Don’t Nod es un estudio especial. Saltó a la fama con Life is Strange en 2015, pero ya antes de eso había sorprendido con un juego que pasó desapercibido y que fue injustamente infravalorado: Remember Me. Desde entonces ha encadenado diversos proyectos, siempre apostando por diferentes y arriesgadas propuestas jugables, pero con el nexo de unión del componente narrativo.
Llegamos a 2023 y Don’t Nod ya tiene en su haber, por poner algunos ejemplos, un juego narrativo de decisiones, un hack and slash de ciencia ficción, una novela visual o un RPG. Ahora, con Jusant, el estudio parisino añade a su portfolio un plataformas en tres dimensiones de unas características muy concretas y especiales y que funciona como un reloj tanto en lo que Don’t Nod sabe hacer mejor como en lo que hace por primera vez en este título.
Es por ello que hoy te pedimos que nos acompañes en nuestro análisis de Jusant para Xbox Series X, un emocionante viaje vertical hacia lo desconocido que ya está disponible en Xbox Game Pass y que devuelve a Don’t Nod a lo más alto poco antes de estrenar el que será su proyecto más ambicioso hasta la fecha, Banishers: Ghosts of New Eden, que llega a principios del año que viene.
La base de la vida
Jusant empieza con una simple pantalla en negro en la que se nos explica precisamente qué significa la palabra francesa que da título al juego. Dice así: “vocablo náutico en lengua francesa que designa una marea que retrocede”. Don’t Nod hace bien en explicar el término para los no francófonos, pues es la base de toda la obra y la que motiva el viaje de nuestro joven protagonista. Nada más comenzar nos daremos cuenta de que el mundo en el que nos encontramos está seco, no hay una gota de agua en él.
No diremos nada más de la cuenta para no caer en spoilers, pero la aventura que emprendemos nos muestra a un niño acompañado de una pequeña, adorable y misteriosa criatura dispuesto a hacer un viaje hasta lo más alto de una enorme montaña a la que los lugareños conocen como La Torre. Antaño un lugar donde vivían cientos de personas, durante la escalada veremos que ya nadie queda allí y solo notas y documentos esparcidos por los escenarios nos dan pistas de cómo abandonaron el lugar en busca de otros asentamientos en el llano donde pudieran encontrar algún resquicio de agua. Nuestra misión, claro está, es encontrar una solución al acuciante problema.
Pasito a pasito
Jusant es un juego de escalada, probablemente ya lo sepas, pero los hay de muchos tipos. Este mismo año hemos tenido el hit Only Up (ahora ya retirado de Steam), que apostaba por el vértigo y por la innovadora idea de perder todo el progreso al dar un paso en falso, pudiendo caer durante varios kilómetros. Jusant es algo totalmente distinto. Es escalada relajante. Don’t Nod no quiere que sufras más de la cuenta. Quiere que disfrutes de la experiencia mientras vas desentrañando una apasionante historia, todo ello acompañado de una de las mejores bandas sonoras del año. En serio, el trabajo de Guillaume Ferran es estratosférico y ofrece algunas de las melodías más bonitas que he escuchado en un videojuego en mucho tiempo, al más puro estilo Austin Wintory.
Pero vayamos al quid de la cuestión: la mecánica de escalada. Con mando se siente increíble. Utilizamos los dos gatillos del controlador para emular el movimiento de las dos manos del personaje al agarrarse de los peldaños. Encontrar el ritmo perfecto de alternancia entre los gatillos es fundamental para escalar con velocidad. No te apures, se domina fácil. Don’t Nod quiere que disfrutes del juego desde el primer minuto hasta el último. Eso es básicamente todo lo que tendremos que hacer a lo largo de la aventura, con algunas salvedades, y con diferentes herramientas que enriquecen la experiencia.
Tenemos un salto y doble salto en vertical, tenemos un mosquetón con el que engancharnos antes de realizar un escalada para asegurar nuestro avance y no caer más de la cuenta. También enganches secundarios que nos permiten obtener un punto de sostén en mitad de un ascenso. Y, además, cada uno de los cinco episodios que componen el juego tiene alguna particularidad que hace Jusant siempre se sienta distinto, pero familiar. Hablamos de un sol abrasador que hace que algunos agarres desparezcan pasado un tiempo o de un viento huracanado que dificulta la escalada o, bien aprovechado, nos impulsa en la dirección correcta. Son solo algunos ejemplos de lo que encontrarás en lo nuevo de Don’t Nod.
