La humanidad está al borde de la extinción, recluida en un último bastión, en la ciudad de Bezoar, donde resiste los embates del poder de los robots que han conquistado la tierra. Lejos de ser un título que se fundamenta en Terminator, hablamos de un título que hace hincapié en la generación de un futuro distópico con fuerte ambientación cyberpunk. Un futuro apocalíptico, donde la resistencia intenta evitar que los robots acaben por extinguir todo rastro de la especie humana.
Un juego que fue descubierto en Steam en el año 2011, que nos trasladará al año 2436, en el que la humanidad soporta la implacable fuerza de los robots gracias a los soldados de la resistencia que quedan. Aquí es donde encontramos a James Fletcher, más conocido como el Comandante Fletcher, que equipado con la última tecnología será el único capaz de arrojar algo de luz sobre la humanidad.
Hard Reset Redux es la versión remasterizada de aquel juego que vio la luz en 2011, ofreciendo un despliegue de medios y trasladando un concepto de juego clásico a los shooters actuales. Siendo una nueva tendencia de este género, la acción prevalece sobre cualquier opción adicional, incluso, imponiéndose a una narrativa que se fundamenta en los clásicos de acción de los 90. Un shooter de la vieja escuela que es un viaje al pasado en un entorno futurista.
El clásico héroe de acción
Quién podría pensar que a estas alturas, los míticos héroes de acción de los 90 podrían rejuvencer de este modo. Clichés, estereotipos, fundamentos que parecían caducos regresan con nuevas propuestas que, del mismo modo, intentan saturar los sentidos de los jugadores que buscan acción sin demora. Es así como presentamos al Comandante Fletcher, el último gran héroe de Bezoar, el único capaz de salvar a la humanidad de una amenaza tan grande como son las hordas de robots que acechan a los últimos humanos.
Hard Reset Redux nos expone de forma muy directa a un escenario caótico, un futuro distópico, una ambientación cyberpunk. La oscuridad de los escenarios parece ser un fiel reflejo del oscuro futuro que acecha la humanidad, donde la historia parece resultar intrascendente. Poco importa por qué debemos hacer frente a todos esos enemigos, la supervivencia es el objetivo principal, y para ello, con unas secuencias breves, que llegan en forma de viñetas de cómic, es suficiente para dar cuenta de lo poco que hay que tener en cuenta para saber cual es el siguiente paso que debe seguir el protagonista.
Tópicos y clichés de los 90 en un juego remozado, nunca sobra acción
James Fletcher es el protagonista indiscutible de Hard Reset Redux, un héroe de acción puro de la vieja escuela, que equipado con un brazo modificado, incorpora todo tipo de armas letales que darán cuenta de todo aquel que se ponga delante, rezume vida o sea un robot. Y es que ese brazo incluye, como base, un arma de fuego y un arma de energía, las cuales puede evolucionar invirtiendo ‘nanos’ en las terminales de mejora. Es de este modo donde podremos descubrir que a lo largo del juego podremos ir adaptando el tipo de fuego que podemos usar en base a los dos tipos de munición disponibles.
Claro que también contamos con un traje que puede evolucionar, con la misma tecnología que equipa su destructivo brazo, ofrecerá todo tipo de protecciones básicas, así como sistemas de detección que ayudarán a la frenética acción a la que nos debemos exponer. Ya se pueden preparar los robots, pues el Comandante Fletcher está preparado para repartir, preparado para defender a la humanidad y dar cuenta de todos los enemigos.
La acción y violencia clásicas
Con Hard Reset Redux nos encontramos con un concepto de shooter pasillero, directo, donde no hace falta investigar demasiado. No obstante, no podemos negar que desde el principio, los shooters abarcaron el concepto de pasillo, que no de linealidad, que llegó algo más tarde. El mapa se convierte en un laberinto de estrechos pasillos y amplias zonas interconectadas, donde lo único que importa es lo que queda delante del arma que portamos.
¿Hay vida más allá de estas paredes? No es relevante, asegurémonos de que no la hay dentro de ellas.
Los shooters clásicos nos trasladaban a unos escenarios cerrados, donde en ellos no había otra cosa que enemigos, que aparecerán de la nada, que aparecerán en pequeñas oleadas. Estos enemigos sucumbirán ante nuestra capacidad destructiva, una capacidad que procede de un brazo robótico que combina dos tipos de energías, que se reparten los dos tipos de munición que podemos acumular. El paso de una a otra es fugaz, pues no interesa que el ritmo de la acción decaiga. De hecho, un aspecto curioso del juego que se que usemos el arma que usemos, no habrá recarga que nos impida seguir disparando, salvo que acabemos con las reservas de munición. Unas reservas que no será tan fácil agotar, pues bien porque los enemigos sueltan, o bien porque hay dispersas por todo el escenario, permiten que no tengamos demasiados reparos en mantener ráfagas largas.
