Snapshot Games es un estudio europeo que se fundó a partir de varios miembros del estudio responsable de la saga XCOM. La saga que hoy día es propiedad de 2K y que desde que Firaxis Games se hizo con sus diferentes entregas, ha sabido dar un nuevo salto evolutivo desde que hizo llegar XCOM: Enemy Unknown en la generación anterior. Con una nueva perspectiva más centrada en la narración de la historia, son ya varios juegos que han intentado seguir ese universo en el que la tierra es invadida por extraterrestres. Juegos que han ido evolucionando de forma magnífica y que han recordado que en ámbito de la estrategia esta saga sigue siendo un referente.
Pero los miembros que fundaron Snapshot Games quisieron dar un cambio a este planteamiento que nos ha deparado grandes juegos, hasta el último XCOM 2. Con una perspectiva diferente, tomando la base de XCOM: Enemy Within, plantearon Phoenix Point. Un juego que recibe toda la herencia de la saga de 2K Games y la lleva por una evolución totalmente diferente.
La llegada de Phoenix Point a Xbox Game Pass se ve retrasada
Su lanzamiento en la Epic Games Store nos ha permitido conocer un poco mejor esta propuesta que está confirmada para llegar a Xbox Game Pass, tanto en PC como en Xbox One. ¿Qué nos hemos encontrado? Os lo contamos en nuestro avance de Phoenix Point.
Una nueva amenaza
Cuando nos fijamos en Phoenix Point llama mucho la atención cuánto se parece en diversos aspectos a los últimos XCOM. No sabríamos decir en qué punto el desarrollo se separó de la evolucion que Firaxis Games había planteado para la popular saga de estrategia. Pero si que se puede ver que el planteamiento de Phoenix Point parece salir de una hoja de sugerencias de la comunidad. Como una lista de deseos de qué cosas estarían bien para un juego de esta índole.
Y cuando comenzamos a jugar nos damos cuenta de que se mantienen las dos vertientes principales. La gestión del escuadrón y la parte en la que nos adentramos en el combate por turnos. En esta ocasión no hay que mirar al cielo para encontrarnos con la amenaza. Se encontraba en el subsuelo de los polos de la tierra, como un virus que por el calentamiento global resurge tras años inactivo.
A partir de aquí, el planteamiento vuelve a sonar como algo conocido. Este virus infecta a criaturas y las hace mutar para convertirlas en criaturas que buscan conquistar la tierra. Escondidas tras una temible niebla, su expansión será gradual e irá atrapando a la humanidad, que ante esta circunstancia se ha dividido en tres facciones. De este modo, la organización Phoenix Point busca luchar contra esta amenaza, que no será la única que deberá combatir.
Evolucionando su herencia
A partir de un planteamiento ligeramente diferente, ya vemos que Phoenix Point ha buscado ahondar en qué aspectos se podían mejorar de los populares y geniales XCOM. Lo primero, es ver que hay más opciones que apuntar a un único enemigo, planteando así la gestión de relaciones con diferentes facciones. Algo que, en cierto modo, se pudo intuir en la expansión de XCOM 2. Aun así, en esta ocasión, la gestión de estas relaciones será mucho más complicada.
En cierto modo, lo que se ha buscado es profundizar y hacer más complejas todas esas opciones de gestión, estrategia y combate. Nuevamente nos encontramos con la perspectiva de un enorme mapa que expone la tierra, donde hay bases en las que debemos gestionar nuestra organización. La Phoenix Point es una organización que busca el equilibrio, un mundo de paz, preparándose para la guerra. Una base donde debemos gestionar recursos, como buen juego de estrategia. Así nos encontramos con recursos como son el alimento, para las tropas y reclutamiento, como tecnología para la investigación y materiales para la construcción de equipo.
