Por suerte para el ser humano, en la Tierra estamos sujetos a las leyes de la física, que nos impiden realizar acciones imposibles y nos mantienen con los pies en el suelo. También por fortuna, los videojuegos son el escenario perfecto para experimentar con aquello que va más allá de lo posible y eso es precisamente lo que trata de hacer Park Beyond en un género tan copado como el de la gestión y construcción.
Sí, ha habido grandes juegos de construcción de parques de atracciones a lo largo de la historia y es exactamente por ese motivo que el estudio alemán Limbic Entertainment (Tropico 6), que ya tiene experiencia en materia de gestores de recursos y simuladores, ha decidido dar un giro de tuerca a la fórmula tradicional de este tipo de obras. Park Beyond, en ese sentido, introduce el concepto de imposibilización, que nos permitirá hacer de nuestro parque temático el más único del mundo. Acompáñanos en nuestro análisis de Park Beyond para Xbox Series X para descubrir qué significa y qué nos ha parecido el juego de Limbic y Bandai Namco.
Imposibilización o hacer posible lo imposible
Park Beyond sustenta su base jugable sobre el concepto de imposibilización. Los juegos de construcción de parques de atracciones han ofrecido históricamente la posibilidad de instalar atracciones clásicas, diseñar montañas rusas o situar puestos de bebidas y perritos calientes para satisfacer las necesidades de los clientes. Todo eso es también posible aquí, pero a ello hay que sumar el término que venimos mencionando. En Park Beyond, imposibilizar es romper la barrera de las leyes de la física y lograr que cualquier atracción cobre una nueva dimensión que aporte el toque de locura y diversión a nuestro parque.
Hablamos de norias dobles, animatrónicos que cobran vida propia o incluso de la capacidad de imposibilizar tiendas o empleados. Para hacerlo tendremos que ir llenando el medidor de asombro, algo que solo se puede conseguir al satisfacer a los visitantes de nuestro parque. Al ir aumentando el nivel de asombro (indicado con una suerte de lápiz en la esquina superior izquierda de la pantalla) iremos ganando la capacidad de imposibilitar nuevos elementos de nuestro parque hasta llegar a las espectaculares atracciones.
En nuestra opinión, la imposibilización es una gran idea de Limbic para Park Beyond. Y es que sí, el juego huye del realismo en este apartado en concreto, pero también se desmarca de una competencia que casi siempre ha seguido los mismos derroteros. En cuanto a las atracciones en sí, hay algo más de una veintena de ellas (imaginamos que con futuros DLCs la cifra irá aumentando, lo que contribuirá a una mayor variedad y disfrute) y tres tipos de vías para construir nuestras propias montañas rusas. Una buena oferta de lanzamiento, aunque nos hubiera gustado que el número fuera superior.
Construir tus sueños con mando
No cabe ninguna duda de que los videojuegos de gestión y simulación han sido históricamente vinculados al mundo del PC. Por fortuna cada vez son más los que aterrizan a consolas desde el primer día con fantásticas versiones, pero aun así cada obra es un mundo y en muchas ocasiones el mando no es capaz de suplir con acierto las bondades del ratón y el teclado. Por eso nos alegra decir que no es el caso de Park Beyond. Es cierto que te costará un par de horas hacerte al manejo con mando de Xbox (así lo hemos jugado nosotros), pues se trata de un juego profundo, con una gran cantidad de menús (muchos de ellos explicativos como parte del tutorial), accesos rápidos y demás comandos.
Sin embargo, en lo fundamental (la construcción y decoración del parque y el diseño de las montañas rusas) funciona como un reloj; una vez más, teniendo en cuenta que deberás pasar un periodo de aclimatación al manejo. En especial la creación de montañas rusas nos ha encantado. Ascender, descender, crear loopings, retorcer la vía para que los visitantes vayan boca abajo y todo tipo de posibilidades que te ayudarán a crear atracciones tan espectaculares como vistosas.
