Después de pasar de puntillas en la pasada generación, el género survival ha vuelto a renacer en parte gracias a las nuevas consolas y sobre todo a las compañías indie, algo normal viendo las facilidades que hay hoy en día para publicar juegos en consolas y PC. Gracias a esto, los amantes de los survival están disfrutando y seguro que lo seguirán haciendo durante toda esta generación de multitud de títulos de este género, entre ellos pequeñas como joyas como la que nos ocupa hoy y de la que daremos buena cuenta en este Análisis de White Night.
Dentro del propio género hay un tipo de juegos que están triunfando mucho últimamente, en los cuales no podemos usar ningún arma para ayudarnos en una situación comprometida y nuestra única escapatoria al encontrarnos con un enemigo, será la de salir corriendo y esperar que no nos coja antes de que podamos darle esquinazo o escondernos. Ya que si el enemigo nos atrapa en la mayoría de estos títulos esto significa el final. Con esta premisa OSome Studio ha creado White Night, un juego en el que además de la indefensión tendremos que luchar contra la aterradora oscuridad que nos hará temer lo desconocido.
Todo en Blanco y Negro
Centrándonos en el juego lo primero que llama poderosamente la atención es su apartado artístico, sobre todo el visual, estos temas muchas veces se suelen dejar para el final pero en White Night es tan importante, tan bueno y tan llamativo que es de lo primero que vamos a hablar.
Desde el mismo menú ya notamos el buen gusto que han tenido sus desarrolladores a la hora de crear el White Night, y cuando comenzamos a jugar las palabras «cine negro» y «años 30-40» no dejan de rondar por nuestra cabeza. El título es un homenaje a ese tipo de cine y a esos años, sin dejar de lado las comparaciones con algunos videojuegos como con el gran Alone in the Dark. La cámara, los escenarios, los personajes, la forma de narrar la historia, todo hace que nos sintamos en una película de hace mucho mucho tiempo.
En White Night el 99% del tiempo solo veremos dos colores, Blanco y Negro, colándose de vez en cuanto el tono anaranjado de alguna vela o cerilla. El diseño es absolutamente magistral, además la elección del las cámaras fijas ayuda a darle un toque más cinematográfico que nos llevará a pasear por escenarios realmente impactantes. La forma de usar la luz para descubrir las zonas oscuras es uno de los grandes aciertos del juego, ya que a través de ese círculo de luz que van creando nuestras cerillas iremos descubriendo objetos y zonas que estaban a nuestro lado, pero por la profunda oscuridad que nos rodea ni siquiera intuíamos como eran. Abrirnos paso a través de una nueva habitación, viendo sus cuadros, pistas y otros objetos es una experiencia increíble.
La historia comienza de manera bastante genérica, el protagonista va conduciendo por la noche y de repente una mujer se cruza en su camino haciendo que tenga un accidente justo enfrente de una mansión con muy mala pinta, no en vano adornando el jardín nos encontramos el cementerio familiar. Pero que en ese momento parece nuestra única salvación, así que dejando de lado toda lógica entraremos en la lúgubre mansión para intentar pedir ayuda a sus habitantes. Una vez dentro la oscuridad se apoderará de todo, hasta de la misma razón, haciendo que vivamos una auténtica pesadilla.
La historia del juego se narra a través de nuestro protagonista y algunas escenas de vídeo. Pero si queremos profundizar de verdad en lo que ocurrió ahí deberemos buscar los documentos coleccionables que encontraremos por toda la casa y que están realmente trabajados, ofreciéndonos una visión muy amplia de sus inquilinos, desde sus anhelos hasta sus miedos y secretos. Como hemos dicho el protagonista nos irá contando la historia desde su punto de vista, siempre podremos leer u oír sus pensamientos sobre casi cualquier objeto de la casa que merezca nuestra atención. Pero claro los jugadores a los que no les guste explorar y que quieran ir directos al grano, pueden encontrar las escenas que nos ofrece el juego narrando la historia algo vacías y puede que incluso no las encuentren mucho sentido. Quizá algo más de voz en off o simplemente más texto algunas vecesno habría venido mal, para contar algunos de los secretos que no descubriremos, si no leemos las docenas de documentos que hay por toda la mansión.