A lo largo y ancho del escenario, encontraremos muchos elementos a considerar, tanto los objetos que debemos coger, representados por diferentes colores, darán vida y munición, así como los valiosos nanos que nos permitirán mejorar nuestros equipamientos, desde el traje, para mejorar la protección o percepción, así como diferentes mejoras para cada una de las posibilidades que ofrece el arma. Descubriremos que podremos variar el tipo de fuego que esta puede ejecutar, convirtiendo una en una escopeta, un lanzagranadas o un RPG, sin que esto suponga tener que buscar munición específica. En el caso del arma energética, pasa un poco lo mismo, ofreciendo diferentes tipos de ataque de una forma muy directa. Incluso, para Hard Reset Redux, se ha incluido un arma nueva, una katana que habrá que encontrar, para dar rienda suelta a la acción cuerpo a cuerpo.
De este modo, combinaremos tipos de fuego con enemigos, los cuales se van descubriendo en diferentes tipos. Comenzando por una especie de pequeños robots muy ágiles o por unos gigantescos brutos, cuyo único recurso es el ataque físico. Según avanzamos, irán apareciendo nuevas unidades, que comenzarán a atacarnos a distancia, desde el suelo o el aire. Nadie puede negar que resultará muy repetitivo, pero hay excusa, son robots, salen todos de la misma cadena de producción. Claro que en algunas zonas observaremos otras unidades que deberían tener algo más de diversidad, como son una especie de zombies, que parecen señuelos empleados para infiltrarse entre los miembros de la resistencia y, como no, los bosses.
Con un botón cambiamos de arma y no hay que recargar, solo importa destruir
Lo realmente importante de esta clase de juegos, no es tanto la diversidad de enemigos como que aparezcan en gran número y, ahí, no podemos negar que hay momentos en los que la legión de robots es bastante interesante. Aunque todo esto dependerá del nivel de dificultad en el que juguemos, la dosificación del número de enemigos por oleadas varía, llegando a límites realmente interesantes que potencian esa necesidad de acción para el que se ha desarrollado Hard Reset Redux. Una acción que dependerá mucho de la evolución del personaje, bueno, más bien del equipamiento, pues ese brazo robótico tiene muchas cosas que ir descubriendo, mientras, el brazo izquierdo solo sirve para evitar que la cara tope con el suelo.
Siendo una experiencia que busca revivir el concepto clásico de los shooters en primera persona, no podemos negar que Hard Reset Redux es un exponente interesante. Sin que sea una de esas licencias clásicas renovada, es un título que ya homenajeo y uso los preceptos propios de estos shooters para una historia nueva. Una ambientación diferente, pero que huele a clásico, un juego nuevo que huele a refrito… hará las delicias de los fans de la serie B y de la acción despreocupada.
Clásico renovado
Claro que Hard Reset Redux ha visto la luz ahora por la renovación del motor gráfico empleado para aquella primera versión que fue exclusiva de PC. Aprovechando este trabajo, ha dado el salto a las consolas actuales, ofreciendo un espectáculo visual muy efectista. Estos efectos visuales es lo que secunda la frenética acción que propone Hard Reset Redux. En cierto modo, la renovación del motor es algo que se nota mucho.
Y es que ante una estética oscura, esa ambientación cyberpunk cobra vida con un buen número de detalles. Todos estos quedan recogidos en los evidentes límites del mapa, donde mirar al cielo descubre un diseño que evoca a películas como Blade Runner. Puede ser un guiño, pues parece raro que en un bastión donde la humanidad resiste ante su posible extinción, exista una civilización tan evolucionada. Dejando esto a un lado, la realidad es que la ambientación oscura, se combina de forma acertada con los neones y efectos de luz varios, que confieren el principal factor de espectacularidad visual.
El renovado motor gráfico permite ahondar en estos efectos de luz, que son básicos para obtener un acabado que sea resultón. Los diferentes colores bañan de forma precisa y adecuada las paredes y suelos, los cuales, presentan un acabado que disimula estructuras simples con texturas bien ejecutadas. En cierto modo, la acción es lo que prevalece, de modo que no parece que se hayan volcado en crear escenarios excesivamente complejos, dejando al descubierto escenarios limitados, de construcción simple, equipados con texturas, que buscan dar profundidad, en las que los reflejos aportan un acabado correcto, pero que no gana espectacularidad hasta que entran los enemigos y comienza la batalla.
Batallas donde prevalece el número ante la diversidad, donde el diseño de los enemigos se corresponde, como pasa con el protagonista, a clichés varios, estereotipos de enemigos robóticos que incluso podrían tomar referencias de otros juegos, como son DOOM, incluso, el más frecuente, ese pequeño robot, parece una modificación sui generis del claptrap de Borderlands. Lo importante, es que la acción transcurra de forma fluida, a una velocidad y ritmos adecuados, que se consiguen de forma espectacular. Realmente, podemos sufrir la intención de vernos superados, más en número que en poder, donde el rendimiento no decae, y la conjunción de explosiones, efectos de luz y rayos eléctricos inundan la pantalla e iluminan el escenario. Claro está, que no todo es perfecto, de hecho, hay que reseñar que hay un defecto bastante importante, en determinados puntos donde parece entrar una carga, actualización del diario o comunicación de voz, que para el juego durante varios segundos. Un problema que, dado el carácter fluido y dinámico de la acción, llega a ser molesto.
