El nuevo Hitman se caracteriza por hacer llegar sus diferentes capítulos de forma episódica, algo que está suponiendo un pequeño lastre para disfrutar de la historia principal que nos está llevando por diferentes ciudades del mundo, completando misiones clave. Es así como la llegada del tercer episodio de Hitman, nos trasladará a la exótica ciudad marroquí de Marrakech, cambiando de aires y de continente. Con esto, fijar dos nuevos objetivos que sigan desvelando una trama conspiratoria que, dada la dosificación de la historia, no se puede apreciar la profundidad de la misma.
Es de este modo como presentamos a los dos nuevos objetivos, un banquero, Claus Strandberg, que tras verse involucrado en numerosos escándalos fiscales, se encuentra refugiado en la embajada sueca de Marrakech, así como a su cómplice o aliado, el general Reza Zaydan. Para colmo, la ciudad se encuentra sumida en un conato de golpe de estado, lo que añadirá mordiente a la situación, donde las calles se muestran, en esta ocasión, muy diferentes a la de los escenarios vistos hasta la fecha.
Visitando África
Es de este modo como nos encontraremos en la ciudad de Marrakech, en un mapa que muestra una disposición muy diferente y mucho más compleja de las vistas hasta ahora. Si bien, comenzando desde las típicas calles estrechas donde se ubican los bazares, la ambientación lograda en este episodio realmente es sobresaliente. Calles abarrotadas, incluso cuando transitamos por las desordenadas callejuelas para encontrarnos con la embajada, expuesta ante una impresionante manifestación, repleta de personas y de cuerpos de diferentes cuerpos de seguridad, ejército marroquí, ejército privado y policía. Un mapa que resulta ser un laberinto en sus diferentes niveles, un laberinto repleto de vida y que, dado el cambio de cultura, se expone de forma extraordinaria.
De hecho, podemos seguir elogiando muchos de los aspectos técnicos de este juego, donde nuevamente, se puede observar un extraordinario trabajo en el más mínimo detalle que, por otro lado, son requeridos para la acción que toca. Aunque veamos estructuras que se repiten, principalmente objetos relacionados con la misión, como son herramientas y elementos varios para llevar a cabo nuestra misión, se añaden otros que pueden resultar realmente fascinantes. El cambio de aires denota un gran trabajo para llevar a cabo una ambientación bastante diferente, donde combinar lugareños, manifestantes, soldados, becarios y trabajadores de la embajada. El trabajo realizado para el diseño, tanto como la ejecución de un escenario que, es más amplio y complejo que los vistos hasta ahora, es elogiable, si bien siguen notándose carencias en la realización de algunos elementos, excesivamente pobres en matices y que suelen emplearse de forma repetitiva. Resulta obvio que no vamos a encontrar un diseño que no presente dos estructuras iguales, pero ya que esto no es tan importante, las que aparecen, deberían tener un diseño algo más cuidado. En el fondo, es la misma pega mostrada en los anteriores episodios.
Asesino polifacético
Claro que no estamos visitando Marrakech como un turista, aunque queramos pasar inadvertidos como tal, donde nuestros objetivos, por primera vez, se encuentran dispersos por este mapa en ubicaciones muy diferentes y bien controladas. Tanto por la presencia del general Zaydan en una antigua escuela, casi en ruinas, como por la del banquero, recluido en una ordenada y moderna embajada. Dando cuenta de la diversidad de diseños y una ambientación sobresaliente, nos tendremos que devanar mucho más los sesos, pues no se trata de entrar en una única ubicación, sino que debemos atender bien a las oportunidades, pistas y coberturas que se abren para infiltrarnos en cada una de las estancias.
Es así como el Agente 47 sigue demostrando su valía, principalmente, con los recursos habituales, los disfraces. Recurriremos, como suele ser necesario, a todo tipo de artimañas para lograr nuestro objetivo, eliminar a ambos y escapar. Claro está, que Hitman no es un juego que se caracterice por ofrecer solo una misión, sino que es una plataforma que habilita, un número de misiones en continuo crecimiento. Con la llegada de este tercer episodio, también hay que hacer mención a la reciente actualización que habilita los Objetivos Escurridizos, objetivos que están disponibles de forma temporal y que debemos atender en el momento adecuado siguiendo las pistas que nos ofrecen. Claro que lo que está deparando mayor éxito es la disposición de un elevado y creciente número de contratos, donde los requisitos y las condiciones expondrán múltiples posibilidades y pondrán al descubierto nuestras capacidades como Agente.
Añadiendo opciones
Esto es resultado de la gran diversidad de opciones que ofrece Hitman, un juego que explora nuevas vías para desarrollar una acción que tras años viéndose limitada por argumentos e historias lineales, se expande en cada uno de los mapas ofreciendo infinitas combinaciones. Tanto por la consecución de misiones en el modo Intensificación, como por el cumplimiento de objetivos para demostrar nuestra maestría como asesinos, a medio camino de completarse los contenidos que ofrecerá cuando sea completado, es un juego que aportará cientos de horas de juego metiéndonos en la piel del polifacético Agente 47. Siendo un juego que no está completo, ofrece muchas horas de juego y posibilidades de disfrutar y superarse.
El Episodio 3 de Hitman, en la ciudad de Marrakech, explota un entorno muy atractivo, más complejo, que habilita muchas más opciones de disfrutar de un juego cuyo planteamiento sigue dando de que hablar, pero que una vez inmersos en la propuesta, nos inundará con una cantidad ingente de posibilidades. Siendo parte del juego final, sigue confabulándose a la vez que expone, de forma poco eficaz, una historia principal que busca revelar una trama conspirativa con muy poca información en este momento, casi resultando intrascendente. Es más que probable que al final, todo tenga sentido, pero en este aspecto, la gestión de contenidos en forma de episodios está dando al traste con el que, supuestamente, debería ser el exponente principal. Eso sí, todo lo que rodea Hitman es de un calibre poco usual y cada vez que llega un episodio, la visita a la oficina del Agente 47 se hace más gratificante.