En 1997 un joven dibujante llamado Eiichiro Oda creó la que hoy es considerada una de las series mangas más longeva, de calidad y de mayor repercusión, tanto dentro como fuera del país del sol naciente, por multitud de lectores y críticos: One Piece. Publicado inicialmente gracias a la revista Weekly Shōnen Jump, ya son muchos los que han seguido las aventuras de Luffy «Sombrero de Paja» en su constante búsqueda del codiciado tesoro pirata más importante del mundo y que fue oculto por Gol D. Roger, el considerado Rey de los Piratas, en un lugar remoto del mundo. Todos los piratas marcharon en la búsqueda de tal legendario tesoro y todos fracasaron en su labor pero Luffy es un joven pirata algo diferente al resto ya que, gracias a que ingirió la «Fruta del Diablo» de «Gomu Gomu», puede extender sus extremidades como si de un muñeco de goma se tratase para hacer frente a todos aquellos indeseables que buscan causar daño a las personas inocentes. Su sueño: hacerse con el tesoro de One Piece y conseguir convertirse en el nuevo Rey de los Piratas.
Así es la premisa inicial de una serie de animación que, poco a poco, se va haciendo más grande y profunda con cada nueva aventura que vive Luffy junto a su amigos. Humor, tristeza, luchas y perseverancia acompañan al espectador de One Piece y ahora, la desarrolladora de videojuegos de Spike Chunsoft, se ha propuesto trasladar cada pequeño matiz que hace grande a esta serie en un juego de combates versus al más puro estilo de la saga de Naruto Ultimate Ninja. ¿Lo habrá conseguido?, ¿mejorarán la fórmula que ya hemos visto en otros títulos de Bandai?, ¿qué podemos esperar del primer juego de lucha de One Piece para la nueva generación de consolas?, ¿le habrá sentado bien el cambio de los Beat´ em up por los combates individuales? Ahora saldremos de dudas.
Estira, estira, estiraaaa…
La historia está centrada en el arco argumental de Marineford desde la perspectiva de varios personajes: Luffy, Ace (su hermano), Barbablanca y Akainu. Cada trama se divide a su vez en capítulos principales y secundarios que serán desbloqueados tras salir airosos de los combates que nos plantean. Al igual que ocurre con las aventuras en consolas de Naruto, este One Piece emplea el insatisfactorio truco de combinar imágenes estáticas del anime (fotogramas) narradas en off en un perfecto japonés con secuencias generadas por ordenador de gran factura técnica. La campaña principal, aunque divertida y decentemente presentada, satisfará brevemente al jugador por las pocas horas que ofrece quedando, finalmente, el amargo sabor de poder haber incluido más segmentos de la historia de la serie dentro del título para aumentar su durabilidad.
Metiéndonos de lleno en el apartado artístico podríamos decir que, a diferencia de otros títulos del género cuya traslación a los videojuegos están más cercanos al anime, este juego pretende aproximarse más a la realidad del cómic más que a la televisiva. Acierto o no cabe destacar que el juego tiene altibajos por esta decisión dado que, en determinados momentos, nos sorprenderemos con la buena puesta en escena de algunos ataques (bien acompañados con muchas onomatopeyas, expresividad de los personajes o efectos de movimientos tipo manga que harán las delicias de los fans de la serie) con otros muchos menos espectaculares y poco elaborados que francamente nos dejarán algo fríos… Pese a ello hay que destacar que la representación de todos los personajes es soberbia y la ejecución de sus ataques son fieles a la serie. La caracterización es de sobresaliente, la fórmula es ambigua y su conjunto global aprueba muy raspado.
Sin lugar a dudas los títulos de Bandai Namco adolecen siempre por un error que se repiten desde la pasada generación: los escenarios. Estos son, en su mayoría, planos, faltos de inspiración, con arenas de combates vacías, sin apenas dinamismo o interacción dando, como catastrófico resultado, que el jugador piense que se trata más de un pretexto o justificación obligatoria más que una parte imprescindible o vital del contexto del combate. Esto no quiere decir que no haya escenarios cuya realización no sea buena sino que, casi su totalidad, pecan de estas faltas.