La base es semejante, pero su gestión es más complicada. Tres facciones diferentes y enfrentadas, tres relaciones distintas que llevar completando misiones de cada una de ellas. Es obvio que no se puede contentar a todas por igual. Y es que en Phoenix Point no solo combatiremos con monstruos mutados, también contra otras personas. Cada refugio de cada facción tiene su propia infraestructura y, si bien podemos comerciar o reclutar, también podemos sabotearlas o robar. Y en este ámbito, puede ser interesante considerar la sustracción de tecnología que no se ha investigado, pues cada uno tendrá su propia línea de investigación y armamento.
Se puede ir comprobando que Phoenix Point es un juego que, en este ámbito, se hace mucho más complejo de lo que los XCOM habían sido. Una clara evolución en la fase de gestión de recursos que hace que el juego pueda seguir diferentes líneas argumentales según las decisiones que tomemos. Y es que todo cambiará mucho según avance el juego y vayamos entablando relaciones más o menos buenas con estas facciones. Mientras tanto, la nube tóxica irá cubriendo el planeta, esa amenaza no ha desaparecido.
Evolucionando el combate
Y nuevamente nos encontramos con otro ámbito que ha evolucionado de forma notable, los combates por turnos. Las mecánicas habituales de puntos de acción y desplazamiento en una cuadrícula son la base de estos combates. Pero en esta ocasión, la gestión de las tropas será algo más complicada. No se trata de diferenciar a los soldados por 4-5 clases con sus habilidades preestablecidas. Hay una mayor diversidad e identidades más únicas en cada uno de estos. De hecho, se puede combatir con unidades que proceden de tres facciones, con tres tecnologías y habilidades diferentes.
Hay una mayor diversidad en todo lo que se ofrece a la hora de gestionar los recursos, las habilidades y cómo esto afecta al combate. Un combate que mantiene la base de la estrategia por turnos, pero que añade algunos elementos nuevos. El más llamativo y que caracteriza a Phoenix Point, es la puntería libre. Una vez nos apostamos en una ubicación y tenemos a tiro un enemigo, lejos de realizar un apuntado guiado, podremos ser nosotros quienes dirijamos el disparo a la zona concreta que se quiera dañar. Incluso, sin ver a un enemigo podemos disparar, buscando, por ejemplo, hacer explotar un objeto o derruir una estructura.
Esta mayor libertad en la acción ofrece una serie de ventajas, pero también hay que considerar que es más complejo. Complejo porque un error puede ser fatal, y porque no es tan sencillo como atender a una probabilidad calculada de antemano. Phoenix Point hace uso de un peculiar motor de balística, donde cada bala se comporta de una forma más o menos independiente. Del mismo modo, dado este apuntado manual, hay que atender a las animaciones de los enemigos. Aunque parezca que el tiempo se detiene y que la postura del enemigo es fija como una estatua, no lo es. Así que, pese a que parezca a tiro, puede no estarlo.
Sangre nueva para un género clásico
Lo más importante de todo es que Phoenix Point es un juego que tiene claras premisas de evolución. Una evolución que podría suponer un punto adicional a un género que está creciendo de forma importante. Si bien nadie es ajeno al extraordinario trabajo que han hecho con XCOM en su nueva línea de juegos, Phoenix Point es un producto sacado de las ideas que surgen cuando se juega a estos juegos. Es el resultado de intentar llevar a cabo esas “y si se añadiese esto” o el “echo en falta aquello” que muchos fans de la estrategia han tenido cuando jugaban a XCOM u otros juegos del género.
Phoenix Point apunta a ser una pequeña revolución, que parte de un equipo con la mejor experiencia posible para hacer evolucionar el género. Una propuesta muy amplia, y sobre todo, menos encorsetada a una línea argumental o a unas pautas lineales poco diversas. Al fin y al cabo, la estrategia y los combates por turnos pueden expandir sus opciones todo lo que quieran. Y ahí es donde Phoenix Point ha añadido un factor adicional, consiguiendo ofrecer una evolución revolucionaria que hará las delicias de los fans de la estrategia.