumentos que pueden incitarte a hacerte con él, se trata de 1000G rapiditos.
Finalmente, añadir que Deco Digital ha utilizado el Unreal Engine 4 para poner en marcha su proyecto, y se nota en los preciosos escenarios construidos con materiales fotorrealistas cargados de reflejos. Hay, no obstante, ciertos aspectos como la vegetación que rompen un poco la dinámica.
Pienso, luego existo
Pneuma: Breath of Life es una experiencia recomendable para todo aquél que busque reflexionar jugando, algo poco común actualmente. El pecado de sus desarrolladores es, quizás, la duración. Cada uno valorará si merece la pena un título que ronda las 3 o 4 horas de media, aunque desde aquí me muestro satisfecho con lo que ofrece. Unos monólogos cómicos e inteligentes a la par, un final algo previsible pero igualmente sorprendente y unos puzzles ingeniosos son una gran combinación para quien esté harto de coser enemigos a balazos.
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Lo bueno
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- Un soplo de aire fresco que nos inciten a pensar
- Historia curiosa con buen final
- Puzzles ingeniosos
- Apartado visual notable
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Lo malo
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- Ciertos desafíos no son demasiado intuitivos
- Duración escasa, de unas 3-4 horas
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