The Council es la primera aventura de Big Bad Wolf. Aunque el juego se nos presente como una aventura conversacional, no es una al uso. La propuesta consigue dar una vuelta de tuerca a lo que conocemos y traernos algo fresco, original y elaborado. La evolución de las aventuras conversacionales llega con The Council.
Rainbow Six Siege, Splinter Cell o Far Cry 3: la experiencia de Big Bad Wolf
Aunque Big Bad Wolf sea un estudio con poco recorrido en la industria, sus miembros tienen un currículum destacado. El equipo se fundó en 2014 y tiene su sede en Burdeos. Big Bad Wolf está formado por veteranos en juegos de rol y aventuras narrativas, habiendo trabajado en títulos como Rainbow Six Siege, Far Cry 3, Splinter Cell Conviction o Watch Dogs. Una experiencia que se refleja en The Council.
La distribuidora no es otra que Focus Home Interactive. Un sello que, poco a poco, se está abriendo paso en el mundillo con propuestas diferentes y originales. Esta distribuidora francesa nació en 1996 y en su haber juegos como la saga Farming Simulator, Contrast e incluso The Walking Dead o The Wolf Among Us. Focus Home Interactive tiene, entre sus planes de futuro, hacernos llegar los esperados Call of Cthulhu, Vampyr y Werewolf: The Apocalypse.
El último estudio que ha participado en este juego es Cyanide, afincado en París y creado en el año 2000 por siete empleados de Ubisoft. Cyanide se ha centrado en traernos experiencias RPG todos estos años, como Styx y los ya mencionados Call of Cthulhu y Werewolf The Apocalypse.

Big Bad Wolf da una vuelta de tuerca al género con The Council.
Una aventura conversacional con toques de RPG
The Council consigue dar una vuelta de tuerca a las historias conversacionales, ofreciéndonos una evolución que marca el camino a seguir. The Council es un juego episódico donde encarnaremos a Louis de Richet, miembro de una sociedad secreta. Después de la desaparición de su madre, Louis recibe una invitación del misterioso Lord Mortimer a su mansión. Louis accede a acudir a la cita, esperando encontrar allí pistas que le revelen el paradero de su madre.
Sin embargo, no será el único invitado: nobles, políticos y religiosos también estarán. Cada uno de ellos con su propia personalidad, propósitos y motivos ocultos. Como Louis, tendremos que averiguar qué secretos esconden, descubrir qué oculta la invitación de Lord Mortimer y saber qué ha pasado con nuestra madre desaparecida. Todo ello sin hacernos demasiados enemigos por el camino.
Nada más empezar nuestra aventura, tendremos que escoger una de las tres clases que nos ofrece Big Bad Wolf para Louis: Diplomático (experto en materias como lingüística o protocolo), Ocultista (más orientado al estudio de religiones y ciencias) o Detective (enfocado hacia la lógica y psicología). La elección marcará nuestra aventura, las acciones y elecciones que podremos tomar, así que será mejor que tengamos mucho cuidado con la que escojamos.
El Menú del juego nos indica, en primer lugar, el Inventario, donde se almacenan los objetos que vayamos encontrando. También tendremos un Diario, en el que aparecerán las fichas de todos los personajes y, lo que es más importante, sus vulnerabilidades e inmunidades.

Nuestras habilidades serán necesarias para ir avanzando.
El apartado Personajes mostrará las clases de Louis y las habilidades de cada una de ellas. Nuestro fuerte se encontrará en las habilidades que correspondan a nuestra clase, aunque podremos asignar puntos a otras clases al subir de nivel.
Las habilidades también serán útiles para interactuar con los objetos. Algo en lo que brilla The Council es en conseguir mantener el equilibrio entre las habilidades. No podremos conseguirlas todas y sin embargo todas nos serán útiles para resolver una situación de una manera o de otra. Por ejemplo, si nuestra clase es Detective podremos notar cuándo una nota está escrita con tinta invisible. Pero si no, contaremos con otras habilidades para descubrirlo.
A medida que vayamos avanzando en la historia, conseguiremos puntos de experiencia para mejorar dichas habilidades. También podremos conseguir Talentos al llevar a cabo determinadas acciones. Se trata de unos desafíos que, en caso de lograrlos, nos darán puntos de habilidad u otras ventajas. Y por último contaremos con Rasgos permanentes en función de las elecciones que hayamos tomado.
Durante nuestra aventura, contaremos con Puntos de Esfuerzo. Estos puntos actuarán a modo de barra de vida y nos permitirán desbloquear habilidades que iremos necesitando. Cuanto más diestro seamos en una habilidad, menos puntos de esfuerzo necesitaremos gastar. Los Puntos de Esfuerzo se irán recuperando a medida que vayamos encontrando jalea real.

