Empieza un nuevo año y todos estamos entusiasmados por los grandes juegos triple A que se lanzarán al mercado durante este 2016. Sin embargo, no podemos perder de vista los juegos más independientes o ‘pequeños’ que también verán la luz este año. Uno de los primeros juegos que llegará este año será Lovely Planet, el videojuego de QuickTequila que ya vio la luz en otras plataformas y que ahora hará lo propio en Xbox One.
Lovely Planet es un videojuego con un concepto extremadamente simple. Seremos un personaje que, armado con una especie de rifle muy especial, ya que tiramos puntitos morados que al impactar en una superficie irradia corazones, y una velocidad endiablada, tendremos que completar una serie de niveles para llegar al ansiado Lovely Planet.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y no será tarea fácil llegar al ansiado ‘planeta de chucherías’ ya que, cada nivel esconderá una serie de enemigos implacables, saltos que tendremos que medir muy bien y personajes aliados que nos ‘cargaremos’ por inercia y sin querer. El objetivo será superar lo cinco mundos que componen el videojuego, un total de 100 niveles, y hacerlo en el menor tiempo posible.
Hasta ahí la premisa jugable básica de este Lovely Planet, un videojuego que está hecho expresamente para realizar un speedrun tras otro. ¿Dónde está el misterio del juego? Pues en el diseño de escenarios y en los enemigos que, aunque son tres, son unos tocanarices de cuidado. Ya he comentado que estaremos armados con una especie de rifle (por su comportamiento, porque en cuanto a diseño es un palo), que dispara corazones. Los diferentes enemigos sólo aguantarán un impacto del proyectil sin embargo, mientras que hay enemigos que no hacen absolutamente nada al principio de la aventura como las pirámides isósceles, habrá otros que tocarán bastante las narices, como los cubos que nos disparan y, sobre todo, una especie de ‘plastas’ que no es que nos hagan daño a nosotros sino que, si no las reventamos antes de que impacten con el suelo ya podemos dar por perdido el nivel.
Moriremos, si, moriremos muchísimo y ahí se esconde la diversión del juego de QuickTequila. Y es que, no sólo morir será una parte fundamental de la experiencia sino la suerte de no recibir un proyectil y la mecánica de disparar mientras saltamos y evitar que los proyectiles enemigos mencionados anteriormente toquen el suelo. También debemos estar atentos a las combinaciones entre los enemigos, los cubos ‘civiles’ a los que no podremos disparar (ya que, si lo hacemos, reiniciaremos el nivel de forma automática) y, sobre todo, a los proyectiles enemigos que podrán impactarnos mientras estamos en el aire.
Como veis, el ritmo del juego es frenético y aquí radica no sólo su mayor virtud sino su principal defecto debido a un control que no es lo fino que debería. Lovely Planet es un juego de PC, algo que se demuestra claramente en niveles como el 20 del primer mundo en el que realizamos un super salto y tenemos que disparar a tres proyectiles enemigos antes de que caigan al suelo, una tarea que nos llevará unos 20 intentos, como mínimo, debido a que no estamos acostumbrados a realizar unos movimientos tan precisos ni rápidos con un mando. De hecho, comparando con otro juego frenético como Call of Duty, hay veces que me sentí incapaz y tremendamente frustrado con este Lovely Planet debido a una dificultad desmedida en algunos niveles.
¿Esto es una crítica? Ciertamente… si. Habiendo jugado a la versión de PC considero que no se debe realizar un port 1-1 a consola de la versión de compatible. No pido una suerte de ‘auto-aim’ pero no habría estado de más alguna opción más a la hora de configurar los controles.
Planeta… adorable
En cuanto al apartado audiovisual, nos encontramos ante un videojuego muy simpático, en todos los aspectos. El diseño parece sacado de un juego de la saga Katamari, con mucho diseño poligonal y coloreado con pigmentos vivos. La banda sonora original, por su parte, no es que sea demasiado extensa pero si acompaña a la perfección a lo que vemos en pantalla y es muy simpática. Creo que es la mejor definición que puedo darle a la BSO. Los efectos de sonido son básicos, escasos pero, la verdad, no necesitamos más para disfrutar de Lovely Planet.
Monísimo y frustrante
Lovely Planet es uno de esos videojuegos que están bin hechos, muy bien hechos me atrevería a decir, pero es de esos pocos juegos que no puede realizarse ni disfrutarse igual lejos de su ‘medio’, el ratón. En Xbox One se trata de un título que disfrutaremos, si, pero que nos hará sudar la gota gorda ya que, a la dificultad del propio juego tenemos que sumarle el handicap de jugar con un mando que, por muy bueno que sea, no es comparable a un ratón en cuanto a velocidad de movimientos y precisión.
Audiovisualmente es irreprochable y aunque es un videojuego que dura un suspiro es altamente rejugable ya que el objetivo será batir nuestro propio crono. Como punto muy a favor podemos destacar que es algo único en el catálogo de la consola de Microsoft y, en alguna oferta, vale la pena apostar por él eso si, bajo vuestra cuenta y riesgo y si os veis capaces de sacar todas las estrellas de cada nivel, algo que me parece imposible. Por último, me veo en la obligación de decir que el juego está en completo inglés, algo irrelevante a la hora de disfrutarlo ya que no es necesario entender absolutamente nada del idioma de Shakespeare.