Para conocer todos los entresijos del juego e ir haciéndote a las mecánicas (y la profundidad no solo de su construcción y decoración de cada mínimo detalle -entre lo que se incluye incluso elegir los colores del uniforme de nuestros empleados-, sino también la gestión económica y financiera -que cuenta con varios aspectos a tener en cuenta para que el lugar sea rentable además de divertido) Park Beyond hace gala de un completo modo historia. Dividido en ocho misiones, esta modalidad de juego nos invita a ponernos en la piel de un joven con ideas alocadas que encuentra a las personas indicadas para hacer realidad sus ideas.
En cada una de las misiones se nos plantean retos diferentes para ofrecer viabilidad a los parques a través de mejoras o construcción de nuevas atracciones. Incluso aunque este modo historia no sea lo que busques en un juego de parques temáticos, te recomendamos encarecidamente que al menos completes los primeros niveles para ir conociendo la profundidad que esconde el juego antes de saltar al modo libre, en el que podemos iniciar nuestra aventura en escenarios de diversa forma y ambientación.
Personalmente me quedo con el modo sandbox, en el que uno puede dar rienda suelta a su imaginación y terraformar el terreno, construir las atracciones, los paseos, las entradas y salidas, los puestos de venta y contratar al personal desde cero. Es mucho más divertido partir de la nada y crear un parque exitoso, pero a buen seguro muchos de vosotros encontraréis la motivación para completar una campaña que, todo sea dicho, se sigue con interés y enseña mucho sobre la obra de Limbic Entertainment.
Margen de mejora en lo técnico
Todo juego tiene sus luces y sus sombras. Las luces de Park Beyond son la imposibilización y las posibilidades que ofrece a la hora de crear el parque temáticos de tus sueños. Sin embargo, donde hay margen de mejora es en el apartado técnico. Al menos en sus primeros días de vida, el título de Limbic tiene pequeños fallos visuales como clipping y también nos ha crasheado una vez. Nada exagerado ni que perjudique a la experiencia, pero que requiere de alguna que otra actualización para corregir estos problemas y acabar siendo lo más pulido posible.
En la otra cara de la moneda se encuentra el apartado visual. Park Beyond no tiene unos gráficos realistas ni tampoco lo pretende. El videojuego del estudio germano apuesta por el colorido, la saturación y el brillo, todo ello muy a juego con el enfoque alocado y centrado en la diversión que presente en lo jugable. En este sentido, lo más destacado es el modelado de las atracciones e incluso de los visitantes. En cualquier momento podemos hacer zoom a ellos y podremos contemplar que no se trata de los típicos muñecos poco definidos para hacer bulto, sino que tienen un trabajo detrás que se agradece cuando estamos sumergidos en la acción de nuestro parque.
Aunque se trate de algo secundario, no queríamos terminar este análisis sin mencionar la banda sonora del juego, con muchos temas vibrantes y atractivos de escuchar, tanto cuando nos encontramos en los menús como cuando estamos manos a la obra construyendo el parque. El título también cuenta con un estupendo doblaje al castellano que nos acompaña durante todo el modo campaña.
Conclusiones
Puede que hayas jugado a otros juegos de construcción de parques de atracciones, pero ninguno tenía lo que tiene Park Beyond. Hablamos de la imposibilización, que nos permite convertir atracciones convencionales en auténticas locuras con las que deleitar a los visitantes de nuestro parque. Lejos de ser un mero reclamo promocional, es el elemento diferencial del juego de Limbic Entertainment, que lo apuesta todo al factor sorpresa de este concepto sin olvidar las bases jugables de un género tan querido: diseñar montañas rusas, cuidar todos los detalles decorativos, contratar personal, mantener el equilibrio financiero, ofrecer una buena experiencia a los clientes o tener que pensar y planificar los lugares de inicio y final de cada cola y la localización de cada atracción.
A pesar de algunos problemas técnicos, Park Beyond es exactamente lo que los fans del género esperan de este tipo de juegos, pero con una fantástica vuelta de tuerca que merece que le eches un vistazo.