Los Puntos de Esfuerzo serán clave en las investigaciones y confrontaciones.
Las Confrontaciones pondrán a prueba nuestro poder de manipulación
Nuestro objetivo será conocer detalles, secretos e información que podamos utilizar para descubrir qué ocurre en el juego. En The Council podremos encontrarnos con dos tipos de conversaciones. Las primeras son conversaciones no trascendentales, donde conoceremos detalles de los personajes. A pesar de no ser conversaciones clave, sí serán muy útiles de cara a la aventura. En estas conversaciones podremos conocer las inmunidades y vulnerabilidades de los personajes para aprovecharlas contra ellos o secretos que puedan comentarnos.
Las habilidades que vayamos desarrollando también nos serán muy importantes para captar detalles de los personajes. Si somos expertos en Protocolo, nos daremos cuenta de detalles protocolarios en las interacciones entre personajes políticos. En cambio, si tenemos la Psicología desarrollada, notaremos cuándo un personaje está incómodo o ha cambiado de humor.
En segundo lugar nos encontraremos con las conversaciones clave, que cambiarán el rumbo de nuestra aventura: las confrontaciones. Las confrontaciones son conversaciones importantes con los personajes por lo que nos ofrecen en caso de superarlas: objetos, información o datos relevantes sobre la historia. Estas conversaciones contarán con varias fases y nos ofrecerán la posibilidad de cometer errores limitados, llamados traspiés. Si damos demasiados traspiés, la confrontación terminará sin éxito y no conseguiremos nuestra meta.
Durante las Confrontaciones podremos descubrir las inmunidades y vulnerabilidades de los personajes o bien utilizarlas, en caso de que ya las conozcamos. Las inmunidades son las habilidades que no afectan a los personajes. Las vulnerabilidades son el punto débil de los personajes; aquellas habilidades que podemos aprovechar para inclinar la balanza a nuestro favor.

Si fallamos la Confrontación, no habrá vuelta atrás.
En ocasiones podremos utilizar habilidades concretas que nos ayudarán, pero que requerirán puntos de esfuerzo. Si nos quedamos sin ellos, tendremos que acabar la confrontación basándonos en nuestra intuición. Durante las Confrontaciones contaremos con 4 objetos que nos serán de gran ayuda: jalea (restaura puntos de esfuerzo), abrojo (revela temporalmente inmunidades e invulnerabilidades), agua del carmen (elimina el coste de la próxima habilidad que usemos) y elixir dorado (cura las alteraciones negativas que puedan dificultarnos las confrontaciones).
Big Bad Wolf consigue ponernos a prueba con las Confrontaciones de un modo magistral. Hasta que no nos enfrentemos a un personaje en ellas, realmente no sabremos qué nos pueden deparar. Por ejemplo, es posible que intentemos utilizar una habilidad a la que el otro personaje resulte ser inmune. Habilidad que puede habernos costado puntos de esfuerzo. O puede que, para conseguir el objetivo de la confrontación, tengamos que hacer promesas que nos pongan en aprietos en el futuro. Por otro lado, no es posible rehacer las Confrontaciones en caso de fracaso. Si perdemos una, Louis tendrá que seguir adelante y asumir las consecuencias.
Pero las conversaciones no serán el único elemento que marque nuestra aventura. También tendremos que resolver puzzles, examinar objetos o seguir pistas que nos lleven a otras. The Council también da un giro respecto a los juegos normales en este punto. En ocasiones podremos encontrarnos con pistas falsas que, en caso de seguirlas, puedan evitar que cumplamos nuestra misión. En otras tendremos que guiarnos por nuestra cultura general como jugadores para saber cómo resolver un acertijo o cómo interactuar con ciertos personajes.
Por fin un juego donde las decisiones sí cambian la historia
The Council por fin supone la evolución que esperábamos de las aventuras de este tipo. En este juego las elecciones no solo importarán, sino que también marcarán la historia y tendrán consecuencias irreversibles.

Hasta los detalles más pequeños cambiarán el rumbo del juego.
En The Council las elecciones son permanentes y nos obligan a perdernos detalles de la trama. Durante nuestra aventura en ocasiones nos encontraremos con dos elecciones clave y aquella que descartemos, se perderá. Precisamente por eso The Council nos invita a rejugarlo después de terminar una partida; solo así podremos conocer la historia al completo.
Los cambios de The Council también se ven en los pequeños detalles. Por ejemplo, no será lo mismo leer una pista utilizando la habilidad Ciencia que la habilidad Esoterismo. Y, aunque se trate de una pequeña pista, la interpretación que haga Louis y su actitud cambiarán. Las zonas, objetos, puzzles, acertijos y coleccionables también dependerán de nuestras elecciones y habilidades, logrando que una partida nunca sea igual a la anterior.
Pero la historia de The Council no sería nada sin sus personajes. Cada uno de ellos está individualizado y cuenta con su personalidad y fines propios. Ni protagonista ni personajes son como los de aventuras como las de Telltale Games, ni como los de otros RPG como Mass Effect. Louis no es un personaje todopoderoso que consigue que los demás se dobleguen a sus decisiones y necesidades, ni los demás personajes son simples títeres. Cada uno es distinto respecto a los demás y nosotros no somos especiales solo por ser el protagonista.
Algunos de estos personajes serán reales e históricos (como George Washington), mientras que otros serán ficticios (como Emily Hillsborrow). Sin embargo, aunque sean ficticios, guardarán lazos con personajes reales. Y uno de los detalles que más nos ha llamado la atención de The Council es que el juego toma en cuenta a los personajes según el momento en el que se desarrolla. En 1793 algunos de los invitados a la Mansión ya eran importantes, mientras que otros aún son el germen de lo que posteriormente llegarían a ser. Ahí es donde Big Bad Wolf juega con nosotros y nuestra cultura; si conocemos un determinado personaje, podemos intuir cuáles son sus planes.

