Hubo una época en la que no había mes en la que algún deporte alternativo o extremo no tuviese un representante dentro de los videojuegos. Una época dorada para los juegos arcade que guarda todavía algún superviviente, como es el caso de MX vs ATV, cuya licencia sigue a día de hoy dando nuevos juegos. Pese al cambio de manos y la llegada de nuevas propuestas algo más centradas en la simulación, como el producto oficial del mundial de motocross MXGP, MX vs ATV siempre ha ofrecido ese estilo desenfadado a los amantes de lo arcade.
La llegada de MX vs ATV Supercross Encore hace referencia a la remasterización de aquel juego que llegó en 2014 a Xbox 360. Como suele ser habitual, esta clase de ediciones suele ofrecer los mismos contenidos, incluso más, donde las mejoras gráficas son lo más evidente, pero desde Rainbow Studios advierten que se han incluido mejoras sustanciales en otros ámbitos, como la jugabilidad. Motos de motocross y quads a toda velocidad por circuitos distribuidos por Norteamérica, compitiendo en diferentes disciplinas por demostrar la valía de los pilotos.
MX vs ATV Supercross Encore es una remasterización que pretende llevar al jugador a algo más que una experiencia renovada visualmente. ¿Qué ofrece?
Hacen falta arcades
Uno de los aspectos más relevantes de este tipo de propuestas es la inherente falta de juegos que, si bien en su momento saturaron el mercado, ahora parecen escasear. MX vs ATV Supercross Encore ofrece esa propuesta liviana, sin preguntas, ni planteamientos complejos, donde lo importante es participar y hacer un poco “el cabra”. Se ha perdido, en gran medida, el carácter arcade dentro de muchos géneros, donde el deporte extremo ha ido incluyendo productos más complejos, donde los modos trayectoria nos introducen en una misión simple, ser el mejor piloto, pero para lo que hace falta mostrar concentración y un planteamiento estratégico más profundo.
MX vs ATV Supercross Encore obvia todos esos planteamientos, ofreciendo buenas dosis de acción y diversión con un planteamiento simple, conduce y disfruta. Es así como podemos encontrar las diferentes disciplinas que ofrece el juego en carreras individuales, como son las carreras de Supercross, principales protagonistas, pero también un modo libre o el modo puntos de referencia, que transcurren fuera de circuito, o el modo Rhythm Racing, que transcurre en una recta irregular repleta de saltos. Pero esto hace referencia al modo rápido, que se combina con los modos multijugador, tanto online como local para dos jugadores.
Claro que esto no es todo, existe también un Modo Carrera, que puede que su concepto no se corresponda con su nombre. Pues lejos de ser un modo carrera, se podría haber planteado como un modo campeonato, donde se encuentran diferentes listas de circuitos conformando diferentes campeonatos en base a una disciplina u otra. Ahí tenemos las motos de 125, 250 o 450, así como los quads, que bien competirán entre sí o como parte de un espectáculo que mezcla ambos tipos de vehículos.
El planteamiento es muy sencillo en este Modo Carrera, elige, compite, gana y desbloquea complementos, accesorios, equipamiento y nuevas disciplinas para seguir disfrutando. Un planteamiento muy arcade, ajeno a esas complejas propuestas que nos intentan meter en la piel de un piloto y demostrar nuestra valía. Es un juego para jugar porque apetece, aunque para ello habría que centrarse en que experiencia propone.
Me van a faltar dedos
Los juegos de motos siempre han sido algo más complejos que aquellos en los que se conducen coches o camiones. Y es que lejos de dirigir al vehículo con un único stick, se han venido empleando los dos para elegir la dirección del vehículo y la posición del piloto. En el caso del motocross, hemos visto que esto confiere a la conducción un toque más complejo que cuando la acción transcurre en asfalto. Pero en MX vs ATV Supercross Encore, el planteamiento arcade puede jugar una mala pasada en este ámbito, pues resulta que este sistema de control, aunado con unas físicas inexistentes, ofrece una experiencia tortuosa.
MX vs ATV Supercross Encore ofrece diferentes elementos, explicados en un tutorial de 3 vídeos muy escueto y poco explícito, pues siempre es mejor un tutorial interactivo. Hace mención al control, como hemos descrito, así como al uso del embrague, elemento cuyo uso es provechoso cuando las físicas tienen algo que delimitar. En esta ocasión, la combinación de todos estos elementos supone un auténtico caos en el control, pues la excesiva respuesta o sensibilidad, ante los senderos irregulares, puede deparar muchos disgustos que limitarán la experiencia demasiado. Se puede notar, incluso, que la IA en ‘novato’ pierde el control de forma continuada, saliéndose de pista y haciendo cosas que parecía que solo podía pasarle al jugador.
