La guerra es siempre un tema recurrente en la industria del videojuego y podemos encontrarlo en todo tipo de géneros: desde el más directo first person shooter, pasando por aventuras gráficas, hasta juegos de estrategia más pausados.
Si pensamos en un juego de guerra, nos vendrán a la mente los máximos estandartes del género a la hora de trasladarnos a cualquier beligerancia: Call of Duty o Battlefield. Estos títulos, representantes más extremos de lo que muchos denominan “película americana”, tocan brevemente aspectos clave de la guerra como el sufrimiento de la población o los efectos derivados de un conflicto para centrarse en su núcleo jugable: pegar tiros.
En otro extremos, tenemos títulos como This War of Mine o Valiant Hearts que buscan hablar de otros horrores de la guerra. Aquí la guerra armamentística pasa a un segundo lugar y sus creadores nos describen otra clase de traumas alejados de la masacre. ¿Cómo sufren sus civiles? ¿Qué clase de horrores se esconden en la psique de los soldados entre trincheras?
Valkyria Chronicles 4, al igual que la primera entrega de la franquicia, es un juego capaz de plantearse todas estas disyuntivas y transmitir todos los horrores de la guerra, mientras nos ofrece uno de los mejores títulos de estrategia que podemos encontrar en los últimos años. Llevando a sus protagonistas a replantearse sus actos y cómo estos influyen en el gran conflicto en el que se han visto obligados a participar.
Valkirya Chronicles, por desgracia, ha sido una de las franquicias de Sega que no ha tenido la oportunidad de debutar en Xbox One desde sus inicios en PlayStation 3 allá por 2010. Su cuarta entrega, tras el lanzamiento del original en PC, un remaster del primer título para PlayStation 4 y dos secuelas en PSP, supone un punto de inflexión en la saga con la llegada a Xbox One y, por otro lado, la localización de sus textos al español por primera vez en la historia de la franquicia.
Toda una declaración de intenciones por parte de Sega para satisfacer la demanda de los usuarios de habla hispana y llevarse los elogios de una base asentada de jugadores que tuvieron que sufrir los horrores de Valkyria Chronicles Azure Revolution, un spinoff lanzado el pasado año en nuestras tierras y cuyos cambios a nivel jugable destrozaron el gran trabajo instaurado en anteriores entregas.
La cuarta entrega es una vuelta a los orígenes y, nunca mejor dicho, puesto que narra una historia paralela a los hechos acontecidos en la primera entrega. Nos situamos en una Europa alternativa, donde se está librando la Segunda Guerra Mundial entre la Federación Atlántica y la Autocrática Alianza Imperial del Este. Esta guerra nace por una ofensiva del Imperio para controlar las zonas de la Federación ricas en un componente clave para el funcionamiento de este universo: la ragnita.
Mientras que en el lanzamiento original nos poníamos en la piel de un grupo de la milicia del Principado de Gallia en esta cuarta entrega encarnamos a los soldados del Escuadrón E de la Federación en su misión Operación Cruz del Norte, la cual puede cambiar el curso de la guerra.
Esta aventura puede disfrutarse de forma totalmente independiente de la primera entrega, a pesar de tener lugar en el mismo período. Por lo que cualquier usuario que no haya podido catar el primer Valkyria Chronicles no sufrirá de ningún impedimento para abalanzarse en esta historia.
Como comentamos al principio de este análisis, no nos encontramos ante un juego arquetípico de guerra, aquí nuestros protagonistas tienen un pasado marcado por la guerra y, a lo largo de esta historia, veremos cómo han cambiado a causa de sus trastornos y cómo van desarrollando nuevas inquietudes mientras avanza nuestro camino hacia el corazón del Imperio.
Estamos ante una trama adulta, interrumpida brevemente en varios momentos por el habitual humor japonés, aunque de una forma tibia. Aquí lo importante son sus personajes, muy bien cuidados y retratados para sumergirnos en sus traumas, preocuparnos por ellos y establecer un lazo emocional. Algo muy importante, porque, después de todo, sus vidas están en nuestras manos y deberemos cuidar de ellos en combate si no queremos perderlos para siempre.
Valkyria Chronicles 4 a nivel jugable vuelve a ser una entrega continuista con respecto a la ruptura que supuso el mencionado Valkyria Chronicles Azure Revolution, cuyo enfoque en la acción derivó en una fórmula caduca desde sus primeros compases.
Aquí tenemos una vuelta a los enfrentamientos por turnos y el control de nuestras unidades en tiempo real. Cada una de ellas cuenta con una clase y una serie de condiciones especiales según su personalidad, lo que hará que algunas obtengan más defensa en ciertos momentos u otras pierdan los nervios y dejen caer munición al movernos. Nuestro papel como comandante será aprovechar los puntos fuertes y débiles de nuestros recursos para sacar adelante las distintas misiones.
Y no será una tarea fácil. Valkyria Chronicles 4 no es un título difícil per sé, aunque sí puede suponer un reto en ciertos puntos si no prestamos atención a la disposición de los enemigos, el terreno y descuidamos a nuestros soldados. Por ejemplo, un tanque puede acabar fácilmente con un par de aliados si lo exponemos a sus poderosas armas.
Las fases pueden durar entre 20-40 minutos y nos permiten guardar en mitad de las mismas, por lo que tenemos todo tipo de facilidades para disfrutar con calma. No son misiones planas ni mucho menos, cada una cuenta con alguna vuelta de tuerca particular y con sorpresas en su desarrollo.
Además, con el salto a las nuevas plataformas más potentes, estos gozan de un tamaño mayor y de un nutrido grupo de variantes. No hemos encontrado una misión parecida a otra y todas saben diferenciarse con uno o varios detalles: clima, terreno u objetivos.
A nivel de novedades, también encontramos una nueva unidad que cambia aspectos importantes de la jugabilidad y nos obliga a usarla en varias misiones principales dada su importancia: los granaderos. Esta clase lenta a la par que poderosa es capaz de destrozar fortificaciones desde largas distancias, acabar con armas antitanques con facilidad y cubrir zonas de terreno con su amplia distancia de disparo, por lo que nunca vendrá mal tener uno de ellos en nuestro grupo.
Tanto nosotros como el Imperio dispondrán de los granaderos. No obstante, desde el lado enemigo también contarán con ciertas fortificaciones que serán débiles a estas unidades y, si no contamos con una de ellas, siento deciros que estamos en un importante aprieto.
Por último, gráficamente repite el alabado motor CANVAS que tantas buenas sensaciones dio en la primera entrega con ese estilo cell-shading de cómic. No descubriremos ningún salto relevante en este apartado que no hayamos visto previamente, mas tampoco es necesario en un apartado visual que roza lo atemporal.
Valkyria Chronicles 4 es una oportunidad imperdible para los aficionados al género de la estrategia. En un sorprendente movimiento por parte de Sega, la empresa ha solventado una de las mayores quejas de sus usuarios para comprar la entrega original: la ausencia de traducción y nos trae uno de los mejores títulos que veremos dentro del género en este año.
Al tratarse de una entrega disfrutable de forma independiente, cualquier usuario puede saltar en esta aventura, cuyo mayor acierto es saber compaginar una historia adulta con una jugabilidad sólida.