Os traemos nuestro análisis de Gemini: Heroes Reborn, un juego que ha pasado por alto en los radares de muchos jugadores, entre los que me incluía. ¿Dará la sorpresa o quedará en el olvido? Seguid leyendo nuestro análisis para ver qué nos ha parecido.
En busca de la verdad
Por lo general los juegos con licencias de series o películas suelen ser malos, seamos claros. Varios juegos de Spiderman, X-Men y Piratas del Caribe me vienen a la cabeza. Gemini: Heroes Reborn no te habla desde el primer momento del universo en el que está basado. El juego te introduce a dos jóvenes, Cassandra y Alex, en un terreno desconocido que quieren explorar para encontrar información sobre los padres de Cassandra. A partir de ahí entendemos las mecánicas de parkour del juego hasta que llegamos a un punto donde todo se complica y unos desconocidos soldados secuestran a nuestro amigo.
Nosotros somos Cassandra, una chica que descubre que tiene un poder que consiste en transportarse en el tiempo. Con un simple botón cambiamos el escenario derruido de 2014 a una base en perfecto estado de 2008. ¿Cómo? Eso es lo que tenemos que descubrir. Gracias a ese poder debemos superar unos puzzles que nos recordarán a juegos como Portal o Singularity hasta llegar a nuestro amigo. Por el camino descubriremos secretos del lugar en el que nos encontramos así como del pasado de Cassandra además de otros detalles que relacionan con la serie Heroes Reborn.
Una mezcla de marca blanca entre Portal y Bioshock
El juego al principio se hace bastante tedioso. La protagonista se mueve demasiado lenta, su enfoque de juego en primera persona se hace extraño… Pero al cabo del rato te haces a los controles y al movimiento. El sistema de Parkour está bien implementado. Una vez introducen las mecánicas de los poderes sufrimos el mismo sistema de aprendizaje, cuando los dominemos seremos casi invencibles.
Cambiar de línea temporal y ralentizar el tiempo son los dos grandes poderes de Cassandra que nos servirán para avanzar en los puzzles así como deshacernos de guardias que estarán presentes en ambas líneas temporales. Además, podemos combinar el poder de ralentizar el tiempo con el de detener las balas para devolverlas a los enemigos.
Otra forma de acabar con ellos es la de lanzarles objetos, cualquier objeto del juego se puede seleccionar. Los más pesados no los podremos levantar con nuestra telequinesis.
Así pues el juego opta por dos tipos de enfrentamientos. Podemos ser sigilosos y acabar con los guardias discretamente (lanzándoles objetos, claro) o ir a lo loco y hacer uso de todos nuestros poderes. Somos casi invencibles así que podemos frenar las balas de los enemigos y devolvérselas para acabar con ellos, lanzar soldados contra otros, tirarlos de las estructuras…
Algunas luces y muchas sombras
Gemini: Heroes Reborn no es un juego que destaque por sus gráficos pero tampoco cuenta con un apartado mediocre. Si bien es cierto que el modelado de los personajes deja mucho que desear los escenarios lucen bastante bien, se nota la facilidad del Unreal 4 por destacar en iluminación y partículas. El framerate del juego es bastante inestable, bajando por momentos de los 20fps en escenarios abiertos. El cambio de dimensiones es bastante fluido salvo si nos encontramos en situaciones de estrés.
El apartado sonoro del juego (voces en inglés, subtítulos en castellano) no destaca por encima de nada. Voces correctas, música de fondo correcta. No hay nada que lo haga especial en este sentido.
Diversion, pero ¿A qué precio?
Gemini: Heroes Reborn es un juego divertido y que se basa mucho en maravillas como Portal, Bioshock o Half Life. El problema es que la trama es plana y predecible. No hace falta que seas fan de Heroes para jugar al juego, quizás te pierdes alguna referencia. El juego entretiene durante unas cuantas horas y lo pasas bien ideando estratagemas para acabar con los soldados haciendo uso de tus poderes.
Gemini: Heroes Reborn es una apuesta interesante y que tiene una jugabilidad que no habíamos visto aún en Xbox One, si os tira para atrás su precio de salida (15 euros) esperad a que baje y dadle una oportunidad porque merece la pena.