Y ahí tenemos un sistema de control complicado, en el que hay que combinar el movimiento de ambos sticks para dar la curva en condiciones, con la consiguiente pérdida de velocidad, para la que usando el embrague, saldremos disparados allá donde apunte la rueda delantera. Nos enfrentaremos a saltos, en los que habrá que usar, si es necesario, el stick derecho hacia arriba y abajo para coger impulso y salir despedido a mayor velocidad. Claro que, dada la sensibilidad, así como lo irregular del terreno y la posición de la moto, podemos volar más allá de los límites del circuito, dando al traste con la carrera si estamos en un nivel de dificultad más exigente.
Y precisamente ahí es donde reside uno de los problemas de MX vs ATV Supercross Encore, que el nivel de dificultad se incrementa sin medida cuando apenas podemos controlar la moto, dado los problemas de sensibilidad derivados de una gestión de opciones durante el juego liosa. Combinar sticks, embrague y hacer frente a los continuos saltos parecerá, en muchas ocasiones un caos, si bien la reacción de la moto puede no ser todo lo intuitiva que se requiere. Saltos imposibles, que tienen su gracia dado el carácter arcade del juego, pero que pueden deslucir la propuesta en otros aspectos, pues no llegan a comprenderse determinadas reacciones al control.
Siempre se puede entrenar, pero es posible que sea más fácil dedicar el tiempo a otra cosa o a divertirse compitiendo en niveles más asequibles y realizando piruetas varias, para lo que hay una combinación de movimientos a lo Street Figther, usando para ello tres cámaras diferentes. Pero no es un juego en el que se hayan centrado en disfrutar de este aspecto de piruetas y cabriolas, salvo en ese modo libre donde jugaremos sin preocuparnos de nada. El resto de modos de juego, ofrecen una experiencia centrada en esas pistas ficticias, así como en el modo de juego en el que debemos recorrer esos mapas abiertos yendo de un punto a otro, en busca de los checkpoints.
De hecho, podemos exponer que una de estas cámaras parece más propia de las repeticiones, que en este juego no hay, ya que usa una perspectiva en tercera persona, pero desplazada hacia un lado. Una cámara poco útil, al menos para algo que no sea la salida, usando esa trampa que evita adelantarse al resto. Por otro lado, la cámara desde el casco puede ofrecer una sensación más realista, pero no se trata de un juego que haga ademán de este tipo de experiencia, siendo en la mayor parte de los casos, todavía más caótica al no tener conocimiento de absolutamente nada de lo que pasa alrededor, ya que el stick derecho se usa para el control del piloto que no vemos. Es así que lo mejor que podemos hacer, es usar la cámara externa de toda la vida, con la que se puede dar cuenta de que la remasterización de MX vs ATV Supercross Encore, no parece tan renovada como presupone.
Remasterizando lo obsoleto
MX vs ATV Supercross Encore es un producto que tiene su origen en un juego de la generación pasada, una remasterización de un juego del que nadie se acordaba. Sin embargo han decidido colmar con este producto a los fans de lo arcade, siendo una buena idea, sin embargo, a estas alturas se requiere de algo más. Y es que habiendo una competencia que batir, aunque en el concepto se pueda ser más atractivo, también hay que serlo en lo visual. MX vs ATV Supercross no destacó en su momento, la remasterización no revela realmente ningún cambio sustancial.
Comenzamos hablando de los protagonistas, la moto y el piloto, que bien presentan un buen número de accesorios y colores para adecentar, pero que en el fondo solo sirven para cambiar el aspecto de algo que está obsoleto. No por ello podemos dejar de echar en falta un diseño más profundo, más detallado y complejo, donde las motos están detalladas lo justo y el piloto recuerda al diseño original. Tal siquiera las animaciones del piloto pueden ser destacadas, con unas pocas animaciones que se repiten, unos pocos trucos en el aire, acentúan el pobre diseño que da cuenta de que no se trata de un producto trabajado desde la base.