La profunda oscuridad
Para movernos por la casa deberemos usar casi siempre las cerillas que vamos encontrando por todas las habitaciones. Éstas serán muchas veces nuestra única fuente de luz y lo que nos servirá para poder avanzar o recoger objetos, ya que a oscuras no podremos ejecutar acciones tan simples como recoger la página de un diario o un objeto. También podremos encender ciertas luces de la casa, pero muchas de ellas no durarán demasiado dejándonos a merced de las cerillas, de las que solo podemos llevar 12 a la vez. Será muy importante no quedarnos nunca sin cerillas ya que estar demasiado tiempo en la oscuridad hará que nos empecemos a volver locos y nuestra partida termine. En resumen la luz nos da seguridad, esperanza y nos permite avanzar, la oscuridad nos atrapa sin remedio aferrándose a nosotros hasta que no podemos soportarlo más.
A lo largo de la aventura nos encontramos multitud de enemigos, a los que algunas veces podremos matar, ¿como? iluminándoles con luz eléctrica, no valen las cerillas, sino sería demasiado fácil. Estos enemigos de los que descubriréis mucho a lo largo de la aventura son una especie de fantasmas que deambulan por todos los rincones de la casa, pero que parece que están sujetos a una habitación en concreto, lo que quita algo de gracia a algunas escenas de terror, haciendo que escapar sea tan fácil como dar un paso atrás y ver como la sombra no pasa por el marco de la puerta. Se habría agradecido que las persecuciones duraran el tiempo suficiente para escapar del fantasma y que no solo estuvieran limitadas a la habitación en la que se encuentran.
En todo caso muchas veces nos van a matar por el mero desconocimiento del terreno. Cuando nos sorprendan en una habitación nueva al intentar huir seguramente no sepamos por donde, ya que solo podemos ver lo que tenemos un metro delante de nosotros. Detectar a un enemigo será relativamente sencillo pese a la oscuridad, aunque los desarrolladores se han guardado algunas sorpresas en zonas concretas para hacernos saltar del asiento. Podremos detectar a los enemigos por la vista como es normal, por el sonido e incluso por la vibración del mando. Normalmente nos daremos cuenta de su presencia por el sonido, ese sonido que al llegar a nuestros oídos nos hará ponernos en guardia, quedarnos quietos y empezar a observar bien el escenario para intentar encontrar al fantasma.
Por todo esto será muy importante guardar la partida siempre que podamos, aunque esto signifique gastar una cerilla. White Night guarda muy de vez en cuando la partida, de esta manera se mantiene la tensión de saber que si mueres tendrás que volver bastante atrás en la partida, así que deberemos ser nosotros los que nos ocupemos de guardar lo más a menudo que podamos.
La luz marca el camino
El juego puede durar entre 4 y 7 horas, depende el tiempo que dediques a leer y a buscar coleccionables. Para lo que dura OSome ha aprovechado muy bien la mansión, que consta tan solo de tres plantas y un sótano. El tener que ir descubriendo metro a metro cada estancia de la casa, buscando pistas y resolviendo puzzles, hace que la casa parezca más grande de lo que en realidad es.
Todos los puzzles del juego están relacionados con la luz, deberemos mover piezas, usar objetos o la propia luz para poder continuar con la historia. Prácticamente todos los puzzles que nos encontramos en el juego son bastante sencillos, muchas veces la dificultad radica en encontrar las piezas del puzzle en la oscuridad, pero una vez que tengamos lo que necesitamos no tendremos más problemas. Tampoco es fácil imaginarse como habrían sido unos puzzles más difíciles en este juego, ya que seguramente a muchos les habrían hecho desanimarse. Aunque podrían haber incluido alguno más complicado que no tuviera incidencia con la historia, para los que quisieran pudieran disfrutar un poco más del potencial que podrían tener los puzzles en White Night.
Los controles del juego están bastante bien, aunque hay veces que cuando cambiamos de cámara el control también lo hace llevándonos al sitio del que veníamos. No pasa muy a menudo, es más con la cantidad de cambios de cámara que hay pasa pocas veces pero se hace bastante incómodo, sobre todo si te están persiguiendo.
Tócala otra vez
La banda sonora del juego está cuidada con mucho mimo, la mayoría de los temas que vamos a escuchar son muy simples, solo un piano o un instrumento de cuerda, pero para este juego esa simpleza no solo es suficiente sino que le va como anillo al dedo. Muchas veces nos emocionamos con las bandas sonoras de las grandes superproducciones, pero OSome ha conseguido que el sonido de un simple piano nos ponga los pelos de punta. En cuanto al apartado sonoro del título cumple perfectamente con su función, no destaca pero tampoco cambia la experiencia.
The End
White Night es un gran título que nos hará disfrutar con su apartado visual de principio a fin, unido a una historia cuidada, buena jugabilidad y a una gran banda sonora es todo un imprescindible para los fans de los survival horror, pero también para cualquiera que se sienta atraído por su peculiar estilo y quiera probar suerte con una aventura muy especial.