Desde fuera podía dar la sensación de que Jusant permite una enorme cantidad de formas de progresar. Lo cierto es que no. Su componente de exploración y libertad va por otros derroteros (hablaremos de ello en el siguiente punto), pero la escalada va muy al grano. Por lo general hay un solo camino prefijado. Tu tarea en encontrarlo y escalarlo adecuadamente. Es precisamente por ello que cuando nos hemos salido de la senda prevista hemos encontrado algunas inconsistencias, como el personaje quedándose atascado momentáneamente o no respondiendo de forma correcta. Minucias, en realidad, que no empañan la experiencia.
Mucho más que solo escalar
La escalada es la parte fundamental del gameplay de Jusant, pero hay más en el juego. Un sentido de la exploración y el descubrimiento yacen debajo de toda la roca por la que ascendemos. No siempre está a la vista, pero eso es exactamente lo que hace que sea exploración. Puede que no todos los jugadores estén interesados en estos coleccionables, pero algunos de ellos son los que dan forma a la historia y te la cuenta con testimonios directos de los personajes que vivían en La Torre. Hay murales, piedras amontonadas, pero sobre todo hay documentos.
Algunos de ellos son cartas que se mandaban los propios personajes. Los más interesantes, no obstante, son los de Bianca, la protagonista invisible del juego. Bianca es una joven que emprendió en el pasado un viaje hacia lo más alto de La Torre en busca de la misma agua que persigue nuestro protagonista. Encontrando sus diarios nos enteramos de su historia y sentimos que tenemos a alguien a nuestro lado durante el viaje, aunque no la veamos. Son documentos muy interesantes y nuestra recomendación es que si quieres sacarle el máximo partido a Jusant debes hacer lo posible por encontrar el mayor número de ellos.
Muchos de estos coleccionables se encuentran ocultos en recovecos, cavernas y cuevas que dejamos atrás a medida que avanzamos. Están muy bien integrados y dan una sensación de descubrimiento que le aporta mucho al conjunto.
Don’t Nod toma todas las decisiones correctas
Ya hemos comentado lo bien que funciona la mecánica de escalada y la exploración, así como lo interesante que es la historia (una historia en la que, curiosamente teniendo en cuenta el pasado del estudio, no se pronuncia una sola palabra hablada). Pero esos no son los únicos aciertos de Don’t Nod en Jusant. Antes hemos destacado la banda sonora, pero tenemos que volver a hacerlo porque no solo acompaña en momentos clave, sino que potencia las situaciones más emocionantes del juego.
También acierta la compañía francesa en el tono visual. Es evidente que Jusant es un proyecto pequeño de Don’t Nod, pero ese aire plastilinoso le sienta estupendamente a un título que, por otro lado, ofrece unos paisajes increíbles, dignos de admirar. Convenientemente el estudio afincado en París también ha decidido que Jusant no sea una experiencia exigente ni frustrante. Sí, puede que haya momentos en los que tengas que pensarte cuál es el siguiente paso, pero no supone un desafío imposible. Al fin y al cabo se trata de un juego que quiere que disfrutes de su atmósfera y su enigmática historia. No puedes morir, ni caerte al vacío. No es lo que Jusant pretende.
Finalmente, el último gran acierto del juego es su duración. Esta depende mucho de cuánto te detengas a explorar y cuánto te atasques o no en determinados momentos, pero se encuentra en una horquilla entre las 3-6 horas, en función de tu forma de jugar. Un título perfecto para hacértelo de una o dos sentadas.
Conclusiones
Jusant es el mejor juego de Don’t Nod desde Life is Strange y es algo curioso de decir porque no se parece en absolutamente nada al título que les catapultó a la fama. Es una aventura de plataformas en tres dimensiones que hace de la escalada su gran valor, pero sin olvidar las bases de la propia compañía: la narrativa y el cuidado sonoro. Probablemente poca gente sitúe Jusant entre los mejores juegos del año teniendo en cuenta todo lo que ha salido en 2023, pero todo lo que hace o hace bien. No toma ninguna decisión incorrecta y funciona a las mil maravillas, ofreciendo una experiencia relajada, emocionante y satisfactoria. Para mí sí es uno de los tapados del año y, por lo tanto, uno de los juegos más recomendables de este 2023 inolvidable.