Nacida en el año 2004, la compañía sueca Tarsier Studios ha ido dando pequeños pasos mayormente en el género de las plataformas hasta convertirse en lo que es a día de hoy: un referente en las aventuras plataformeras con toques de sigilo y terror. Little Nightmares anunció en 2017 que Tarsier era un estudio a tener muy en cuenta y ahora Little Nightmares 2 nos ha confirmado que los suecos van muy en serio. Acompáñanos en las siguientes líneas en nuestro análisis de Little Nightmares 2 en su versión de Xbox One, aunque hemos tenido la posibilidad de jugarlo en Xbox Series X.
El desconcierto, la clave
Si has llegado hasta el día de hoy sin conocer absolutamente nada del argumento de Little Nightmares 2, debo decirte que estás de enhorabuena. Lo nuevo de Tarsier Studios guarda fantásticos giros de guion que, sin embargo, han sido revelados en las sinopsis oficiales del título. Por supuesto no seremos nosotros quienes te demos más detalles de los necesarios. Lo único que verdaderamente debes saber sobre la historia de Little Nightmares 2 es que tomamos el control de Mono, un misterioso niño que, en compañía de una amiga, debe avanzar por un tétrico mundo en el que todo es peligroso y cualquier ser que nos encontremos es una amenaza.
En ese sentido, Tarsier ha mantenido intactos los valores artísticos que tan bien valorados fueron en el lanzamiento de la primera entrega de la franquicia. Los suecos tenían una ardua tarea en lo que respectaba a mantenerse a la altura de lo que ofrecido hace ya cuatro años. Afortunadamente podemos decir sin temor a equivocarnos que no solo han estado a la altura de las expectativas, sino que las han superado con creces. Little Nightmares 2 hace del desconcierto su bandera y lo convierte en una inquietud creciente en el jugador.
La pesadilla más íntima
Jugablemente Little Nightmares también conserva las bases fundamentales (como pudimos ver en la demo) que hicieron del primer juego un auténtico éxito de crítica. Sin embargo, Tarsier era consciente de que debía hacer evolucionar la fórmula de una forma u otra. El elemento diferencial para hacerlo posible ha sido la inclusión de un segundo personaje que, no obstante, actúa como NPC. No podemos controlarlo ni tampoco puede ser controlado por otro jugador con un segundo mando. Y ese es, a mi humilde entender, el mayor acierto del juego.
Nuestra compañera de pesadilla actúa autónomamente y casi siempre sigue nuestra estela. La gran idea de Tarsier ha sido rescatar mecánicas fabulosas de triunfos pasados, como podría ser el caso de ICO. En caso de que no lo conozcas, en este título el protagonista iba acompañado de un personaje femenino con el que podía comunicarse mediante suaves llamadas y también podía tomarle de la mano para guiarle por el camino adecuado. Estas son precisamente las dos mecánicas que Little Nightmares 2 ha “tomado prestadas” y ha hecho suyas en el mejor de los sentidos.
Más allá de ser de utilidad para los momentos en los que nuestra acompañante pueda quedarse “atascada” y no acudir adonde debería, son elementos que nos ayudan a conectar emocionalmente con ella. La mecánica de tomar de la mano no tiene una utilidad real quitando un par de momentos muy puntuales de la aventura. No obstante, nosotros lo hemos puesto en práctica en determinadas situaciones del juego y nos ha servido enormemente para entrar de lleno en la historia que se nos estaba contando (si bien el título lo deja todo a la imaginación del usuario).
El triunfo de la simpleza
Little Nightmares 2 vuelve a apostar por mecánicas simples, sencillas de aplicar y, a fin de cuentas, divertidas. Repiten todas las que ya estuvieron en la primera entrega: esprintar, agacharse para mantener el sigilo, saltar y agarrar cosas (ya sea para agarrarnos a salientes, escalar o tomar objetos que nos ayuden a proseguir en nuestra aventura hacia lo desconocido). En cuanto a las cosas que podemos coger, en esta ocasión tenemos la oportunidad de hacer uso hachas o tuberías en determinados momentos que nos servirán para derribar obstáculos o incluso defendernos de enemigos. En algunas fases del juego también contamos con herramientas adicionales, como una linterna que nos servirá para alumbrarnos en la oscuridad.
Todos los niveles que componen la obra rayan a un gran nivel, aunque personalmente me quedo con el segundo y tercero. Tener tu clímax jugable en la mitad del juego podría pesar negativamente en la recta final, pero lo cierto es que el juego lo compensa con un tremendo in crescendo en intención narrativa y emoción argumental. Sea como fuere, desde mi punto de vista Little Nightmares 2 ha logrado algo muy complicado: superar en ingenio a las situaciones vividas en la primera entrega. Aunque muchas de las acciones que llevamos a cabo (como activar palancas, conseguir llaves para abrir el camino o interactuar con fusibles) ya son conocidas de la primera parte, Little Nightmares 2 lo lleva todo un poco más allá. Y casi siempre con un increíble acierto.
De hecho, este segundo juego es casi el doble de largo que el primero y aun así nunca sientes que sobra nada. Dependiendo de si te atascas o no en algún puzle en concreto, la aventura puede durarte unas 5 ó 6 horas, lo cual es una duración más que interesante para un juego de este estilo y que supera a obras del género, como Limbo, Inside o el propio Little Nightmares.
Belleza en las tinieblas
Enmarcarse en un género como el terror y apostar por lo macabro de una forma tan marcada podría hacernos pensar que Little Nightmares 2 no es un juego bonito. Nada más lejos de la realidad. Nuestros pequeños personajes, rodeados de grandes peligros y entornos sombríos a más no poder crean un contraste magnífico. Visualmente el juego de Tarsier sigue estando a un gran nivel, pero donde verdaderamente sobresale es en lo sonoro. La música del juego es espectacular, especialmente su ya conocido tema principal. Todo contribuye a meterte de lleno en una atmósfera que te atrapa desde el primer momento y que no te suelta hasta su último aliento.
En lo jugable, Little Nightmares 2 ha vuelto a apostar por el avance en scroll lateral, a lo que aporta una gran variedad de situaciones la profundidad de sus escenarios. Y es que a pesar de que nos movemos lateralmente, en ocasiones nuestros objetivos están al fondo de pasillos hacia los que tenemos que ir o en diferentes planos. Este juego de perspectivas juega en ocasiones malas pasadas que nos hacen morir de formas absurdas o atascarnos con elementos que considerábamos más cercanos o más alejados. Sin embargo, se trata de nimiedades dada la calidad general del título.
Conclusiones
Little Nightmares 2 es todo lo que podían esperar los fans de la primera entrega. Tarsier Studios ha cuajado una obra casi redonda dentro de su género y ha mejorado lo que parecía imposible de mejorar. Su duración, su ambientación, su música, sus personajes, sus ingeniosas situaciones. Todo es como debería ser. Es por ello que no es descabellado decir que Little Nightmares 2 podría ser uno de los tapados de este 2021 que acaba de comenzar, pero del que ya se postula como uno de los grandes juegos. Lo que sí tenemos claro a estas alturas es que queremos más de esta pequeña gran saga.