Alguien que no tiene sueños, no puede destruir el sueño de los demas
La jugabilidad dentro de los combates repite los patrones ya visto en juegos desarrollados por los estudios de Bandai lo que se traduce en sencillez y espectacularidad. Combos fáciles de ejecutar que desencadenan en secuencias diversas (más o menos espectaculares como antes hemos mencionado) y cuyo daño varían de varían en función de varios factores como longitud, rango y personaje. El ajuste entre los distintos combatientes está muy bien calibrado por lo que se ha evitado, a nuestro parecer, el desarrollo de personajes desequilibrados que hagan mucho daño en distancias largas. Además tenemos una amplia variedad de personajes tanto principales como de apoyo alcanzando, estos últimos, la friolera cantidad de 65 seleccionables (aunque muchas veces te quedas con la sensación de que han sido muy poco aprovechados).
Pese a los pocos modos de juego que presenta Burning Blood debemos destacar dos de ellos en particular: el modo Se busca y el de Batalla de Banderas Piratas. El primero de ellos se centra en combates offline en dónde deberemos escoger entre diferentes carteles de «Se Busca» y que, si dichos personajes son derrotados, conseguiremos ingentes cantidades de berries (moneda del juego) y más carteles con dificultades ascendentes tanto en IA como en características especiales. Es, sin lugar a dudas, el modo más satisfactorio y que mayores beneficios nos reportará cuando juguemos solos. En lo que respecta al segundo modo de juego denominado Batalla de Banderas Piratas se centra en el juego online y estará basado en un sistema de invasiones de partidas muy peculiar: deberemos crear nuestra tripulación y conquistar los dominios de otros jugadores luchando contra ellos para que, una vez vencidos, nos hagamos con una bandera más y que, gracias a la cual, nos podremos desplazar a otra isla con el fin de dominarla, hacernos notar y ser el mejor jugador.
¡Yo necesito que los demás me ayuden si quiero seguir viviendo!
Uno de los mayores aciertos del juego es su completo doblaje al japonés y su impecable traducción de textos al castellano. Se nota el mimo que Bandai pone en la adaptación de sus títulos basados en animes/ mangas a la hora de plasmar los textos del manga en sus videojuegos. Además el juego cuenta con unos efectos de sonidos que son, sencillamente, sobresalientes y los notaremos aún más cuando ejecutemos algunos golpes específicos en el doliente cuerpo de nuestros rivales.
Uno de los aspectos que oscurecen este apartado es la banda sonora que peca de ser, sencillamente, muy mejorable. Pocas veces ocurre este «problema» en juegos de lucha de Bandai dado que fácilmente suelen recurrir a temas empleados en la serie de anime (muy buenos dicho sea de paso) o son los mismos compositores de la BSO de la serie los que realizan trabajos soberbios para las adaptaciones a los videojuegos pero, tristemente, este no es el caso. Esperemos que mejore en su más que probable secuela…
Mi único pesar… es que no podre verte cumplir tu sueño…
Este juego de One Piece Burning Blood mantiene un juego de luces y sombras que acaban incidiendo directamente en su veredicto final. El cambio de beat´ em up a lucha bien podría haber sido mejor si tal vez se hubiera dedicado un poco más de tiempo a pulir determinados aspectos que oscurecen al título tales como: la corta duración de la campaña, una banda sonora anecdótica o unos escenarios poco inspirados. Esto no quiere decir que el juego no sea decente sino que más bien es mejorable y se ve claramente que está destinado a convencer a un público muy concreto.
Como juego de lucha podría dar más de sí dado que los combos, pese a ser en su mayoría espectaculares, son muy simples en su ejecución y esto puede tirar atrás a jugadores más puristas o hardcore. Pese a ello el juego de Spike Chunsoft también cuenta con multitud de virtudes que los fans de Luffy agradecerán como la cuidada estética manga del juego, las secuencias CGI, el doblaje original japonés o la fiel recreación de los movimientos de todos los personajes del juego… Existe un neutro camino entre las mencionadas luces y sombras, existe un dilema que muchos se plantearán y es sencillo, ¿es un buen juego basado en el universo creado por Eiichirō Oda? Sí pero, ¿podría haber dado más de sí? También. Esperemos que las próximas aventuras de Luffy en consolas pulan, mejoren y perfeccionen la fórmula ya vista en este título.