Hollow tree Games nos presenta un título con la única intención de relajarnos. Han creado un mundo basado en su crecimiento mientras nos movemos. Un estilo que se disfruta sobre todo con unas buenas gafas de realidad virtual, donde sus mundos cobran unas dimensiones mayores a la de una televisión normal. Muchos son conocidos como juegos narrativos, donde exploraremos un lugar, mientras su historia se nos va contando al encontrar algunos elementos. En este caso se trataría de un juego visual, donde el jugador crea una historia según las imágenes o lo que sucede en pantalla.
Análisis de Shape of the World en Xbox One
Nos moveremos por este maravilloso mundo en primera persona, con total libertad de movimiento. A cada paso que demos el escenario irá cobrando vida, mientras vemos crecer los árboles y la vegetación, o ver corretear a diferentes animales. Los animales son inventados en su mayoría, unas babosas simpáticas, ballenas voladoras y erizos, entre otra fauna. Cada animal vivirá en su propio ecosistema orgánico, ya que visitaremos diferentes zonas. La importancia gráfica es fundamental en este tipo de juegos, ya que el elemento jugable es mínimo. Para ello se ha contado con el motor gráfico Unreal Engine 4, y han creado un mundo psicodélico, lleno de luces brillantes, muy al estilo de los 80. Aunque en ocasiones no sabremos si avanzamos, o estamos atrapados, llegando a confundir al jugador. En los últimos niveles es demasiado fácil desorientarse, o no comprender el comportamiento de algunas físicas
El escenario pese a sus grandes dimensiones, se nos irá limitando construyendo piedras o montañas que no nos cederán el paso. Una de las partes más incómodas es la ausencia de salto en el personaje, quedándose en muchas ocasiones sin poder acceder a sitios que bien podría llegar. En las ocasiones que nos quedemos atascados, podremos interactuar con objetos para salir. Podremos realizar dos acciones, la de interactuar con los elementos, y la de lanzar semillas. Hay un total de 28 tipos de semillas escondidas en el mundo, que deberemos encontrar. Lanzar las semillas hará brotar árboles, cambiando el mundo que estamos recorriendo, o incluso hará desaparecer algunos animales. Podremos interactuar con plantas que nos impulsarán hacia adelante, talar árboles; con columnas (aquí llamadas monumentos), deberemos tocar todas las de una zona, en una especie de mini puzle para activar un camino que nos transporte a zonas inaccesibles o unas piedras de transporte que nos harán saltar hacia ellas, ya sea en el aire o bajo agua.
Nuestro objetivo será avanzar hasta llegar a unas pirámides, que veremos en el horizonte desde el principio. Cuando lleguemos se abrirán unos portales que deberemos cruzar. Estos modificarán el escenario, permitiéndonos alcanzar otras zonas, incluso cambiaremos de escenario. Son 9 escenarios que visitaremos de forma continua: El valle, la orilla, la cala, el pantano, los bosques, la pluriselva, las cuevas, la montaña y la cumbre. Este recorrido nos puede durar entre 1:30h o 2 horas, pero siempre podremos rejugarlo, ya que hay diferentes rutas que recorrer. Hay algunos secretos muy bien escondidos como las cuevas en donde podremos bañarnos. Todo el camino lo realizaremos mientras escuchamos diferentes melodías, que cambian dinámicamente dependiendo de lo que vayamos realizando.