Hace unas semanas ya os hablamos de la gran cantidad de estudios españoles que iban a publicar juegos en Xbox One gracias a ID@Xbox. Milkstone Studios va a tener el honor de ser el primero en estrenar su juego en la consola. Lo hará con Ziggurat que mezcla a la perfección shooter fantástico y roguelike en un juego trepidante que promete ofrecernos muchas horas de diversión. En este análisis de Ziggurat os desvelamos todos los secretos del juego.
El laberinto cambiante
En la historia controlaremos a un aprendiz de mago que deberá poner a prueba sus habilidades en un desafío, que lo coronará como un verdadero mago o que supondrá su muerte, convirtiéndose en un sacrificio más del Ziggurat. El Ziggurat es la torre de cinco pisos que deberemos superar para conseguir nuestro objetivo. Esto al final se convierte en un mero pretexto para meternos en el laberinto infernal que se crea en la torre cada que vez que jugamos.
Y es que una vez dentro del Ziggurat nos olvidaremos de historias y de retos centrándonos únicamente en sobrevivir, más importante si cabe en este juego ya que nuestra muerte significará volver al principio del juego, un castigo justo para los que fallan en el Ziggurat. Como os podéis imaginar esto hace que Ziggurat vaya a ser un juego corto, ya que si durara demasiadas horas muchos se desanimarían con sus primeras muertes a volver a intentarlo.
En todo caso a algunos jugadores se les puede hacer demasiado corto ya que se pasarán el juego en fácil y lo podrán dejar, Milkstone podría haber añadido otro modo con 10 o 15 pisos, que ampliara un poco la historia y que ofreciera una duración mayor para los jugadores hardcore, los cuales solo encontraran un verdadero reto en el modo difícil o sin fin.
Milkstone compensa su corta duración con la generación aleatoria de sus escenarios. Esto que significa, que cada vez que juguemos deberemos enfrentarnos a retos diferentes, enemigos diferentes y nos encontraremos recompensas diferentes, lo único invariable del juego será el jefe de la quinta planta, el resto será totalmente diferente cada vez que decidamos jugar.
Para los que quieran un desafío una vez que nos pasemos el juego en modo normal se desbloqueará el modo sin fin, que nos reta a superar tantos pisos como seamos capaces antes de morir.
Luchar hasta el fin o volver a empezar
Antes de empezar el juego podremos escoger uno de los personajes disponibles, como podéis suponer cada uno tendrá sus ventajas y desventajas. Aunque al principio solo tendremos disponible uno, el resto deberemos ir desbloqueándolos jugando, sobre todo matando ciertos tipos de enemigos.
Comenzaremos el juego con una simple varita pero a medida que superemos pisos iremos encontrando otros tipos de armas, podemos llevar hasta 4 diferentes, la varita, un libro de hechizos, un bastón y un arma a distancia, cada una con su propia fuente de magia. También habrá diferentes tipos de cada arma, cada tipo tendrá un ataque diferente. Esto añadirá cierto toque táctico a la aventura ya que cada tipo de arma nos vendrá mejor según el tipo de enemigo y el número que haya. Además todas contarán con una ataque secundario que es bastante más potente pero como es normal consume mucho más maná.
Uno de los mayores placeres que ofrece el juego es no saber lo que te vas a encontrar en la siguiente habitación. Como os hemos dicho Ziggurat genera aleatoriamente todo el mapeado de un piso cuando comenzamos la partida, así que nunca sabremos hacia donde tenemos que ir para ascender al siguiente piso o para encontrar los tesoros. La única manera es ir probando todas las salas, pero claro, habrá que tener cuidado por que la recompensa que podamos conseguir en una sala puede resultarnos demasiado cara.
Y es que en cada piso vamos a encontrarnos diferentes tipos de salas. Las más divertidas como os podéis imaginar serán las que tengan enemigos que pongan a prueba nuestras habilidades. Nos podemos encontrar con diferentes tipos de salas con enemigos, el problema es que hasta que no estemos dentro no sabemos lo que nos espera y un problema mucho mayor es que todas las salidas de la estancia quedarán bloqueadas hasta que acabemos con todos los enemigos. Lo mejor que nos puede pasar es entrar en una sala que tenga predefinida la aparición de cierto número de enemigos. Después podemos tener mala o buena suerte y entrar en una sala que aplique una especie de norma al combate, los efectos irán desde enemigos invisibles o la aparición de un enemigo extra cuando matamos a otro, hasta otros más divertidos como que se pixele la pantalla y parezca que estamos en un juego de hace 20 años. Finalmente las peores salas contendrán obeliscos que deberemos destrozar, ya que mientras sigan en pie seguirán apareciendo enemigos.
