Tras casi dos años de descanso y el relevo de una de las figuras míticas del golf como es Tiger Woods, muchos esperaban con ganas el ansiado regreso de la saga PGA Tour, y más sabiendo que hace su debut en Xbox One con el lanzamiento de Rory McIlroy PGA Tour. ¿Qué trae de nuevo la franquicia golfista por excelencia tras su retiro espiritual?
PGA Tour en la nueva generación
Los chicos de EA han estado trabajando duro para traer la saga a las nuevas consolas, y para ello han construido todo el juego desde cero bajo el motor gráfico Frostbite 3, uno de los más famosos actualmente y que ya nos ha ofrecido portentos gráficos como Battlefield o el próximo Star Wars Battlefront. Por desgracia en este caso se limita a cumplir con un resultado que roza el aprobado, un buen modelado de los personajes pero que son poco expresivos, acompañados además de unos escenarios bastante limitados y que no sorprenden, ni un poquito (salvo quizás algunos de los ficticios, diseñados para la ocasión). Esperábamos algo más tratándose de EA y Frostbite.
También tenemos nuevo protagonista, el joven Rory McIlroy coge el relevo de Woods y se convierte en el absoluto protagonista del título (esperemos que por muchos años). Tanto es así que, tras un pequeño tutorial muy elaborado que nos muestra los controles básicos del juego, el mismo nos hará una presentación del videojuego para inmediatamente ponernos en la piel del joven número 1 del mundo en el hoyo final del U.S. OPEN. Los primeros minutos del juego son muy interesantes y denotan de por sí un cuidado mimo por los detalles. La ambientación y la exaltación del deporte del golf consiguen crear una atmósfera ideal para ponernos a jugar.
Tras terminar esta brillante introducción, salimos al menú principal del juego. Un elemento poco cuidado y con un rendimiento pobre – algo extraño tratándose de EA que suele cuidar los menús de todos sus juegos de deporte -, que acompañado de los pocos modos del juego que presenta el título empiezan a confirmarnos que algo no anda del todo bien con este Rory McIlroy PGA Tour.
La base para un gran título
El gran problema del juego lo presentan sus limitados modos de juego. Contamos únicamente con 5 modos (dos de ellos para el multijugador). Podemos establecer nuestras propias reglas en el modo de partida rápida (con multijugador local, por cierto), convertirnos en el número uno con un modo carrera carente de muchísimas opciones o participar en diferentes desafíos arcade en Night Club Challenge. En cuanto a los modos multijugador tenemos el clásico modo online donde nos enfrentamos a dos contrincantes y los torneos online disponibles tanto diarios como semanales.
El resto del contenido es igualmente pobre. Sólo tenemos doce campos (ocho de ellos reales), y el mismo número de golfistas se dan gala en el juego. Un número a todas luces insuficiente y más teniendo en cuenta lo que sus predecesores habían llegado a ofrecer. Desde EA nos tranquilizan prometiendo un sin fin actualizaciones gratuitas (¿Gratis? ¿EA?) de las cuales ya conocemos el primer paquete. Una buena manera de mejorar el título y que esperamos corrija el gran problema de contenido que tiene.
Donde si destaca positivamente es en el apartado de la jugabilidad. Se nos ofrecen tres modos de control distintos a elegir al principio: un modo arcade pensado para los menos exigentes, tour es algo más complejo y classic está basado en los controles originales de la franquicia para garantizar la satisfacción de los fans más veteranos. Todos ellos están muy bien explicados en el tutorial y son lo suficientemente elaborados para necesitar algo de práctica antes de coger el truco al título.
Una apuesta carente de ambición
Rory McIlroy PGA Tour tiene elementos que lo podrían convertir en una gran apuesta como su acertada jugabilidad o la declaración de intenciones de los primeros minutos del juego. Sin embargo pronto vemos que se trata de una apuesta menor por parte de EA, que no acaba de confiar en la viabilidad de este título y no ha querido gastar más recursos de la cuenta en su desarrollo. Frostbite rinde de forma penosa, tanto en la calidad gráfica del título como en rendimiento técnico (30 fps no siempre tan estables como deberían), los menús son bastante mejorables, el contenido disponible de salida es poco menos que el que podría esperarse de una demo e incluso han decidido ahorrarse la realización de una traducción al castellano, ni doblaje ni subtítulos, algo que en pleno año 2015 no tiene justificación ninguna.
Algunas cosas podrán solucionarse mediante actualizaciones, como el contenido o incluso el rendimiento del título. Sin embargo es una oportunidad perdida por EA para ensalzar la saga que, por esta vía, se mantendrá como un nicho exclusivo de los más fans y de los nostálgicos…
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Lo bueno
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- La jugabilidad.
- Los tutoriales muy cuidados.
- La brillante introducción.
- Actualizaciones gratuitas.
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Lo malo
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- Completamente en inglés.
- Gráficos muy mejorables.
- Poquísimo contenido.
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