Cuando las ideas del cancelado proyecto de Prey 2 fueron desechadas, muchos dudaron de la viabilidad del reboot que preparaba Arkane Studios, una visión personal de lo que podía llegar a ser el concepto del original, pero también muy alejado del clásico de Human Head Studios. Prey, a secas, al fin llegó el año pasado de manera sobresaliente por su original propuesta, pero tuvo una tibia recepción entre el público pese al gran trabajo de los creadores de Dishonored.
El futuro de la marca parecía abocado al fracaso, pero Prey no podía terminar así, no debía. El talento tiene que entregar sus frutos. Bethesda, por suerte, siempre se mostró afín al proyecto, afirmando Pete Hines que Prey aún no había dicho su última palabra.
Hace tan solo unos días, durante la presentación de Bethesda en el E3 2018, se anunció Mooncrash, un contenido que expande el universo de Prey con una experiencia genuina. Lo mejor es que no hemos tenido que espera demasiado para jugarlo, esa misma noche se puso a disposición de los usuarios.
Escapa de la luna
Mooncrash no es una continuación de la historia de Prey, funciona de manera independiente a la aventura de Morgan Yu. Aun manteniendo las bases del título principal, la propuesta de juego es completamente distinta y se acerca más a una experiencia de corte arcade.
Esto no significa que no haya un protagonista y una trama de fondo. En concreto, aunque toda la experiencia se maneje dentro de una simulación y otros personajes jugables de los que hablaremos más adelante, nuestro protagonista es un trabajador de KASMA, otra de las start ups espaciales que han salido de la Tierra para conocer el espacio.
Algo ha pasado en la estación lunar de Transtar, se ha recuperado un operador y un visor de espejo, pero la información está muy encriptada y debes entrar en la simulación de forma visual. ¿Qué significa esto? Pues que tendrás que revivir lo ocurrido en la piel de los trabajadores de la estación. Aquí es donde la cosa se pone interesante y se despliega una experiencia tan atrapante como exigente.
Escapa con cada uno de los personajes jugables, descubre que ha pasado en Pytheas y cumple todos los objetivos de KASMA para finalizar tu contrato. ¿Parece sencillo? Pues nada más lejos de la realidad.
Reiniciando simulación
¿Os acordáis de esa película de Jake Gyllenhaal que repite una y otra vez los últimos 8 minutos para resolver un atentado terrorista? Pues más o menos eso es lo que nos espera en Mooncrash, solo que aquí, cada vez que iniciemos partida en la simulación, ésta se genera de manera aleatoria. Es decir, donde antes había loot, ahora puede que no, o no sea el mismo. Los enemigos cambian de zona e incluso las condiciones del escenario varían un poco.
Tendremos hasta 5 personajes jugables disponibles con distintas capacidades únicas para completar la simulación, pero ojo, tendremos que superar ciertos objetivos para desbloquear a cada uno y terminar la simulación con éxito implica escapar de la estación de una manera determinada con los cinco personajes en una sola partida. Los chicos de Arkane Studios se sacan de la manga una experiencia al más puro estilo roguelike, porque completar la simulación no solo implica una dificultad creciente, sino que, al morir, la simulación se reinicia con otro personaje. Si mueren todos, a empezar desde el principio.
Dentro de cada simulación, y tras completarla, recibiremos unos puntos que servirán para personalizar el equipo de nuestro personaje antes de entrar a la próxima partida para tener más garantías de salir con vida.
Mooncrash no es una experiencia nada fácil. Por lo general, los comienzos de cada simulación son muy duros, corriendo a contrarreloj para conseguir equipamiento y recursos en los diferentes rincones de la estación Pytheas. Éste es otro gran punto a tener en cuenta. El mapeado es enorme, con hasta cuatro zonas de un tamaño muy considerable, con distintas funciones y ambientes. Completar cada uno de los objetivos implica conocer todos los rincones de la estación mientras el tiempo corre en nuestra contra y los enemigos se van haciendo más y más fuertes.
Poco os puedo contar de la jugabilidad de Prey que no dijéramos en su día. Mooncrash trae de vuelta todas las características del juego base, pero les inyecta un pequeño plus de realismo y dureza. No solo encontraremos nuevos artilugios, enemigos y habilidades, sino que para hacer de ésta una experiencia roguelike genuina, pero con el toque marca de la casa, el equipo nos hará sufrir con nuevos estados alterados que nos pondrán las cosas muy difíciles. Tras sufrir un daño considerable, por ejemplo, nuestra salud se verá mermada al mínimo y acciones como correr o saltar agotan nuestra salud hasta hallar el suministro indicado para curarnos o encontrar un operador médico. De igual manera con quemaduras o degastes psiónicos. Ahora recuerda que las simulaciones son aleatorias, genial.
Por lo demás, encontraremos una propuesta tan satisfactoria como la original. Un juego de acción en primera persona con poderes y artilugios de todo tipo, un inteligente sistema de creación y reciclaje, y libertad máxima a la hora de elegir qué hacer y a dónde ir.
Ambientación espacial con sello propio
En materia visual nos pasa exactamente lo mismo, no vamos a encontrar grandes diferencias en Moncrash. Una vez más, vuelve esa mezcla tan interesante del imaginario espacial futurista, mezclado con la decoración Art Decó que tan bien lucía en los interiores de la estación Talos 1. Como entonces, el diseño está cuidado hasta el mínimo detalle.
El motor Cry Engine que usa Arkane Studios en este juego vuelve a mostrar un resultado notable, sin demasiados alardes, pero con un acabado y un rendimiento adecuado. La gran pega, igual que en el juego base, es que los tiempos de carga en Mooncrash son demasiado abultados, no tanto al entrar y salir de cada zona, pero sí al entrar al propio juego y a la simulación. La carga de texturas también se ve retardada al entrar o salir de una zona.
Mooncrash no es la expansión de Prey que esperábamos, puede ser que por ello nos haya gustado tanto. Todos estábamos esperando continuar la historia de Morgan Yu, pero sorprende ver que Arkane Studios se haya sacado de la manga un roguelike de lo más exigente y satisfactorio. La propuesta de este contenido funciona desde el primer momento que mezcla la competitividad de un juego arcade con las mecánicas de Prey. Es el patio de juego ideal para los fans de la aventura original.