Estaremos tan centrados en la acción que el simple diseño pasa inadvertido
Claro que, a estas alturas, los jugadores pueden estar acostumbrados a otras mecánicas, a experiencias más amplias. Es así como pueden encontrarse demasiados límites para Hard Reset Redux, sobre todo, en las opciones incluidas en el manejo del personaje. Se puede echar en falta que ese brazo ejecute algún golpe cuerpo a cuerpo, así como poder agacharse, limitando mucho la capacidad de explorar. Pero ¿para que agacharse si se puede destruir? El escenario recoge muchos secretos, parte de los cuales son importantes para desvelar el 100% de los diferentes escenarios del modo campaña.
La esencia de un clásico
Hemos comprobado que Hard Reset Redux no es un juego que intente innovar, no realmente, pero su propuesta resulta poco común en el género. Poco común porque llevamos años explotando los shooters con productos bastante clónicos y cuando se innova, se tiende a recurrir a otros géneros, a ampliar las fronteras, a hacer más complejas las mecánicas. Con mayor o menor acierto, los shooters han ido descubriendo muchas vertientes y posibilidades, dando éxitos y fracasos.
Pero la apuesta de Hard Reset Redux está avalada por el éxito que estos juegos tuvieron hace muchos años. Un género que apuesta por la acción, pero que no se olvida de que los jugadores buscan retos constantes. Es así como encontramos, a parte de los desafíos propios de cada misión, donde al final de cada una tenemos un desglose de secretos descubiertos, tiempo empleado, enemigos eliminados, daño realizado, que denota que repetirla y superarse es una opción. De ahí, ir desbloqueando los diferentes niveles de dificultad, así como modos de juego adicionales, como es el EX Mode o el Heroic Mode. Como podéis comprobar, lo he puesto en inglés, y es que el juego completo está, tanto voces como textos, en este idioma.
No obstante, es tan básico y necesita tan poca explicación para disfrutarse, que salvo que interese mucho el argumento que es como atrezzo, no se echará en falta y no diluirá la frenética experiencia propuesta por Flying Wild Hog en Hard Reset Redux. Además, si esto no es suficiente, tenemos el Survival Mode, donde nos expondremos a oleadas de enemigos que surgen de golpe, donde tendremos que sobrevivir en alguno de los cuatro entornos disponibles para este modo de juego.
Hard Reset Redux es una experiencia de acción, sin preguntas, solo hay que tomar el control y matar.
Involución evolutiva
Los shooters parecen haber apostado por volver a las raíces, siendo Hard Reset Redux un buen ejemplo de ello. Pero no es el único, pues el reciente lanzamiento de DOOM también avala esta tendencia que ofrece una experiencia más plana, básica y directa. En el fondo, ¿hace falta más para divertirse? Casi podemos asegurar que ofrecen un grado de inmersión superior, donde la acción no tiene pausas, donde la violencia es el principal protagonista.
En el caso de Hard Reset, el original, no tenía una base como tiene DOOM en la que tomar la referencia. No obstante, ya en su momento, Hard Reset era un homenaje a muchas películas y juegos del pasado, cogiendo estereotipos, un poquito de Blade Runner para su ambientación, un poquito de Matrix para su desarrollo y un toque de Painkiller para su acción. Tomar estos fundamentos y agitarlos en una coctelera, una combinación que resultó atractiva y cuya renovación a los nuevos hardwares ha potenciado, sin duda, la capacidad de impactar. Visualmente resulta interesante, pero no tan espectacular como su acción, la cual, llega sin demora, sin preguntas ni necesidad de respuestas.
Si no te importa más que la acción, Hard Reset Redux es un buen candidato
Aunque pueda pecar de simple en muchos aspectos, tanto en los diseños, algo planos y repetitivos, así como en la acción, con algunas carencias notables referidas a lo acostumbrado, la realidad, es que es un producto que puede convencer por su propuesta. Y es que no siempre hay que buscar tres pies al gato, no hay que hacer una compleja ambientación que requiera de rebuscar en mapas extensos secretos nimios. Hard Reset Redux puede acusar estos defectos, pero los convierte en alicientes para dar fuerza a los conceptos clásicos en los shooters.
Considerando las opciones de juego que ofrece, nadie puede negar que el juego se terminará antes de tiempo, pues a los niveles de la campaña, que tienen sus propios desafíos, se habilitan modos adicionales, aunque siempre se puede tirar del modo hordas y ver de que pasta se está hecho. De este modo, se puede asegurar que Hard Reset Redux es un juego que, de gustar este género y engancharse al estilo que ofrece, aportará un número extraordinario de horas de juego.
El regreso de los shooters clásicos, a través de un título remasterizado de uno que sirvió de homenaje a estos juegos. No es necesario inventar de nuevo la rueda y en los orígenes de este género nos encontraremos con fundamentos clásicos, con marcados estereotipos del género, una involución a través del progreso. No hace falta, más, es lo que los fans requieren, acción y más acción.