¿Cuántas personas son necesarias para crear un juego capaz de transportarte a un bello relato épico de fantasía? Por lo visto con 6 ya vale. SeithGC son los encargados de Ghost of a Tale, y tan solo está compuesto por 6 personas. Indudablemente considero que hay que mencionarlo y, por supuesto, no podré evitar tenerlo en cuenta a lo largo de este análisis.
Cuento épico, narrativa íntima
Ghost of a Tale nos mete en las zarpas de Tilo, un roedor juglar que un buen día recibe una anónima ayuda que le permite salir de su confinamiento en la celda. Un confinamiento que termina, pero que da comienzo a una aventura como pocas. Una aventura que le llevará por los laberinticos pasillos del castillo Dwindling Heights. Nuestro roedor deberá subir a la torre más alta y bajar a las catacumbas persiguiendo fantasmas de leyendas. La historia de Tilo le llevará a entablar raras amistades, a confiar o ser desconfiado, a disfrazarse pasa pasar inadvertido…en definitiva, usar todo su ingenio. ¿Con que finalidad? Rescatar a su gran amor, Merra, y juntos escapar de aquel terrible lugar infestado de ratas.
El arma del juglar es la música
Tilo se encuentra en medio de un castillo gobernado por ratas, estas ratas están armadas y te están buscando. No eres un guerrero, tan solo un ratón al que le gusta cantar y tocar su instrumento. No dispondrás de espadas, ni lanzas ni armas arrojadizas. Tan siquiera podrás ofrecer resistencia si te encuentran. ¿Tus armas? El sigilo, la astucia y los disfraces.
Durante la aventura de Tilo te encontrarás con diferentes NPCs con los que tendrás que tratar si pretendes salir del castillo. Estos NPCs no son simples personajes planos que sirven más de decoración que otra cosa, no, los NPCs son personajes complejos, algunos más, otros menos, pero la narrativa girará tanto entorno a ellos como entorno a ti. En este punto encontramos uno de los puntos fuertes el título: Los diálogos.
Lo que te interesa, ni más ni menos
Los diálogos en Ghost of a Tale son todo lo directos que tú quieras que sean, si en cambio quieres irte por las ramas nadie te lo impide. Al hablar con un NPC el juego te da a elegir varios temas de conversación. Algunos son necesarios para conocer cual es el siguiente paso que debes de dar, o directamente son necesarios para que la historia avance. No obstante, también puedes buscar una conversación con la mera intención de sumergirte en este universo tan bien detallado y cuidado.
Adáptate para sobrevivir
El sistema de progresión no es precisamente tradicional. Si, subes de nivel según vayas avanzando en la historia o completando misiones. Poco a poco obtienes puntos de experiencia que, una vez subas de nivel, aumentará tu barra de resistencia/vida. Has leído bien, en una sola barra encuentras tanto el nivel de resistencia de Tilo, así como el de su salud.
Podrás aprender habilidades, pero no existe un árbol de habilidades convencional. En vez de eso te encontraras con algún NPC que, al cumplir las misiones que te pide te ofrecerá aprender una nueva habilidad. Estas habilidades no las aprendes en un orden establecido, sino que podrás elegir cual quieres aprender primero. Habilidades como la de pulsar un botón y que los objetos se iluminen en rojo, o poder ver el aura de un guardia a través de las paredes cuando estas escondido. No son habilidades que determinan la jugabilidad del juego, pero sí que pueden ser de utilidad.
La curiosidad salvó al ratón
Ghost of a Tale es primero y ante todo un juego de exploración. Durante el transcurso de la partida, el hud no te mostrará el punto al que debes de ir, los objetos (hasta que aprendas la habilidad) no brillarán para llamarte la atención, ni siquiera los más importantes. La exploración se premia, busca en cada esquina y en cada rincón… al fin y al cabo no olvides que eres un ratón.
Todo lo que te encuentres por el castillo Dwindling Heights es importante, o al menos tiene un uso determinado. Desde comida con la que subir tu barra de resistencia/vida, hasta florines que te servirán como pago a cambio de información en el caso de que te atasques. No estarás armado, pero las botellas que recojas podrás usarlas para tumbar a los enemigos que se interpongan en tu camino (siempre y cuando no lleven casco). Los palos te ayudarán a deshabilitar los cepos que puedas encontrar en la oscuridad de las mazmorras u ocultos entre la maleza de los exteriores del castillo. Las velas o el aceite para el candil son indispensables si quieres adentrarte en zonas oscuras, zonas que, por cierto, abundan bastante.
