Uno de los juegos independientes que más éxito ha tenido en los últimos años por fin llega a Xbox One. En nuestro Análisis de Thomas Was Alone os descubrimos los secretos detrás de este fascinante título.
La soledad no es duradera
Thomas Was Alone nos presenta un mundo muy simple en dos dimensiones en el que solo existen figuras geométricas, y ahí es donde entra en escena Thomas.
El juego comienza nombrando la frase del título y presentándonos a Thomas, un pequeño rectángulo rojo, una IA que se ha dado cuenta de su existencia y ha dado forma al entorno en el que se encuentra. Como Thomas deberemos descubrir y resolver rompecabezas sencillos en nuestro intento por escapar del sitio en el que nos encontramos. Aunque no estaremos solos mucho tiempo, ya que pronto empezaremos a conocer nuevas IA que rescatarán a Thomas de su soledad y le ayudarán a superar los retos con los que se encuentre.
Cada nuevo personaje traerá más retos y abrirá el abanico de posibilidades de a la aventura. El objetivo es conseguir que todos los personajes pongan su grano de arena para poder llegar al final de cada fase. Tendremos personajes que flotan, que saltan más alto o con la forma justa para entrar por un hueco por el que los otros no podrían. Pero no solo eso, cada figura tendrá su propia personalidad que se irá desarrollando y que será fácilmente reconocible, convirtiéndose en uno de los grandes aciertos del juego. Ya que pese a que todos los personajes se presenten como simples formas geométricas, en el fondo son mucho más y eso nos lo recuerdan con cada nueva fase.
La dificultad de Thomas Was Alone no es demasiado alta, aunque nos encontraremos con alguna fase en la que deberemos pensar, normalmente no nos llevará demasiado tiempo encontrar la solución a los puzzles. Aunque lamentablemente la inspiración a la hora de plantearnos los puzzles no ha sido capaz de abarcar todo el juego y bastantes veces nos encontraremos con fases en las que vemos puzzles que ya habíamos resuelto anteriormente. Esto principalmente se puede interpretar como un modo de alargar un título que en ya es algo corto de por si y que sin esas fases de relleno podría quedarse casi en una anécdota. Aunque también se puede ver como una oportunidad para presentarnos mejor a cada personaje.
También hay que destacar el elemento plataformas, que tendrá ciertos momentos algo complicados en los que deberemos atinar para salvar un obstáculo, haciendo que no todo se quede en pensar y dando algo más de variedad al juego.
Sencillo no quiere decir malo
Visualmente Thomas Was Alone destaca por su sencillez, tanto los personajes como los escenarios tienen un diseño muy simple, aunque algunos detalles como la luz, las sombras o el agua ayudan a dar un toque especial a las fases.
Danny Wallace pone la voz a un narrador que sin duda es un gran acierto a la hora de presentarnos la historia y que nos encandilará durante toda la aventura. A parte del narrador la banda sonora del juego es muy agradable y tiene piezas realmente buenas.
Conclusiones
Thomas Was Alone es un muy buen juego de puzzles que intenta ofrecer algo más y en cierto modo lo consigue. Su diseño totalmente minimalista y su gran elenco de personajes, unidos a una gran narración hacen que merezca la pena pagar los 8.99 euros que vale.