Ha costado, ya que es un juego con una dificultad endiablada, pero lo »nuevo» de Locomalito, Gryzor87 y Abilight ha llegado a Xbox One. Os traemos el análisis de Super Hydorah, un shoot ‘em up español que no sólo nos recuerda a clasicazos como Gradius, sino que hará que entrenemos nuestros reflejos… y nuestra paciencia con el mando de Xbox One entre manos.
Digo »nuevo» entre comillas ya que, lo que ahora llega a Xbox One de la mano de Abylight es la versión potenciada de Hydorah, el juego que esta pareja de amantes de los juegos retro lanzaron en 2010. Ahora sí, hechas las presentaciones, vamos con el análisis de Super Hydorah para Xbox One.
Con un par de pulgares
El concepto de Super Hydorah es de lo más sencillo. Se trata de un shooter de scroll lateral en 2D en el que decenas de enemigos se tirarán a por nosotros y en el que tendremos que superar niveles que contarán con un jefe final y un mid-boss. Para llegar al final hará falta superar a un montón de enemigos que tendrán un camino prefijado, nos dispararán o nos perseguirán.
No podían faltar los potenciadores. En Super Hydorah, cuando matamos a ciertos enemigos, nos encontramos orbes verdes y rojos. Serán, en esencia, el mismo orbe que va cambiando de color cada pocos segundos. Uno nos permite cargar la barra verde para aumentar el poder del arma principal y el otro la velocidad de disparo de la secundaria. Hablando de armas, antes de cada misión (hay 21) podremos elegir el armamento. El arma principal, la secundaria y la especial (una que escasea demasiado y sólo debemos usar en momentos de máxima tensión) se eligen antes de cada pantalla. Hablando de orbes, habrá otros que, por ejemplo, nos ayudarán con un escudo, lo que permite que aguantemos más de un toque.
El diseño de niveles es magnífico, con pantallas variadas que no sólo consisten en el avance lateral de otros juegos clásicos. Como en Gradius, el concepto de nivel es también vertical y, así, nos encontramos pantallas que nos dejarán cierto grado de elección a la hora de decidir por qué parte del escenario la superamos. Esto es algo que queda patente desde el primer minuto con niveles que nos dejan ir en tres planos: superior, inferior y por el camino central.
Eso sí, elijamos el camino que elijamos, moriremos como bellacos. Super Hydorah es un juego muy difícil. Justo, porque si somos buenos, tenemos reflejos y no nos distraemos (y se juntan los astros) no moriremos demasiado, pero difícil (y con una dificultad que varía mucho entre niveles). Llegar al jefe, a veces, es una odisea y otras es más sencillo (pero luego hay que cargarse al boss, que también tiene lo suyo). Y, hablando de dificultad, el juego se puede jugar con un amigo, lo que multiplica la diversión, pero lo que también provocará que nos confundamos en alguna que otra ocasión y terminemos liándola.
CRT y sintetizadores, olor a mediados de los 80
Aunque Super Hydorah es una maravilla a nivel jugable, es imposible no empotrar la nave más de dos y tres veces contra cualquier elemento del escenario al quedarnos embobados con el apartado visual. ¿Quién quiere 4K teniendo un filtro CRT como el que exhibe este juego? Al igual que Maldita Castilla, lo »nuevo» de Locomalito y Gryzor87 tiene un modo de imagen actual pixel perfect que muestra todo de manera muy definida, el pixel de toda la vida, vaya, pero también otro modo que simula la imagen de una tele de tubo.
Este filtro CRT es bellísimo y no se limita, como en otros juegos que hemos visto, a añadir líneas a la imagen, sino que cambia la imagen por completo, incluido el color de todo lo que vemos en pantalla. Al final, es cuestión de gustos elegir qué modo de imagen es mejor, pero me quedo, sin ninguna duda, con el filtro CRT (que podemos activar en cualquier momento desde el menú de pausa) debido no a la nostalgia (solamente), sino a que, para mi, se ve mejor.
En pantalla, además, veremos un montón de elementos entre enemigos y proyectiles, además de cositas que ayudan a crear un apartado visual magnífico. Desde astronautas aliados caminando por la superficie del planeta hasta el efecto de las bombas cayendo en agua. Todo es una delicia y… sí, fijarnos demasiado en estos elementos hará que nos estrellemos. pero vale la pena.
Otro cantar es la banda sonora. Gryzor87 es un auténtico maestro en esto de componer melodías chiptune que parezcan extraídas de juegos de hace 25 años. De nuevo, el compositor aparece en un juego de Locomalito para deleitarnos con melodías pegadizas y efectos de sonido muy cuidados. Es la guinda para un pastel que, si tenéis la edad o experiencia suficiente, os llevará de vuelta a las tragaperras o a la Super Nintendo.
¿Clásico u homenaje?
Super Hydorah es como Star Fox 2, un clásico de los años 90 que ha sido rescatado para salir en una plataforma actual. Sí, en 1990 Locomalito no creo que empezara con el concepto del Hydorah original, pero su obra podría haber salido en una consola de entonces y ser considerada de forma unánime como uno de los clásicos indiscutibles. Una de las referencias para juegos posteriores. Un ejemplo de cómo hace un matamarcianos.
La gran virtud de Locomalito y Gryzor (y Abylight en la versión actual) es saber crear, y tener el talento para hacerlo, un juego que bebe de los clásicos de forma innegable, pero que sabe innovar a su manera al hacer prácticamente todo lo que se propone de forma inmejorable. Super Hydorah es un juego comparable a Shovel Knight, un juego que podrías coger ahora mismo, hacer un port a una consola retro y que funcionara a la perfección. Uno de esos juegos que, si se lo pones a un purista diciéndole que es una joya retro perdida, y no algo actual, lo ensalzará y elogiará hasta quedarse sin cuerdas vocales.
Es muy complicado, sí, Super Hydorah no es un juego sencillo, ni mucho menos, pero también es un juego justo. Sus niveles y el propio juego no son muy largos y repitiendo, a base de constancia, conseguiréis dominar un videojuego que, precisamente por esta dificultad, podría alejar a muchos jugadores. Y es que, el segundo nivel del título tiene algunas fases muy complicadas que pueden agotar la paciencia de un jugador acostumbrado a otro tipo de videojuegos. No hay regeneración de vida y si queremos aguantar más de un golpe, más nos vale buscar un escudo.
Super Hydorah es magia negra. Maldita Castilla también lo era, un pacto con el demonio de los videojuegos que les ha otorgado a esta exitosa pareja el secreto para crear clásicos cuando a ellos les de la gana. No tengo motivos para recomendaros hoy día un matamarcianos que no sea Super Hydorah. Jugad a este y luego, si os pica la curiosidad, tiraos a por los clásicos en el sentido estricto de la palabra. Eso sí, aunque es un juego recomendable para todo tipo de jugadores, su dificultad puede ser, además de su mayor virtud para cierto tipo de usuarios, el mayor defecto para otros. Una barrera insalvable que alejará a muchos jugadores y les impedirá probar este título que, por 12€, es un regalo.