Qué pereza da volver a juegos a esos juegos que dejaste de lado hace unos meses cuando sus mecánicas van algo más allá del simple «apuntar y disparar», ¿verdad? Mi caso es así, tenía bastantes ganas de ponerme con «Supervivencia». Pero lo que tiene un poco volver a The Division ahora es que me encuentro que en general todos los jugadores me superan en cuanto a nivel de equipo y miedo me da, ¿será asequible para mi nivel el nuevo modo de juego? Tras familiarizarme de nuevo con los controles asesinando a algunos NPCs fuera de la Zona Oscura, donde siguen siendo más débiles, me voy en busca del nuevo contenido. Con el que doy tras un buen rato buscando por el mapa: se encuentra junto a La Terminal, la nueva zona que se abrió en la base de operaciones con la expansión Subsuelo. Después de aquella primera expansión, que me dejó algo frío; Supervivencia me ha sorprendido para bien, y al menos llevo ya unas buenas horas jugadas a este nuevo contenido. Os cuento ahora sus detalles en este análisis de The Division: Supervivencia.
La Nueva York más despiadada
Aquí descubrimos el primer dato, podemos formar cola para partidas PvP o PvE. Y al igual que en el resto del juego, también podemos venir con nuestro grupo o en solitario. Lo que viene a significar optar por unas opciones que nos pongan las cosas más sencillas o no. Comienza la partida y nos encontramos una breve escena de vídeo. Como agentes de The Division se nos ha enviado en busca de unos antivirales, pero a causa de una grave e inoportuna tormenta nuestro helicóptero termina estrellándose. El objetivo a partir de aquí es claro: sobrevivir y conseguir los antivirales.
Pero tal y como podíamos ir intuyendo por la escena que se nos muestra, nos encontramos en mitad de un peligrosa tormenta, y no disponemos de nuestro equipo habitual. Algo positivo para aquellos que, como yo, temiesen un poco por sus posibilidades dentro de este modo por no llevar un equipo actualizado a la última. De este modo, deberemos comenzar a buscarnos la vida únicamente con una pistola y un equipo y ropa básicos. Lo de mencionar la ropa quizás os suene raro de primeras, ya que en The Divison no es más que un factor estético… hasta ahora. Porque en Supervivencia una de nuestras prioridades será la de hacernos con ropa de mejor calidad que nos permita soportar más frío. Podremos ir reuniendo trozos de tela con los que fabricar nueva ropa, o ir recogiéndola si tenemos suerte acabando con algún enemigo o encontrándola en un armario.
La cuestión será que nuestra temperatura corporal no descienda tanto como para causarnos congelación. Cuanto más grados podamos soportar, más tiempo podremos pasar buscando y antes lograremos mejorar nuestras posibilidades de supervivencia con mejor equipo. Entre tanto, tendremos que ir pasando de refugio en refugio (zonas cerradas, encondites y demás) o parando en bidones prendidos en los que calentarnos un poco.
Pero el frío no es el único peligro ambiental al que hacer frente durante nuestra misión. Estamos infectados, y deberemos medicarnos cada cierto tiempo con analgésicos o medicinas para mantener a raya la enfermedad si no queremos que nuestra salud descienda peligrosamente. Del mismo modo, controlar nuestra sed con agua y refresos, o comer latas de conserva y aperitivos para soportar el hambre y regenerar salud de forma normal. Si bien estos dos últimos no nos atosigan tanto.
El otro peligro lo encontramos como siempre en los enemigos bots, pero también en el resto de jugadores si hemos elegido la opción PvP. En esta ocasión sin embargo los enfrentamientos se extienden más allá de la Zona Oscura. Podremos pegarnos con los demás jugadores en cualquier lugar del mapa. Lo que ocurre aquí es que tenemos a nuestra disposición al completo el mapa de The Division para solo 24 jugadores. Los primeros además suelen ir cayendo rápidamente, ya sea a manos de NPCs, del frío o de otros jugadores. Por ello toparnos en nuestro camino con otros agentes o grupos no será lo más habitual. Pero claro, cuando ocurre, la tensión es máxima, ya que una partida de una hora se puede ir al traste en los tres segundos que tardan en descargarnos encima una vector morada. Cabe destacar que la mecánica del renegado desaparece, y atacar a otros agentes es totalmente legítimo con tal de sobrevivir, como bien se nos deja claro al principio de la mision.
Como ocurriese en la Zona Oscura, encontrarnos con otros jugadores no significa tener que pelear. Cooperar o no depende de nosotros. También olvidarnos de ellos y seguir a nuestro rollo. Ahora, por ejemplo, cuando un jugador desconocido cae (o nosotros mismos), puede ser reanimado por otro mediante un botiquín durante cinco minutos. Si somos nosotros los caídos, podemos aguardar los cincos minutos con la esperanza de que alguien acuda en nuestra ayuda, ya que nuestra ubicación aparecerá en el mapa marcada, o dar por finalizada nuestra participación. Si cae otro jugador, podremos ir a socorrerlo, pero también a hacernos con su equipo. ¿Cuál de las dos opciones preferís?
Así, poco a poco irán quedando menos jugadores en la partida (se nos irá avisando en pantalla al más puro estilo «Los Juegos del Hambre»), y la tensión irá en aumento. Las probabilidades de encontrar mejores objetos empiezan a aumentar, y también la de encontrarnos con enemigos más poderosos y jugadores más hostiles; que quizás nos ataquen por mero capricho, o por el propio miedo a ser el segundo en disparar.
