Los Saints han sido un grupo de pandilleros que ha sabido conquistar a un sector del público ofreciendo una versión gamberra dentro del género sandbox. Son muchos los aspectos que han convertido a Los Saints y Saints Row en una competencia legítima para las grandes licencias del género, pues, en sus inicios, coincidieron en intentar seguir la estela de Grand Theft Auto. Aun así, Steelport se convirtió rápidamente en un escenario para las afrentas más salvajes, para el humor más descarriado, para las aventuras más alocadas y, en definitiva, para una saga, Saints Row, que supo independizarse de la necesidad de seguir los pasos de nadie e iniciar su propio camino.
Mientras los Saints crecían como banda, conquistaron las calles de Steelport, haciendo frente a otras bandas o se enfrentaron a una organización paramilitar que se encargó de la seguridad de la ciudad con una trama de corrupción, la saga iba ganando adeptos y se iba convirtiendo en un producto salvaje, desvergonzado y, sobre todo, muy divertido. Con un origen dubitativo, Saints Row IV llegó como una propuesta apocaliptica, ya que, una vez convertidos en Presidente de los Estados Unidos, la llegada de Zinyak puso en peligro toda la humanidad. Las intenciones de Zinyak vienen siendo las mismas que la mayoría de alienígenas que suelen ser protagonistas de las aventuras, conquistar la tierra y jugar con la humanidad a un siniestro juego, donde, siendo el Presidente, hay que actuar.
Pero lejos de convertir las calles de Steelport un campo de batalla, seremos secuestrados y trasladados a una versión digital, una simulación virtual estilo Matrix, donde Zinyak domina todo, crea y destruye a placer y nos expone a un sinfín de peligros. Aunque el Presidente consigue zafarse de las garras de Zinyak en un principio, despechado, destruye el mundo antes de que consiga reclutar a sus aliados. Ahora es el momento de actuar, desde las sombras, volviendo a entrar en la simulación y combatiendo desde el juego que él mismo ha planteado. Así comienza Saints Row IV, así da inicio una de las aventuras más alocadas y subversivas que se recuerda hasta la fecha, y eso que el juego tiene ya un tiempo.
Claro está, hablamos de un Saints Row que, además, se ambienta en un mundo virtual donde las reglas pueden ser ignoradas y alcanzar capacidades sobrehumanas. Y es que en cierto modo, este título abarca esas posibilidades que la trilogía de los hermanos Wachowski puso en escena. Con la ayuda de Kenzie, quien liberó al Presidente del dominio y le permite volver a entrar, iremos descubriendo cuales son las posibilidades que se ofrecen, si bien, inicialmente comenzamos con dos poderes, el supersprint y el supersalto, poco a poco, superando algunos desafíos, iremos desbloqueando otras habilidades, como es, por ejemplo, el pisotón. De este modo, el salvajismo que caracterizó el anterior Saints Row se convierte en una fascinante explosión de superpoderes que sobrepasarán todos los límites conocidos para hacernos reir y disfrutar sin parangón.
En cierto modo, aquellos que jugaron a Saints Row IV ya conocen todo lo que voy a contar, pero es posible que esta entrega, en su momento, pareciese algo demasiado exagerado, y no llegase a contar con el seguimiento de algunos que hacían llamarse incondicionales, que se rajaron y se quedaron sin disfrutar de una de las aventuras más salvajes, divertidas, hilarantes y desvergonzadas que ha parido desarrolladora. Pero dejemos esto a un lado, porque ha llegado a Xbox One y esto puede traernos cosas interesantes.
