Imaginaos un mundo donde la humanidad controla los viajes espaciales y esto se convierte en algo vital para nuestra propia subsistencia ya que tristemente, al igual que ocurre en la realidad, necesitamos un bien del que ya comenzamos a carecer: los recursos naturales. Pues bien, en este contexto nos moveremos en G Prime: Into The Rain dónde tomaremos el control de una de las 10 corporaciones que están autorizadas a explotar un nuevo sistema solar descubierto con una gran cantidad de dichos recursos tales como agua, gas, etc.
Cada corporación tiene tras de sí una sólida carga narrativa por lo que no veremos las mismas intenciones, ideas o motivaciones en unas que en otras. La desarrolladora Soma Games ha decidido crear una historia sólida en base a una estructura básica (aunque ciertamente innovadora) de puzles, habilidad y lógica.
Y llegó la hora de la verdad…
Espacio, naves, puzles y… Paciencia
Lo primero que deberemos hacer es elegir entre una de las 10 corporaciones que incluye el juego para, inmediatamente, ponernos bajo las órdenes de Barker (general que gobierna la nave Ptolemy). Si bien cada corporación cuenta con una gran carga argumental (narradas en inglés), la estructura de todos los puzles del juego es idéntica en todas y cada una de las corporaciones. Dicho esto cabe destacar que lo que para unos puede suponer un aliciente de rejugabilidad, para otros no es más que un pretexto para alargar de forma sinsentida la durabilidad del título.
G Prime peca de dos cosas esenciales que no se pueden justificar por el concepto “indie” y es: su pobre apartado técnico francamente bajo para lo esperable en un título de la nueva generación de consolas y, peor aún, su casi (rozando el total) inexistencia de OST o de al menos un hilo musical que acompañe o amenice nuestra pequeña aventura. Lo primero, siendo sinceros, podemos catalogarlo como algo preciosista sin alardes pero lo segundo podría considerarse insultante para los tiempos que corren.
¿Cuál es la fuerza que G Prime desprende?
En lo que sobresale este título es en su peculiar concepto de la jugabilidad. Podríamos definirlo como novedoso dentro de un género obsoleto y eso es algo que nos hace cuestionarnos un par de cosas: si un juego indie es capaz de innovar dentro de los puzles, ¿podrían algunas compañías más fuertes innovar dentro de sus géneros castrados por el miedo y mostrarnos algo realmente revolucionario que nos dejase con la boca abierta?… En fin…
Volviendo a G Prime diremos que, desde los primeros compases del juego, nos sentiremos atrapados por su mecánica que se resume en los siguiente: en un panel 2D visualizaremos nuestra nave, los puntos a cruzar y la trayectoria del misil a lanzar; luego deberemos lanzar el misil siguiendo el rumbo trazado inicialmente y pulsando A cuando crucemos unos de los puntos marcados, ya con una imagen 3D, y con la posibilidad de desviar ligeramente el misil gracias a su propulsor; y luego obtendremos una puntuación en función de determinados factores como la centralidad a la hora de cruzar los puntos. Todo esto que a priori puede parecer sencillo se vuelve muy complejo a partir del sector 6 o 7 cuando entran en acción factores que nos ponen más difícil nuestro cometido como objetos que destruyen nuestro misil u otros planetas o estrellas que nos afectan gravitacionalmente hablando.
8 sectores y 50 misiones nos esperan en este título de dificultad creciente que pone a prueba, no sólo nuestra habilidad, sino también nuestra paciencia e ingenio a la hora de resolver las distintas situaciones que se nos presentan. Por todo ello su principal virtud se puede convertir en uno de sus inconvenientes ya que su extrema dificultad en su último tramo puede echar atrás a los más impacientes o a aquellas personas que no gocen de un tiempo prolongado para su disfrute.
Resultados de una obra espacial inconclusa…
Soma Games ha realizado un gran trabajo narrativo (aunque en un perfecto y sólido inglés que requiere de cierto dominio de la lengua de Shakespeare) para mostrarnos una aventura espacial cargada de complejos puzles que harán las delicias de todos aquellos que busquen un reto a la altura de los más pacientes. Además el pique está más que garantizado con la inclusión de marcadores con los que podremos comparar nuestras puntuaciones con el resto de jugadores.
Aunque no todo son flores y elogios ya que peca de mecánicas repetitivas (pese a la creciente dificultad), música casi inexistente y un apartado gráfico que bien podría estar entre los juegos más básicos de Xbox 360. Un juego de nueva generación que se queda una generación atrás en determinados aspectos.
Si tuviéramos que emplear un par de palabras que definieran a este título serían: innovador y prometedor. Esperemos que los sucesivos títulos programados por Soma dentro de la saga ARC corrijan los pequeños fallos que lacran esta notable aventura.