Star Wars es una saga cuyo salto a los videojuegos ha contado con innumerables entregas a lo largo de los años, apostando por diferentes épocas de su universo, aunque casi siempre concentradas en los hechos acontecidos durante los sucesos de las películas dirigidas por George Lucas. Sin embargo, los títulos que han tenido una mayor popularidad han sido precisamente los que se han alejado de este planteamiento (aunque fuera por muy poco), como demostraron KOTOR o la saga Star Wars Jedi.
En esta ocasión, de la mano de Ubisoft, la saga vuelve a “sus raíces” con un juego que se sitúa entre la segunda y la tercera entrega, pero que cuenta con un elemento diferencial: nada de Jedis o Siths. Star Wars Outlaws es una aventura de cazarrecompensas, y de cómo este credo tiene que sobrevivir en un momento en el que todo y todos pueden acabar contigo en la galaxia. Aquí lo que importan son los basters y los engaños, y no había nadie mejor que Massive Entertainment (The Division) para lograr recrearlos. Ya tuve la ocasión de probar el juego hace unas semanas, pero ahora te hablo más detalladamente de él en este análisis de Star Wars Outlaws.
Análisis de Star Wars Outlaws
Un golpe para recordar
Star Wars Outlaws está ubicado cronológicamente entre el episodio 5 y el episodio 6. Sin embargo, eso no quiere decir que controlemos a Han Solo o a Luke Skywalker. Aquí la protagonista será Kay Vess, una joven ladronzuela que pretende dar el golpe de su vida y hacerse en un nombre en la galaxia como una auténtica cazarrecompensas, junto a su inseparable compañero, Nix. En este intento por tratar de hacerse un nombre, trata de robar al hombre equivocado: Sliro, líder de uno de los sindicatos más poderosos de la galaxia, y que acabará poniendo un precio a la cabeza de nuestra protagonista.
Es aquí donde da comienzo la historia de Star Wars Outlaws, con una Kay que no solo debe tratar de cumplir sus objetivos como cazarrecompensas, sino que además debe de tratar de quitar esa diana que le han dibujado en la espalda. Para ello, nuestra protagonista deberá de tratar con muchas personas del mundillo, que no solo servirán para que se acerque a su objetivo, sino que en algún caso concreto, llegarán incluso a formar parte de su tripulación.
Lo mejor que hace Star Wars Outlaws es que propone una historia donde no somos los salvadores de la galaxia. Encarnamos a una pequeña granuja, que irremediablemente nos recuerda a Han Solo, cuyo objetivo no es otro que el de vivir su vida, sin que recaiga sobre ella la responsabilidad de ser una heroína. Esto es algo que se ha recreado a la perfección, no solo con la personalidad de Kay, sino también con todos los aspectos narrativos que ocurren en el juego.
Una cazarrecompensas, ¿a la altura?
Este aspecto que acabo de comentar está muy relacionado con la jugabilidad. Massive Entertainment ha realizado una apuesta a nivel jugable que no todo el mundo podría haber dado por supuesta cuando se anunció el juego. Al contrario que en su trabajo más conocido, aquí no estamos ante un juego donde vayamos a liarnos a balazos de manera constante. ¿Podemos hacerlo? Sí, pero no es lo que se busca en Star Wars Outlaws.
A nivel jugable, el equipo ha querido ofrecer una experiencia jugable que destaque, sobre todo, por el sigilo. Antes os he hablado de Nix, la inseparable criatura que acompaña a nuestra protagonista, y ya os digo que juega un papel fundamental en la aventura, y no solo porque puedas acariciarle las veces que lo desees. Con un simple botón, nuestro compañero podrá realizar múltiples acciones que fomentarán esa acción sigilosa. Distraer a un enemigo, atacarlo, robar armas o activar determinados elementos son tan solo algunas de las cosas que podemos hacer con Nix. Nuestro pequeño compañero está presente para hacernos la vida más fácil, y es algo que Massive ha logrado trasladar a la perfección a los mandos.
