Hace unos años, los Tower Defense surgieron como un género que se podía englobar en torno a la estrategia, pero en la que la acción era más protagonsita. Surgieron muchas propuestas interesantes, pero entre ellas, una pudo destacar por su carácter y estilo. ACE Team tuvo un planteamiento que además de divertir por si mismo, divertía por ofrecer una visión un tanto peculiar de la historia. Una historia en la que icónicas figuras se enfrentaban entre sí “a pedradas”. Os presentamos el Análisis de Rock of Ages III: Make & Build, la última entrega de esta saga que muchos esperan y otros deberían probar.
Y es que pese a contar con personalidades históricas, artísticas o incluso mitológicas, la auténtica protagonista es una gran roca. Y es que el jugador se enfrentará a múltiples desafíos haciéndola rodar por laberintos con objetivos muy diferentes. Tras una primera entrega muy básica, Rock of Ages II: Bigger & Boulder incrementó los modos de juego y opciones multijugador.
Historietas con grandes personajes de la historia al puro estilo Monty Phyton.
Ahora, es el turno de mejorar todavía más esta experiencia y para ello, además de ampliar los modos de juego, la principal baza es la de poder crear. La comunidad siempre ha tenido ganas de más y, por ello, Rock of Ages III: Make & Break incrementa las posibilidades añadiendo un modo de edición para que la comunidad se deje llevar por la creatividad y la comparta con el resto de jugadores.
No obstante, comenzaremos por analizar los ámbitos generales que han introducido en Rock of Ages III: Make & Break. Tal como sucedió en los títulos anteriores, la llegada de una nueva entrega supone la renovación del apartado gráfico, gracias al uso de la siguiente versión de Unreal Engine. Lejos de intentar sorprender con un apartado gráfico deslumbrante, Rock of Ages III: Make & Break es uno de esos juegos que ofrece un estilo muy particular.
Su diseño es santo y seña de una experiencia destinada a la diversión, tanto por el juego, como por su ambientación. Con un estilo que puede recordar al diseño de las animaciones de las películas de los Monty Phyton, también aprovechan ese humor para enfocar la historia para esta propuesta. Es gracias a este peculiar estilo que el juego ha conseguido labrarse una impronta, un carácter propio que lo distingue del resto.
Obviamente, aunque el fin es divertirse, el objetivo es superar al rival
Y ese diseño es lo que “limita” su aspecto visual, que pese a renovarse a una nueva versión de Unreal Engine, no busca copar cotas de espectacularidad. Se nota renovado, se nota mejorado y prima un rendimiento que es estable. Es más que suficiente, porque lo que prima es poder disfrutar de una propuesta que quiere hacer disfrutar y esbozar una sonrisa en cada momento. No obstante, no se puede negar que el nivel de detalle es mayor que en anteriores entregas, pero parece más propio de una mayor dedicación que otra cosa.
El modo historia, que ahora recorre la línea temporal que va desde los griegos a la actualidad, cambia ligeramente la perspectiva e introduce nuevas escenas desternillantes con algunos icónicos personajes de diferentes culturas y mitologías. Al haberse ampliado el número de modos de juego, nos encontramos con que cada fase ofrece acceso a diferentes tipos de desafíos que superar. Superarlos otorga estrellas que se emplearán para seguir explorando la línea temporal.
Nuevamente encontramos la fase de exploración de las fases ambientadas en diferentes culturas y épocas
Aquellos que recuerden el título original, sabrá bien que la base del juego es la de intentar derribar la puerta del castillo rival, mientras el rival hace lo propio con la nuestra. Se cuenta con una piedra, la cual deberá recorrer un laberinto repleto de obstáculos para poder alcanzar con la máxima integridad y velocidad para hacer el máximo daño. Del mismo modo que el rival nos lo pondrá difícil, debemos hacer lo propio ubicando obstáculos en el recorrido que seguirá su roca.
Aunque pueda parecer complejo, no lo es cuando nos metemos en batalla. En esta ocasión, se ha añadido una opción diferente, como modo de juego, donde solo se puede recurrir al uso de un único objeto defensivo. Es un desafío algo más exigente que cuando nosotros elegimos qué tipo de trampas podemos emplear. Apenas habría un cambio en el concepto de estos dos modos de juego, pero si lo hay en otras variantes menos agresivas.
La mayor diversidad de modos de juego es un punto clave de esta nueva entrega. Hay para todos los gustos
Y es que bien para ver quien es más rápido, bien para luchar contra un crono o el Ske-roca, donde se hace una especie de carrera sumando puntos para acabar buscando multiplicar la puntuación obtenida en el recorrido, Rock of Ages III ofrece más diversidad que nunca para que no falte diversión. Incluso encontramos un modo alternativo, como es el Humpty Dumpty en el que en lugar de llevar una sólida roca, hacemos rodar al huevo de Alicia en el Pais de las Maravillas para llevarlo a la meta sin que se rompa.
Obviamente, el juego se disfruta mucho más en compañía de amigos, tanto cooperando como compitiendo. Aun así, uno de los elementos más importantes de Rock of Ages III es la inclusión de la opción de crear mapas.
La herramienta de creación de mapas ofrecerá infinitas posibilidades para crear y compartir
Y puede que esta sea la característica que más se ha demandado a la saga hasta la fecha. Porque los diferentes juegos podían pecar de falta de contenido, y cuando te aprendías los diferentes recorridos, por mucho que se ofrezca un juego atemporal que se disfruta en cualquier momento, al final le pesa esa carencia. Pero ya no habrá excusas para no seguir disfrutando, pues Rock of Ages III: Make & Break, hace honor a su título.
Eso sí, en el caso de Xbox One, la herramienta de edición de los mapas puede hacerse algo compleja. Es cuestión de tener paciencia y pasión, donde seguramente muchos terminarán adaptándose a todas las opciones de diseño y personalización que hay disponibles. A partir de ahí, esas creaciones pueden ser compartidas por la comunidad, así que tanto si eres creativo, como si simplemente quieres más, la comunidad ofrecerá lo que necesitas.
El juego tiene un diseño peculiar, pero Unreal Engine ofrece un resultado notable en todos los aspectos
De este modo, Rock of Ages III: Make & Build es un juego redondo, como la roca que lo protagoniza. Un juego que atesora toda la experiencia de sus precursores y le ha añade las funciones que podían ser más requeridas. Aunque pueda parecer una propuesta sencilla, que lo es, su carisma y diversidad de opciones lo hacen en uno de esos juegos que no cuesta disfrutar. Tanto en solitario, como sobre todo en compañía, Rock of Ages III: Make & Build puede ser ese juego que enganche por lo divertido que resulta. En el fondo, es lo que hace a los juegos triunfar, aunque algunos tengan más complicado “entrar por los ojos”. En esta ocasión, se trata de uno de esos juegos que merece la pena probar, aunque una vez se prueban, es de esos que es complicado desengancharse.