Renegados contra el reloj
La experiencia de jugar en grupo o en solitario volverá a ser bastante diferente. Aunque ahora más que antes. Si jugamos solos y caemos, prácticamente podemos dar por terminada la partida, por lo que habrá que andarse con cuatro ojos, atendiendo a los NPCs, a otros jugadores, al frío… Si jugamos en grupo, nuestras posibilidades de sobrevivir son mayores. Aunque por contra deberemos compartir lo que encontremos. Porque esa es otra, las cajas y demás que vamos hallando por el mapa son únicas, y solo podrán pillarse una vez, ya sea por nuestra parte o la de otro jugador, que sea o no de nuestro grupo. Es decir, que jugando en grupo todo en general será más escaso. No obstante, se ha implementado una opción para compartir objetos de forma rápida y eficaz, lo que nos permitirá cooperar de forma más profunda.
El tiempo es fundamental, por dos motivos. El primero no tiene tanto que ver con el juego en sí como nosotros mismos. Y es que hay que tener en cuanto que aunque una mala partida al modo Supervivencia se puede quedar en unos 10 minutos, una larga se puede ir incluso a las dos horas. La paciencia es fundamental para avanzar, así que si tenéis algo de prisa, ni os molestéis en entrar a jugar. Cada vez que entramos empezamos desde cero, y obviamente no podemos guardar ningún tipo de progreso. La otra razón por la que el tiempo es vital es porque al entrar en Supervivencia nuestro personaje enfermará, y dispondremos alrededor de una hora para salir de aquí con la cura. Pero como lo más probable es que taremos más tiempo de una hora en realizar esta tarea, necesitaremos echar mano de analgésico y medicinas, que ralentizan la infección o la paralizan durante un tiempo, respectivamente.
Así, se nos presenta esta vez una experiencia con un contraste entre lo arcade y la simulación muy satisfactoria. Simulación en cuanto que los tiros quedan relegados a un papel secundario a favor de las nuevas mecánicas de supervivencia y crafteo. Ahora es raro encontrarnos con hordas de enemigos, y estos suelen ir en grupos más separados. Y tampoco nos topamos demasiado con otros jugadores. Podemos decir que los enfrentamientos son los justos para poner esa pizquita de tensión y exigencia a unas mecáncias de supervivencia que, si bien no son las más trabajadas del mundo, cumplen perfectamente su función. Por otra parte también es más arcade, ya que estamos hablando de partidas independientes, con una duración más o menos determinada, en las que debemos intentar llegar más lejos que los demás. Frente al componente multijugador que ya se encontraba en The Division, que era algo totalmente diferente.
The Division se nos vendió en su momento como un shooter táctico. Un componente que esta ahí y no se puede negar, pero en el que nunca se termina de profundizar. Más interesantes eran esos conflictos que iban surgiendo a raíz de la Zona Oscura entre jugadores. Con Supervivencia se recogen ambos factores, potenciando el primero de forma sólida, y dando una vuelta de tuerca más a lo segundo. Dando lugar a situaciones muy interesantes que no debería perderse nadie que disfrutase con el juego original, especialmente con la Zona Oscura. Además en cada partida se nos ofrece la posibilidad de obtener jugosas recompensas en forma de piezas de equipo si somos audaces y logramos llegar lo suficientemente lejos. También extraer lo que encontremos en la Zona Oscura, como siempre. Aunque no será el lugar más eficiente para mejorar a nuestro personaje.
Todo esto se lleva a cabo en el mismo escenario que ya conocíamos. Podremos visitar cada rincón del juego original, incluyendo la Zona Oscura, en busca de algo útil. Pero que no se nos olvide que estamos ante una poderosa tormenta de nieve. Esto quedará reflejado perfectamente en los exteriores, con una ventisca que apenas nos dejará ves unos metros por delante nuestra. Como hasta ahora, el nivel de iluminación y detalle es sobresaliente. Nos sorprenderemos, por ejemplo, viendo como los carteles luminosas se adivinan a través de los copos de nieve, o al luz de las farolas y coches nos aportan algo a lo que aferrarnos en la intensa nevada. Como me he vuelto a dejar sorprender por esa obsesión en el detalle en la basura que recubre la ciudad en ruinas. Los efectos de partículas son más que notables, como lo es el rendimiento, que rara vez se ve afectado por tanto que mostrar a la vez.
El aspecto de Nueva York bajo la tormenta es en general realmente espectacular, más aún al reducirse automáticamente las opciones de HUD en pantalla. Además, aunque la disposición de los edificios es similar, por momentos da la sensación de que sí se han cambiado de lugar algunos elementos (algo que no puedo asegurar). Pero ya sea por esto, por el efecto climático, o por ambas cosas, lo cierto es que por momentos da la sensación de encontrarnos en zonas en las no habíamos estado aún.
También se han añadido bastantes interiores, para dar sentido a eso de andar buscando refugio cada poco tiempo. Unos interiores que vuelven a tener un nivel de detalle asombroso. Como una casa con un easter egg de Rainbow Six Siege y de Grow Up, o una especie de museo contemporáneo con obras de los más curiosas. Una pena que el virus no nos de un respiro apenas para pararnos a mirar.
Conclusión
Ubisoft se suma un punto con esta nueva expansión para The Division, con la que se han introducido algunas mecánicas, supervivencia y crafteo, con las que el juego original apenas se atrevía a coquetear. Además, lo hace introduciendo un componente arcade en el que cualquier jugador, independientemente de su nivel, puede participar y obtener recompensas con el mismo porcentaje de éxito. No es un soplo de aire fresco, es una tormenta que te cala hasta los huesos y que te devuelve las ganas de jugar a The Division, al que aún le queda bastante guerra por dar; parece. Aunque es posible que algunos echen en falta más contenido en la línea habitual, con alguna nueva trama y misiones.