De hecho, el pequeñín no solo destaca en las fases donde prima la cautela. Cuando comenzamos a liarnos a tiros, poder mandarle a que active un explosivo o a cerrar una determinada puerta puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Y sí, hablo de manera literal, ya que, a pesar de lo que se haya visto por ahí, la inteligencia artificial enemiga nos pondrá las cosas muy difíciles cuando van en grandes grupos. Es una clara forma en la que el juego nos dice que, aunque puedes ir a quemarropa y salir victorioso, lo más normal sería apostar por un perfil más discreto.
No obstante, y aunque a nivel de gunplay me ha convencido, hay algunos aspectos que no están del todo pulidos. Por ejemplo, en el caso de querer enfrentarnos directamente a nuestros adversarios, tan solo precisamos de un arma: el blaster de Kay. Es cierto que podemos recoger armas que dejan nuestros adversarios, tales como fusiles, francotiradores o lanzagranadas. Sin embargo, ninguno de ellos puede pasar a formar parte de nuestro inventario de manera definitiva, lo que puede recaer en falta de variedad.
En mi caso no ha supuesto ningún problema, pero estoy convencido de que es algo que puede pasarle factura en otros jugadores. Además, también cabe señalar que esa ventaja que comentaba anteriormente que puede ofrecernos Nix provoca que haya algún elemento descuidado en los enfrentamientos directos. Es una chorrada, pero para lanzar una granada necesitaremos abrir un pequeño menú conceptual y seleccionarla, en lugar de tener un botón asignado. Ya digo que es algo a mencionar para ponerme quisquilloso, pero es un problema que está ahí.
Conviértete en una experta
Al contrario que en otros juegos de mundo abierto de Ubisoft, Star Wars Outlaws no se muestra receloso al prescindir de un sistema de niveles. Aquí no contaremos con una serie de puntos de experiencia o con un árbol de habilidades que deberemos completar para tratar de mejorar a nuestro personaje. La opción de Massive ha resultado mucho más inteligente, apostando por un sistema de especialización que requiere que cumplamos ciertos requisitos para desbloquear nuevas habilidades.
Para ello se ha incorporado un sistema de expertos, que se desbloquea a medida que vayamos conociendo personajes clave que abrirán esta especie de “árbol de habilidades”. Una vez completemos las misiones que abren este abanico de opciones, podremos tratar de cumplir estas minimisiones para que nuestro sepeeder funcione más rápido, la vida de Kay aumente, o que Nix sea capaz de destacar tesoros escondidos.
Me parece una decisión de diseño acertadísima, ya que en lugar de tener que acudir al típico campamento enemigo para farmear experiencia y subir de nivel, aquí deberemos hacer una serie de encargos que además pueden dar lugar a fases realmente fantásticas, otorgando una mayor variedad a un mundo abierto que podría acabar pecando de repetitivo.
Serás la más buscada de la galaxia
Star Wars Outlaws ha apostado por un mundo abierto, pero con elementos que lo diferencian de otros juegos de la compañía. Lo primero que cabe mencionar es la presencia del sistema de reputación. El juego ha apostado por incorporar cuatro grupos diferentes: el Sindicato Pyke, el Alba Escarlata, el Cártel Hutt y el Clan Ashiga. Todo lo que hagamos en el juego, desde saquear un campamento hasta traicionar a un sindicato por otro, tendrá influencia en el mundo y en todo lo que nos rodea.
Casi todas las misiones que realicemos, ya sea principales, secundarias o contratos, afectarán a nuestra relación con los diferentes sindicatos, y lo cierto es que es uno de los aspectos que más me han gustado del título. Este te permite sentir que realmente tus acciones tienen consecuencias, y ver como robar un objeto de un sindicato con el que tienes afinidad provoca que esta baje y todos se te echen encima es algo que ejemplifica que no estamos ante el típico mundo abierto sin consecuencias.
De hecho, es bastante habitual que durante nuestro transcurso por las zonas abiertas caigamos en enfrentamientos contra los integrantes de cada uno de estos grupos, dependiendo de como sean nuestras relaciones con ellos. Además, a eso hay que sumar la presencia del Imperio. Los Stormtrooper no seguirán nuestros pasos como las policías clásicas de juegos como GTA V o Cyberpunk 2077. Sin embargo, sí que desplegarán todo lo que tienen cuando invadamos sus territorios, hasta el punto de liberar un cuerpo especial cuyo único objetivo será acabar con nosotros.
