Un pirata espacial con un gancho y un cinturón que ralentiza el tiempo. Con este argumento solo puede ser un videojuego. Uno bastante original, o por lo menos eso nos promete Flinthook. Hemos podido probarlo y ahora os vamos a contar que nos ha parecido. Coged vuestro traje espacial y vuestro gancho, que vienen curvas.
Una nave y una brújula
Lo primero que llama la atención en Flinthook es su apartado gráfico. Utiliza unos diseños a través del pixel art, realmente decentes. De hecho, nos han sorprendido las animaciones del protagonista. Se nota que hay bastante mimo en este título.
Pero no solo las animaciones, todo lo que aparece en pantalla está bien trabajado. Dentro de las limitaciones de este sistema gráfico, se ha hecho un trabajo bueno. Todo es colorido, vistoso y tiene personalidad propia. En este sentido nos ha gustado bastante.
También nos hemos encontrado con una banda sonora muy especial. Sus melodías se han quedado en nuestra cabeza. Esto se debe a dos razones. Por un lado, son temas tremendamente marchosos. Su ritmo y melodía están muy bien elegidos. Pero la segunda razón es un problema. La música no para de repetirse.
De hecho, se llega a repetir hasta la náusea. Los temas son divertidos y decentes, pero su continua repetición es algo que nos ha molestado. Digamos que el juego se divide en mundos y cada uno tiene un par de temas. Y se repiten sin parar. nos ha faltado algo más de esfuerzo en este tema.
Un gancho, una pístola y un cinturón
Lo que más nos ha gustado sin duda del juego es su jugabilidad. Se trata de un clásico juego de disparar y dar saltos. Pero su universo hace que todo tenga un sentido mejor. Somos el Capitán Flinthook, un pirata espacial que asalta otros navíos espaciales. Decimos navíos porque las naves parecen barcos realmente.
El hecho es que estos barcos se dividen en habitacione. La disposición y forma de las mismas es aleatoria y se crean de manera procedural. Todas ellas están pensadas para utilizar nuestras armás con inteligencia. Estas son: un gancho retráctil que nos permite movernos con velocidad, una pistola de energía, con rango limitado; y un cinturón que ralentiza el tiempo.
Estos tres elementos son espectaculares. Podemos engancharnos a una anilla que nos lleva volando por la habitación. En el aire, podemos ralentizar el tiempo y disparar como posesos. Estos momentos son geniales y muy divertidos. Además la física del protagonista está bien medida. En este sentido nos ha recordado por su frenetismo a Mega Man.
Tendremos que asaltar estas naves para conseguir comida para nuestra brújula. Ella, que actúa como una mascota, nos llevará a los líderes de las bandas después de haber superado varias embarcaciones. Es entonces cuando el juego se pone más que difícil.
De hecho, ese es uno de los problemas de la jugabilidad. Durante las partidas, nos enfrentamos a los líderes de cada navío y alguno se parece al jefe final de la banda. Pero el líder final es increíblemente duro. Suelen tener patrones claros, pero tienen muchísima vida y su patrón se complica con el tiempo. Nosotros hemos estado maś de cinco minutos pegando tiros a uno, cuando llegar hasta el nos había llevado apenas diez. No está bien medido.
Es algo frustrante que no hayas perdido ni un punto de vida durante tres barcos y que, al llegar al enemigo final, te maten con cierta facilidad. Es un roguelike, así que la muerte es necesaria, pero creemos que algo no está bien con los líderes de las bandas. Otro de los problemas tiene que ver con la forma de morir. La mayoría de las veces moriremos más por obstáculos que por ataques enemigos. Al final acabamos depurando el control, pero sigue habiendo un desajuste claro.
Aunque esto no es lo único malo, sufre de un gran problema para ser un roguelike. después de jugar una hora, las habitaciones comienzan a repetirse. Es una pena, ya que el juego está muy bien diseñado. Pero si las habitaciones son aleatorias, ¿por qué se repiten tan pronto? Hemos pasado por la misma habitación con tres taladros gigantes innumerables veces.
Aunque siempre hay sitio para la sorpresa y de vez en cuando aparece una nueva, que suele ser un reto. Suponemos que con el tiempo introducirán nuevas habitaciones. Ahora mismo está bien, pero se repiten demasiado pronto los espacios.
Fracasar es avanzar
Aunque perder es lo que realmente nos hace avanzar. Al fin y al cabo esto es un roguelike. Cada vez que morimos, se nos otorga una experiencia y unos sobres. Estos contienen mejoras que podremos comprar.
Pero es aquí donde viene una de las aprtes interesantes del título. Aunque compramos esas mejoras, no podemos tenerlas todas. Hay dos tipos de mejoras: las permanentes y las que ocupan espacio.
Las mejoras permanentes se puede comprar y duran para siempre. Estas mejoras pueden aumentar algo nuestra vida o hacer que tengamos ciertas ventajas para siempre. Pero sobre todo se basan en las capacidades más básicas del personaje, vida, velocidad, etc. Además de adquirir más casillas para el inventario.
Por otro lado, están las mejoras de partida, que son mucho más interesantes. Estas ocupan un número de casillas en nuestro inventario y son las que cambian al partida. Hacer más daño, cambiar nuestro tipo de disparo, ser más rápidos, recibir vida al entrar en cada nave. Son muchas y están bastante bien pensadas. Es un sistema original, ya que las mejores ventajas no son apra siempre. De esta forma vamos creando nuestra manera de jugar.
Conclusiones
Flinthook es un juego muy divertido. Muy recomendable para todos los amantes de las plataformas de acción. Se nos ha venido a la cabeza más de una vez Mega Man. Su velocidad, su disparo limitado, su colorido y sus enemigos nos lo han traído a la mente una y otra vez.
Su forma de avanzar puede ser algo injusta a veces. Acabar perdiendo vida por salas difíciles en vez de por monstruos puede ser frustrante. Pero lo compensa con una jugabilidad genial. Lo recomendamos ampliamente a todos aquellos que deseen encontrar un roguelike diferente.