Tendremos que investigar si queremos averiguar los puntos fuertes y débiles de los personajes.
Las conversaciones se desarrollan de una forma muy compleja, que requiere toda nuestra atención. En The Council se acabó el elegir entre una opción u otra, como ocurre en juegos como Life is Strange. Para conseguir llevar una conversación a nuestro terreno, tendremos que esforzarnos. Elegir entre opciones es solo la punta del iceberg, porque hay muchas variables que nos pueden afectar: los Puntos de Esfuerzo, conocer las inmunidades o vulnerabilidad de los personajes o saber sus secretos.
Por ejemplo, si somos Diplomáticos, podremos sonsacar información directamente. Si somos Detectives y tenemos la habilidad de Observación, podremos fijarnos en detalles y aprovecharlos para darnos cuenta de que nos están mintiendo. Por otro lado, si somos Ocultistas podremos previamente haber entrado en su habitación y haber registrado sus cosas, averiguando detalles de esta forma. The Council nos pone a prueba en las interacciones con los personajes, obligándonos a prestar atención e ir un paso por delante de ellos.
Por otro lado, las habilidades que en una conversación puedan valernos con un personaje, en otra puede que se vuelvan en nuestra contra. Tendremos que estudiar con mucho detalle a cada personaje, descubrir sus puntos fuertes y débiles y saber cuándo aprovecharlos.
Cultura, historia y arte: The Council toma al jugador en serio
The Council nos reta en todos los aspectos posibles; tanto jugable como culturalmente. The Council nos ofrece retos como jugador pero también como personas; en ciertos momentos tendremos ventaja si conocemos el contexto histórico, social o cultural en el que se desarrolla el juego.

Big Bad Wolf brilla con el diseño de The Council.
The Council está ambientado en 1793, cuatro años después de que estallara la Revolución Francesa. Pero este no es el único gran acontecimiento. El contexto histórico también está marcado por la llegada de George Washington a la Presidencia Norteamericana, los conflictos de Prusia bajo el reinado de Guillermo II o las campañas revolucionarias de Italia contra Francia. No solo la política define esta época, sino también los derechos universales y los avances científicos.
Big Bad Wolf no toma este contexto a la ligera. La mansión de Lord Mortimer está repleta de cuadros, objetos y libros que existen en la realidad y nos serán útiles en la aventura. Desde la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert hasta las obras de Plutarco o cuadros de Velázquez y Rembrandt. En The Council todo está cuidado, detallado y pensado con ganas, convirtiéndose en una obra de arte visual y cultural.
Aunque el diseño visual de The Council esté muy bien trabajado, no lo está tanto su apartado técnico. En ocasiones la imagen tendrá tirones, a veces sufrirá ralentizaciones y las animaciones serán pobres o inexistentes. No obstante, aunque técnicamente The Council no esté a la altura del resto del juego, tampoco supondrá problemas que afecten a nuestra jugabilidad. Además, quizá parte de estos problemas puedan solucionarse con una actualización.
Otro gran punto a favor que presenta The Council es su relación calidad/precio. Por 29,99€ tendremos un juego de cinco episodios de aproximadamente 4:30 horas de duración cada uno. Aunque dependa de cómo juguemos y de lo completistas que seamos, es muy poco frecuente que una aventura de este tipo supere las 2 horas por capítulo por ese mismo precio. En nuestro caso el capítulo ha rondado las 9 horas, con dos partidas completadas.

The Council cuida mucho la historia, el arte y la literatura.
Conclusión: The Council es la aventura que estábamos esperando
The Council es una aventura donde las decisiones sí importan y cambian la historia, donde los personajes tienen personalidad propia y única y donde tienes que elegir y decidir con muchísimo cuidado. Aunque técnicamente no esté a la altura del juego, la historia, el guión, el diseño visual y la duración hacen de The Council una obra necesaria para cualquier amante de los retos.