Un universo realmente vivo
Aunque ya he dado unas pinceladas de su mundo abierto, es importante señalar que Star Wars Outlaws cuenta con una gran variedad de localizaciones. En concreto, podremos visitar hasta cuatro planetas diferentes: Toshara, Tatooine, Akiva y Kijimi. El primero ha sido creado exclusivamente para el juego, mientras que el tercero nunca antes se había visto fuera de las novelas de la saga, por lo contaremos con una buena dosis de novedades en este aspecto.
Lo mejor que se puede decir del juego es que presenta una variedad fantástica. No solo destaca el sistema de reputación que comenté anteriormente. También cabe destacar que cada parte de Outlaws puede esconder un secreto. De hecho, en lugar de contar con los habituales iconos que tanto agotan al usuario, aquí se enmascaran hasta que estamos lo suficientemente cerca como para descubrirlos.
Además, a eso hay que sumar que hay muchas misiones que no cuentan con su habitual símbolo en el mapa o encima de un determinado NPC. En Star Wars Outlaws será muy habitual desbloquear una misión secundaria simplemente por escuchar una conversación en una taberna o debajo de un balcón. Esto provoca que todo se obtenga de una forma muy orgánica, y ejemplifica que todo tiene razón de ser en el juego.
Pero los planetas no es lo único que podemos recorrer. El juego también cuenta con un sistema de vuelo de nuestra nave, con la que podremos volar en el espacio y llevar a cabo enfrentamientos espaciales o meras búsquedas de recursos. El uso de la nave es bastante simple, pero lo cierto es que funciona perfectamente, y sirve para amplificar esa sensación de variedad que comentaba anteriormente.
Un último golpe
Por último, tengo que hablar del apartado técnico del juego, que deja una sensación de ser bastante irregular. Hay momentos en los que Star Wars Outlaws luce a las mil maravillas, siendo capaz de que abramos la boca por el impresionante músculo técnico y artístico que muestra. Sin embargo, también hay ocasiones, especialmente en lo que se refiere a las caras de los NPC, en los que palidece en exceso. El juego nos da una de cal y una de arena en varias ocasiones, además de contar con pequeños fallos gráficos.
El juego cuenta con dos modos gráficos: rendimiento y calidad. Es cierto que el segundo se ve con un nivel de nitidez mayor, aunque por el resto (modelados, texturas, etc.) se mantienen bastante parejos. Al final es una decisión personal, pero yo recomendaría optar por el primero de estos modos. Eso sí, un detalle importante es que el juego vino activado por defecto en 26:9, lo que dejaba unas franjas negras en la imagen. Pero no os preocupéis, se puede adaptar a pantalla completa sin problemas.
Donde si voy a pegarle un tirón de orejas más importantes es en sus bugs. No ha sido habitual encontrarme con ellos, más allá de un solo cierre del juego o algún que otro momento en el que Kay parecía que no iba a poder avanzar. Sin embargo, el único bug importante que me encontré afectó a mi partida, impidiendo que avanzara en ella, lo que provocó que perdiera varias horas de la aventura.
Conclusiones – Análisis de Star Wars Outlaws
Es posible que Star Wars Outlaws no sea el mejor juego del año. Sin embargo, considero que se trata de una de las experiencias de mundo abierto más disfrutables que podemos encontrar en 2024, y un gran título para los fans de Star Wars. A pesar de renunciar a los Jedis y los Sith, el gran logro de Massive Entertainment es que no los echemos en falta en ningún momento.
Kay es una gran protagonista, y el mundo del juego se siente realmente vivo y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en los juegos de Ubisoft, gracias sobre todo a un sistema de reputación que marca la diferencia. A nivel jugable, algunos podrían echar en falta una mayor variedad. Sin embargo, su enfoque claro en el sigilo y un acabado resultón en su acción nos dejará una sensación de diversión bastante completa para los dos tipos de experiencias. Como digo, no será el mejor juego del año, pero es un juego muy recomendable.