A parte de estas salas habrá otras con trampas que necesitaremos superar para llegar a otras salas o simplemente que nos darán un premio por completarla. También habrá salas con cajas sorpresa, otra con una serie de pergaminos que nos dan datos sobre los enemigos y otras con una especie de llave necesaria para invocar al jefe del nivel y poder subir al siguiente piso. Finalmente tendremos unas salas donde podremos sacrificar vida o maná para obtener algún tipo de cambio a la hora de jugar como disparar más rápido o consumir menos maná, el problema viene que estos cambios también pueden ser a mal y que por ejemplo nos quedemos con las reservas de maná a la mitad.
Los enemigos del juego son lo suficientemente variados como para no cansarnos, además en cada sala aparecerán de 2 a 4 diferentes, haciendo que al verlos mezclados no se nos hagan muy pesados, como es normal a medida que avancemos en el Ziggurat irán apareciendo enemigos más fuertes mezclados con los de los primeros pisos. El diseño de los enemigos es bastante bueno yendo desde los más normales como diablillos o esqueletos a dragones obesos o zanahorias asesinas.
Evoluciona como puedas
Como buen Roguelike tendremos un sistema de progresión mediante el cual podremos ir subiendo niveles y mejorando características. Tendremos que ser hábiles a la hora de luchar ya que matar a un enemigo no nos dará directamente experiencia, sino que el enemigo soltará un orbe amarillo al morir que nos da la experiencia pero desaparece con el tiempo, así que no solo tendremos que preocuparnos de no morir y matar a los enemigos sino también de ir recogiendo lo que suelten los rivales caídos para poder subir de nivel. Las mejoras que podremos aplicar a a la hora de subir de nivel como todo el juego serán totalmente aleatorias, cuando subimos un nivel se nos da a escoger entre dos cartas de mejora, y así cada vez que subamos uno nuevo. Estas mejoras pueden ser permanentes como poder almacenar más maná o aumentar nuestra vida máxima o de un solo uso, como recuperar la mitad de nuestra vida. Estas cartas se irán desbloqueando cuando muramos o completemos el Ziggurat, así que cuantas más partidas juguemos más y mejores cartas tendremos a nuestra disposición. Pero la muerte o completar el laberinto no solo nos dará acceso a otras cartas de mejora, también a diferentes armas y talismanes.
Otro elemento importante que nos encontramos en el juego son los talismanes, estos nos darán un pequeña mejora cuando los activemos como recuperar una pequeña cantidad de salud, de maná o conseguir más experiencia durante cierto tiempo. Para poder usar los talismanes tendremos que matar a unos cuantos enemigos.
Después de leer todo esto quiero volver a recalcar la aleatoriedad de todo, con todas estas variables se crean miles de pisos diferentes con salas diferentes. Ziggurat nunca nos ofrecerá dos partidas iguales y pese a habernos pasado varias veces en su campaña siempre habrá una nueva sala o reto que nos sorprenda. Todo esto unido a los retos de desbloquear a todos los personajes y pasarse el juego en sus diferentes modos de dificultad nos anima a jugar una y otra vez.
Apartado técnico
Técnicamente el juego va a bastante bien salvo algún bug. Aunque nos hemos encontrado con un par de fallos que son bastante incómodos, uno surge cuando se juntan muchos enemigos en pantalla, sobre todo si tienen ataques a distancia como pueden ser los diablillos, y es que en ese momento el juego sufre una ralentización brutal que no acabará hasta que no hayamos matado a unos cuantos enemigos. También hemos visto errores al cambiar de arma, haciendo que tarde uno o dos segundos y dejándonos vendidos en medio de un combate.
A parte de los enemigos, el resto del juego tiene un diseño simple pero efectista que permite que sus salas sean usadas una y otra vez sin llegar a cansarnos. La BSO y el sonido del juego no quedaran grabadas en nuestra memoria pero se complementan bien con el resto del juego.
Conclusión
Ziggurat en un gran Roguelike que nos hará a pasar incontables horas luchando contra docenas de enemigos siempre en escenarios diferentes con armas diferentes creando un incontables situaciones diferentes. No jugaremos dos partidas iguales y cada una se puede desarrollar de una forma.