Se nota demasiado que es una remasterización, pero en los elementos donde se podía haber trabajado, como pueden ser texturas, efectos de partículas e iluminación, el trabajo es burdo y simple. La iluminación resulta ficticia, poco creíble y menos detallada, trabajando sobre unas texturas que no ofrecen ningún realismo ni profundidad. Podríamos pensar que es el objetivo de este juego, ofrecer una experiencia vanal, pero el resultado es más bien un parche sobre algo que vio la luz hace muchos años. De hecho, la prueba de que no se ha elaborado bien este juego es el terreno por el que transcurren las motos, estático pese a ser barro o tierra, con una textura totalmente obsoleta.
Sin efectos visuales remarcables, el aspecto global es de un juego disimulado, retocado para correr en una mayor resolución y poco más. El trabajo realizado para renovar este juego es pobre, hasta el punto de que no se comprenden las características que lo describen, siquiera para el apartado sonoro, con una banda sonora propia de este tipo de juegos que es ahogada por unos sonidos bastante clónicos y estridentes. Es una remasterización cogida por los pelos, sin embargo, lo que importa es lo que ofrece, acción, diversión y opciones.
Expansión tras expansión
Uno de los aspectos que llama la atención del juego es poder observar que jugando de forma despreocupada, centrados en la única alternativa de disfrutar de esta propuesta arcade, encontramos muchos circuitos y posibilidades. Ponerse manos a la obra y enfrentarse a cada carrera para desbloquear nuevas motos, circuitos, campeonatos, accesorios para la moto y para el piloto. Se puede intuir que hay un catálogo importante que descubrir, que se van desbloqueando para dar una experiencia progresiva de menor a mayor complejidad.
Son más del doble de pistas, con muchas opciones de personalización de las motos, muchas maneras de enfrentarse en carreras a los 60 pilotos profesionales que pueden ser reconocidos por su indumentaria. Podemos exponer a nuestro piloto con un sinfín de equipamientos de más de 80 marcas profesionales, todo pinta bien, parece diverso, y en cierto modo lo es.
No obstante, hay una sorpresa que resulta muy desagradable cuando nos invitan a entrar en el MotorClub Depot. Inicialmente podríamos pensar que se trata de más accesorios para nuestro piloto, empleando ese cuestionable sistema de micropagos. Pero lejos de ser así, MX vs ATV Supercross Encore se expone como la mitad de un juego por el que hay que volver a abonar casi la totalidad del precio original para tener acceso a motos de los principales fabricantes, como Honda, KTM, Kawasaki… así como a más circuitos. Es decir, tenemos dos motos por categoría, no es mucho pero como son muy personalizables no nos quejamos, pero nos venden del orden de 21 motos adicionales. El pack de todos estos complementos cuesta 59.99€, es decir, más que lo pagado por el juego original. No hace falta explicar que este procedimiento no parece demasiado elegante, si bien podrían haber puesto todo junto por el precio de esos complementos.
Recordando y viviendo el pasado
MX vs ATV Supercross Encore es un producto que puede hacer ilusión a aquellos que no quieren exponerse a complicaciones en juegos deportivos vinculados al motor. Más específicamente, para aquellos usuarios que busquen aquellas experiencias que tuvieron su punto álgido en la era de Playstation 2, deportes extremos en formato arcade para divertirse jugando sin más preocupación.
Pero también podemos aludir a que los productos deben ser renovados con el tiempo, aunque mantengan su concepto original, el cambio de generación implica una renovación en el apartado técnico, al menos. Dado que en estos tiempos no abundan juegos de este corte, puede ser una vertiente que las empresas deberían considerar explotar y que MX vs ATV Supercross Encore parece intentar aprovechar. Pero tampoco se puede permitir que se abarque este concepto de cualquier modo.
Está bien plantear un juego simple y plano, que nos permita explotar esa jugabilidad alocada y despreocupada, ajena a los que buscan simular campeonatos y trayectorias profesionales. Ofrecer bastantes circuitos, incluso capacidad de personalizar piloto y vehículo para ir por campo a través en mapas abiertos. Pero también hay que exigir, también hay que cumplir con la calidad de un producto que parece ajeno a la consecución de generaciones y hardwares. Además, nos expone un producto que se vende por fascículos, donde conseguir todos los contenidos supone un gasto superior al del propio juego.
Interesante planteamiento para evocar aquellas divertidas tardes arcade, pero ineficaz intento de hacer llegar un producto que satisfaga a los que exigen este tipo de productos hoy día.