Desde siempre, he estado jugando todo tipo de juegos de estrategia, ya sea por turnos o en tiempo real. No obstante, no han solido haber demasiados que hayan querido innovar en la fórmula. Tampoco es que haya demasiadas opciones como para innovar a lo grande, y sin embargo, Square Enix lo ha logrado.
La gran pregunta es si Square Enix lo ha logrado con éxito o pasando al olvido para muchos, y eso es lo que vamos a descubrir en este análisis de The DioField Chronicle, una atrevida propuesta por parte de la compañía para llevar la acción incluso a géneros de videojuegos donde primaban los turnos.
Un juego que renueva la fórmula
Sé que puede parecer un poco raro mezclar el género Action-RPG con un juego de estrategia por turnos, pero lo cierto es que Square Enix ha dado en el clavo para que el género de los juegos de estrategia se reinvente de nuevo. Por desgracia, Square Enix desaprovecha esta oportunidad dejando fuera la traducción al español y a otros idiomas, ya que al carecer de estas traducciones, muchos se echarán para atrás al pensarse si jugar o no este título.
The DioField Chronicle es el resultado de mezclar Fire Emblem y Age of Empire en una batidora, sale un zumo con una jugabilidad perfecta. Aunque pueda parecer en un principio que el juego se ve complicado, lo cierto es que nada más lejos de la realidad, ya que el juego es visualmente muy explicativo de por sí en su efímero tutorial. En The DioField Chronicle, tenemos tres fases: La primera, donde nos prepararemos nuestro equipamiento antes de iniciar la batalla, pudiendo así comprar armas, armaduras, pociones, entre otras cosas. La segunda: Donde todavía no pasaremos a la acción, pero podremos tomarnos un tiempo para ver toda la zona del mapeado donde estarán los enemigos y planificar nuestra estrategia para salir victoriosos. Y tercera: Empezar a atacar, eso sí, una vez hayamos movido a nuestros personajes, la batalla no se detendrá en ningún momento, por lo que pasaremos directamente a la acción-
Sin embargo, esto no supone un problema, ya que podremos pulsar el botón de las habilidades (en este caso la Y) y detener el juego para pensar por un breve momento qué queremos hacer y cuáles serán nuestros próximos movimientos, aunque lo suyo sería no pensárselo demasiado, ya que a no ser de que nos hayamos vuelto locos atacando al tuntún, deberíamos de saber exactamente lo que queremos hacer desde la segunda fase de la batalla, en la planificación. Además, hay un factor que es muy importante a la hora de jugar: Los puntos de magia o habilidades, ya que son limitados a lo largo de las batallas, por lo que no podremos recuperar los PE que gastemos a no ser que nos encontremos pequeñas esferas moradas que estén por el suelo o bien que hayan soltado los enemigos al vencerlos, aunque ya os adelanto de que esto no es muy frecuente.
La plataforma equivocada
A mi forma de verlo, este juego si bien es bastante bonito visualmente durante los combates, teniendo incluso un modo para ver todo el mapa como si fuese una maqueta hecha a mano con los personajes a modo de figuras, lo cierto es que en las cinemáticas deja mucho que desear, mostrándonos a unos personajes poco expresivos y en ocasiones, demasiado estáticos. Los gráficos son perfectos para una Nintendo Switch, pero para una consola de nueva generación, se queda corto para lo que deberíamos tener hoy en día. Si la intención de Square Enix era que el juego brillase, lo ha hecho, pero más por sus carencias que por todo lo que nos ofrece el título, que no es poco.
En sí, esto no es un problema a la hora de jugar, ya que el juego es muy disfrutable y al final, estaremos más jugando dentro de los combates que viendo cinemáticas, ya que estas son muy escasas y nos nos interrumpen el ritmo del combate y, si así lo deseamos, podremos pasar un poco de la historia de este juego, ya que es la típica de varias naciones políticamente enfrentadas al más puro estilo Triangle Strategy.
Una oportunidad desaprovechada
Ya estamos acostumbrados en los últimos años a que Square Enix haga movimientos cuanto menos dudosos, y en esta ocasión no se libra, ya que tenemos algunas decadencias muy importantes en el último título de la compañía para Xbox que si no hubiesen estado presentes, podría considerarse incluso una joya dentro de la industria como lo ha sido Octopath Traveler y cualquier juego HD-2D de Square Enix.
The DioField Chronicle nos traslada a un mundo de fantasía medieval, en donde hay un valioso material que es protagonista en la historia por la ambición de que todas las facciones y un imperio entero quiere aprovecharse de este recurso. La historia también nos presentará varios giros de guion, donde veremos traiciones y momentos inesperados. Lo único malo es que la historia se desarrolla muy lenta, pero eso sí, la paciencia es esencial en este juego, ya que será bastante recompensada, brindándonos una historia que podría haber dejado marca si hubiese estado presente la traducción al español, pero no es el caso. Por lo que la historia ha sido desaprovechada fuera de territorios donde no se habla el español.
Otra carencia que tiene The DioField Chronicle es la Inteligencia Artificial, pues parece que no siempre ataca como debería y es por eso que tendremos que estar dándoles órdenes constantemente, diciéndoles a nuestras unidades hacia dónde moverse y a quién o a qué atacar, ya que parece que no se moverán demasiado, ni siquiera cuando nos estén atacando por dos lados o más, siendo así un desafío intentar que no nos eliminen las unidades. Por otro lado, la Inteligencia Artificial de las unidades enemigas no difieren mucho, aunque parece que siempre irán a lo bruto, intentando lanzarnos todos los ataques que puedan para derribarnos a todas nuestras tropas.
Otro factor que no me ha gustado, es que parece que el juego intenta hacer más resistentes a los enemigos antes que darnos un desafío como tal, ya que tendrán mucha vida, pero no por ello serán complicados de vencer, pero sí que nos quedaremos escasos de puntos de habilidades o magia de manera prematura en algunas ocasiones. Esto puede llegar a resultar un grave problema, sobre todo si estamos ante la posible llegada de un jefe final que tenga entre dos o más barras de vida, pudiendo llegar a darnos un pequeño dolor de cabeza para derrotarlo, ya que tendremos que ir en ocasiones a batalla de desgaste, reviviendo manualmente a nuestras unidades, las cuales tendremos que cuidar muy bien si no queremos arrepentirnos de haber spameado habilidades.
Una pequeña decepción
The DioField Chronicle tiene mucho potencial para ser un gran juego, pero gracias a los extraños movimientos de Square Enix, este no ha logrado ser el título que muchos esperaban y que harían que los juegos de estrategia se renovasen en su fórmula que lleva ya muchos años sin cambiar. Probablemente con el añadido de más traducciones, sobre todo el español, hubiese sido motivo suficiente para tener en cuenta la compra de este juego, pero no ha sido el caso, por lo que queda fuera del radar de la mayoría de jugadores, quedando así en el olvido como un juego que Square Enix no supo aprovechar quedando en la inexistencia en la boca de los fans de la compañía.