Durante tu travesía encontrarás diferentes partes de distintos disfraces (pirata, guardia, ladrón…) y cuya utilidad llegará cuando sea oportuno. A modo de ejemplo obvio, el disfraz de guardia te permite pasar inadvertido por el castillo sin que ninguna rata sospeche de ti. ¿El problema? Olvídate de correr como ese armatoste puesto. Incluso el disfraz de ladrón hará que algunos NPCs que ya te conocen no sepan quien eres, y en algún momento tendrás que usar esto a tu favor.
¿Pero es un castillo o un laberinto?
El mapa juega un papel fundamental. Ghost of a Tale se desarrolla en un castillo y sus alrededores. Dicho castillo está formado por varias secciones, cada una de ellas dispondrá de un mapa propio. Estarán las mazmorras, los muelles, los patios, la costa, las catacumbas, etc…
Los mapas se podrán encontrar en cada uno de esos lugares, no obstante, si te sobra el dinero siempre puedes adquirirlos hablando con un NPC en concreto. Es importante echar una ojeada a los mapas, pues hasta cierto punto no hay que olvidar que es un castillo de ratas, y por ende es un laberinto. El Patio es probablemente el centro del mapa, ese nexo que une varias secciones. Al final, en cada sección del mapa encontrarás un atajo que te llevara al patio o cerca de este. A la larga se vuelve indispensable el uso de atajos.
Tras varias horas sabrás hacia dónde dirigirte para qué atajo coger para llegar a donde quieres ir. No es rápido, pero con paciencia te acabas acostumbrando a moverte por Dwindling Heights con mucha soltura y confianza. Si te pierdes o simplemente no sabes dónde encontrar algo, no temas, el herrero del castillo es un NPC que te brinda toda la información que necesites. Si te pierdes, no dudes en acudir a él.
Bonito, pero inestable
Sin lugar a dudas Ghost of a Tale entra por los ojos. El título cuenta con unos gráficos realmente destacables, unos gráficos que, acompañados por la ambientación de fantasía épica y un maravilloso diseño artístico, te sumerge en un relato del que no querrás salir. La música es discreta, las piezas musicales no abundan y solo hacen acto de presencia en momentos concretos. Lo que más oirás son los efectos de sonido de tensión/terror cada vez que una rata te vea y tengas que huir con el rabo entre las piernas para esconderte hasta que pase el peligro.
Para un juego donde la exploración es fundamental es importantísimo que tenga una tasa de imágenes por segundo muy estable, y lamentablemente esto es algo donde el título deja bastante que desear. No nos llevemos las manos a la cabeza, el juego tiene bajones, pero estos se limitan en zonas exteriores como patios o los bosques al linde del castillo. Sobre si las caídas son pronunciadas, yo diría que sí. No son pocas las veces que he tenido que pausar el juego para cerrar los ojos por llegar al punto de sentir mareos. Y reconozco que esto precisamente me da mucha rabia porque Ghost of a Tale te invita a explorar, a ir de un lado a otro y mirarlo todo, pero es mejor cuando el rendimiento acompaña. Especialmente al principio, ya que hasta que te hagas una idea del mapa, es más que probable que te pierdas en incontables ocasiones. Por suerte, no es algo que un parche no pueda remediar.
¿Tanto cuento merece la pena?
Las primeras horas de Ghost of a Tale son algo confusas. Me llevó al menos 4 horas entender, no solo de que va el juego, sino que es lo que pide del jugador. Ghost of a Tale es un título exigente, pide que tengas paciencia y que explores todo con calma. Si se te acumulan las misiones, y lo harán, puede llegar a agobiar. Las misiones principales y secundarias se entremezclan en una formula algo difusa, pero dulce cuando aprendes a jugar. En el apartado técnico es quizás donde mas luces y sombras encontramos. Estamos ante un título con un alto nivel gráfico y artísticamente imponente, pero que padece un rendimiento bastante irregular especialmente en ciertas partes del mapa.
A pesar de todo Ghost of a Tale rebosa cuidado y mucho mimo por parte de sus responsables. No es sencillo entender que es lo que pide de ti, pero cuando lo averiguas, costará que dejes el mando. Solo espero que solucionen el rendimiento, pues es lo único que puede llegar a lastrar esta gran experiencia.