No es Matrix, tampoco está remasterizado
Ahora, consideramos el apartado técnico para centrarnos un poco más en lo que abarca Saints Row IV Reelected. Para empezar, se podría decir que este título no aporta absolutamente nada nuevo, en parte es así, ya que, salvando la diferencia que había cuando vio la luz el original entre las consolas y los compatibles, Saints Row IV Reelected se presenta como un producto remasterizado, ligeramente. En su debido momento los compatibles ya presentaban la opción de cambiar la resolución y jugarlo a 1080p y 60fps, con una calidad cláramente superior a la versión de consolas. Considerando esta última como referencia en este caso, el cambio es realmente notable, no sólo por la ingente cantidad de pixeles que nos invitan a contar, también por la cantidad de efectos y el tratamiento de las texturas para que todo esté debidamente construido sin taras visuales. Si que podemos comprobar que, tanto a nivel de diseño como a nivel de efectos, el juego ofrece un espectáculo muy superior, tanto así, que lo más impresionante es como todo transcurre con una fluidez soberbia en todo momento. Aun y todo, hablar de remasterización suena un poco extraño, y es que los típicos problemas que se daban, como el popping, que sigue siendo extremadamente evidente.
Salvando esta circunstancia, no podemos negar que la propuesta que hacen llegar en esta edición Reelected es jugosa, pues Saints Row IV contaba con un gran catálogo de pequeñas y grandes extensiones del producto, a la que hay que sumar Gat Out of Hell, de nueva cosecha. Todo esto permite disfrutar del juego en toda su amplitud y ser todo lo gamberros que deseemos. En parte, poder disfrutar de las expansiones de la historia, como es Enter the Dominatrix, una especie de precuela que viene de maravilla para conocer los aspectos que explican la llegada de Zinyak a la tierra, también incluye otros elementos realmente atractivos, como son, vestimentas, vehículos y armas que fueron añadidos a posteriori y que permitirán caracterizar tanto nuestra banda, como nuestro personaje, para que se convierta en un superhéroe procedente de cualquier cultura o inspiración.
Con esto, volviendo a la experiencia de juego en sí, Saints Row IV Reelected nos ofrece un amplio mapa, ampliable con las nuevas aventuras y expansiones, ofreciendo una buena cantidad de hilarantes horas de juego. Y es que, en cierto modo, entrar en un mundo virtual dominado por Zinyak nos obligará a hacer lo que mejor sabemos hacer, reconquistar la ciudad. Para ello, se disponen de pequeños retos, minimisiones o juegos, que deberán ser superados para poder hacerse con el control de los pequeños barrios que conforman esta Steelport. Un ejemplo serían las tiendas, que antes de poder comprar en ellas hay que desbloquearlas accediendo a un puzzle de pirateo.
Obviamente, encontraremos esparcidos un sinfín de pequeñas pruebas de habilidad, desafíos, misiones, que combinarán la estancia en el mundo virtual con misiones desde la nave en la que entramos a la simulación, donde interactuamos con aliados como la citada Kenzie o Keith David, y viejos conocidos de la saga, como Oleg, Shaundi, Pierce o Matt Miller. Algunos de ellos serán de vital importancia, ya que nos requerirán para hacer misiones que afiancen la amistad que permitirá llamarles para que combatan a nuestro lado. De este modo, sumamos nuevas misiones, tareas, obligaciones, como se pueda definir, ya que, en Saints Row IV Reelected lo que no va a faltar es algo que hacer.
Incluso podríamos asegurar que en los primeros estadíos del juego es recomendable llevar un orden, ya que, considerando la cantidad de misiones y posibilidades de acción que se nos exponen para ir liberando la ciudad del control de Zinyak, podremos perdernos horas. Por ello, considerando estas posibilidades desde un principio, ir completando la historia es una buena opción. Además, si ya da la sensación de que nos inundan con tantas posibilidades, avanzar irá llevándonos a nuevas opciones, como son esas misiones en mundos virtuales dentro de la simulación virtual, en forma de minijuegos extraídos de Tron, para desbloquear algunos elementos de la historia.
