Seré sincero, nunca pensé que un juego indie de tan pequeña envergadura fuera a sorprenderme tanto. #IDARB –que llegará gratis en febrero a One como parte del programa Games with Gold– es lo nuevo de Other Ocean Interactive, un estudio reducido pero que ha sabido ayudarse de la comunidad, ya sea mediante la creación de sprites para personajes o simplemente vía feedback respecto a determinadas decisiones.
Definir #IDARB es complicado, ya que se trata de una amalgama de conceptos unidos con un poco de celo y cola de contacto; un proyecto que podría haber sido un desastre pero cuyo resultado ha sido un adictivo indie que apunta maneras de cara a los eSports. Siendo simplista y obviando muchas características del juego –las cuales se comentarán más adelante- podría definirse como un deporte asemejado al baloncesto en el que dos equipos de entre uno y cuatro jugadores intentarán colar la bola en la portería contraria.
Y diréis, ¿qué hay de especial? Pues más de lo que se puede apreciar a simple vista. La innovadora propuesta de #IDARB tiene su pilar central en la sorprendente integración con Twitter y Twitch.
A cada partido que se esté jugando en un determinado momento se le asigna un hashtag, visible en la esquina superior izquierda de la pantalla para jugadores y espectadores. La genialidad es que tuiteando diferentes comandos con ese hashtag desde nuestra propia casa, podemos alterar la partida que estemos disfrutando –también podemos usar el chat de Twitch-. Suena loco y lo es, creedme. No indicaré todos los comandos o hashbombs, pero voy a numerar unos pocos para que os hagáis a la idea de lo que podéis esperar.
- #ricky: Un rickroll nos aparece en medio del campo, quitándonos visión y dejándonos boquiabiertos.
- #boo: Una imagen de una cara siniestra aparece en pantalla acompañada de un sonido tétrico, al más puro estilo enlace que te pasa un amigo para maldecir a toda su familia.
- #barrel: Hacemos un barrel roll!
Como podéis observar, muchos de ellos están cargados de referencias. Pero no serán las únicas, puesto que el comentarista pondrá la guinda del pastel cada vez que haya una jugada de gol con frases como “Here’s my number, call me maybe”; “I’m the King of the world” o “You shoulda put a ring on it”.
La ya más que común estética retro de 8-bits y una vista del campo en 2D facilitan una fluidez y dinamismo necesario para una clase de título tan frenético. Además, y aunque parezca mentira con tanta floritura, #IDARB es tremendamente accesible gracias a sus simplificados controles. Con saltar, movernos, pasar y disparar/robar lo sabremos prácticamente todo.
Como hemos indicado, los equipos pueden ser de 1-4 jugadores, habiendo hasta 8 en pantalla. Se trata de un título muy enfocado al juego local, pudiendo completar el cupo si tenemos la friolera de ocho mandos. También existe un modo online para jugar con amigos o vía matchmaking. Sin embargo, la gran pega de #IDARB es que los equipos sólo se podrán agrupar de forma local, emparejándonos con equipos del mismo número de jugadores. Por ejemplo, siendo un solo jugador el matchmaking nos dará partidas 1vs1.
Pero sin duda la hecatombe viene cuando nos damos cuenta de que tampoco podremos disfrutar de partidos con varios amigos online, sólo participarán dos consolas. No se puede entender como un juego que hace prácticamente todo bien falla en este aspecto, teniendo en cuenta sus propias características. Encontramos también modos campaña para un jugador bastante insulso y torneos locales de hasta 32 equipos.
A pesar de todo, las partidas son muy personalizables gracias a un menú de configuración simple pero efectivo. Si no nos gustan los hashbombs o determinadas mecánicas, será sencillo desactivarlas o activarlas con un click.
Finalmente, quiero adentrarme en su plantilla de personajes, virtualmente infinita. Es así porque, además de los prediseñados –que incluyen personajes de juegos como Halo, D4 o Super Time Force-, se ha implementado un creador donde colorear píxel a píxel nuestro alter ego. Algo parecido sucede con la banda sonora, ya que si nos entra la vena compositora siempre estará la opción de cambiar las pistas originales por unas de nuestra cosecha.
En conclusión, #IDARB es un juego para piques cortos entre amigos, aunque por su propia naturaleza puede llegar a triunfar en el ámbito de los streaming. La gran innovación que trae consigo se ve del todo empañada por una más que evidente falta de opciones en línea. El hecho de no poder montar equipos entre amigos con diferentes consolas supone un ataque al espíritu mismo del juego. No obstante, #IDARB puede ser el precursor de una nueva tendencia en cuanto a interactividad mediante plataformas como Twitch o Twitter. Y ¡qué diablos!, nos llega gratis con Gold en febrero así que os recomiendo que al menos lo echéis un ojo.
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Lo bueno
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- Innovación a borbotones
- Frenético y divertido
- Cantidad de opciones de personalización
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Lo malo
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- Falta de opciones online
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