No son los Vengadores, son los Saints
Toda esta variedad resulta de vital importancia para comprender, ajenos al transcurso de la historia, como funcionan las mejoras de personaje. El salto entre el salvaje macarra de banda al superhéroe que salva a la humanidad es muy grande y, dada esta diferencia, habrá que tomar cartas en el asunto para alcanzar dicha meta. Hay un número determinado de poderes, no obstante, un sinfín de posibilidades a la hora de mejorarlos. Aunque la base fundamental combina cuatro poderes básicos, Telequinesis, Pisotón y Escudo, los cuales, pueden mejorarse añadiendo diferentes potenciadores, en ocasiones, con un fin relativamente diferente al de destruir por destruir. Esto, combinado con el supersprint y el supersalto, que también pueden mejorarse, hacen de nuestro personaje un superhéroe de los que no hay.
Claro que, para poder avanzar en nuestro desarrollo, habrá que, primero, desbloquear los poderes y los diferentes elementos que pueden emplearse para cada uno de ellos, y por otro lado, obtener clusters que nos permitirán, recopilándolos, mejorar cada uno de estos poderes. En el fondo, la mecánica es sencilla, un número de clusters por una mejora, ¿fácil verdad? Pues hay cientos de clusters, toca buscarlos. Pero por otro lado, como no es de extrañar, el dinero también llama a las puertas de las mejoras, aplicables en esta ocasión, al personaje, a la banda o a las armas, las cuales, pueden ser mejoradas todas y cada una de ellas, añadiendo daño, potenciadores, mejoras de estabilidad, cadencia, velocidad de recarga. Claro que, siempre viene bien tener más salud, que los pandilleros sean más fuertes, que se consigan mejores recompensas. Todo es cuestión de practicar, ganar dinero e invertir.
Ganar dinero no resulta difícil, aunque es más fácil gastarlo, ya que con la gran cantidad de misiones y desafíos que se exponen en Steelport, superarlos, si es posible ganando la medalla de oro, nos reportará jugosos beneficios. De este modo, llegará el momento en el que convenga parar en el avance de la historia y recurrir a estas actividades para obtener mejoras que permitan superar el reto de enfrentarse a los soldados alienígenas de Zinyak, para cuando aparecen los más poderosos, pero sobre todo, porque hay que enfrentarse a Zinyak y es un tipo duro de pelar. Pero bueno, ¿para algo nos convertimos en superhéroes no?
Pero antes de ello, ¿Que es un superhéroe? Un poder conlleva una gran responsabilidad y hay que usarlo de forma correcta para no dañar a nuestros seres queridos, bueno, siendo de los Saints esto no queda demasiado claro. Claro que el título en sí parece algo alocado, pero las opciones dispuestas llevarán al jugador a un escenario lleno de caos y destrucción, algo que puede disfrutarse tanto solo como acompañado, una de las grandes virtudes de Saints Row.
Saints Row IV Reelected es una manifestación de cómo hacer un sandbox totalmente diferente, para ello, abusa de forma flagrante de añadir una cantidad ingente de elementos para la personalización, todo con un toque desenfadado o, excesivamente, soez, que ayuda a diferenciar la licencia de todo lo que conocemos. Personalización extrema, violencia salvaje y una amplia gama de posibilidades caracterizan a un título que siempre ha querido romper los moldes establecidos por otros sandbox. Los límites de lo correcto estaban destrozados, pero le toca a los límites de la realidad, que se rompen esta vez para hacer llegar una historia que romperá todos los moldes. Superpoderes para los Saints, ¿lo que hacía falta verdad? Que bueno, entrar a detallar algo que se analizó hace más de un año es repetirse ¿no?
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Lo bueno
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- La más disparatada historia de los Saints en Xbox One
- Todos los contenidos para disfrutarlo al 100%
- Acción, variedad, disparates, caos, todo lo que hará divertirnos
- Gran interpretación, divertida historia
- Amplio, con cooperativo, intenso en todo momento
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Lo malo
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- Decir remasterización es ser muy generoso
- No se ha aportado absolutamente nada, y el juego no era perfecto
- Que no se haya ampliado de otro modo
- Que no se planteen recuperar la licencia con un reboot
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