Below es uno de esos juegos que, pese a todos los años que lleva en desarrollo, lejos de perder el interés, sigue poniéndonos los pelos de punta cada vez que descubrimos nuevos detalles de su oscura propuesta. Cinco largos años de desarrollo ha necesitado el estudio canadiense Capybara Games parta poder fijar este 2018 como fecha estimada de salida de este más que interesante juego de acción, y exploración.
«Nada es más decepcionante que lanzar un juego del que no estás contento, del que no te sientes orgulloso y con el que no puedes hablar honestamente a los jugadores» aseguró Nathan Vella, responsable de Capybara Games durante una entrevista con Eurogamer. Aún así, el estudio insiste, Below saldrá en 2018.
«Cada uno de los principales pilares del juego: La escala, la perspectiva, los sistemas, el combate, el objetivo de crear una exploración interesante. Todas esas cosas, las hemos hecho».
La gran escala a la que se mueve el juego supuso un gran reto técnico debido a las perspectiva de la cámara que, por momentos, llega a mostrarnos como un diminuto guerrero en un vasto escenario recreado con un estilo artístico único.
La idea original durante las primeras etapas del desarrollo era ofrecer una calidad gráfica a 1080p y 30FPS en Xbox One, que por aquel entonces era la única versión en el mercado, pero el equipo se puso como objetivo doblar la tasa de imágenes por segundo. Below correrá a 1080p y 60FPS en la versión estándar de Xbox One, afirma Nathan Vella.
En Xbox One X, gracias a sus capacidades, podremos disfrutar de este roguelike a 4K y 60FPS. «Estamos acostumbrados en los videojuegos a estar muy cerca de todo. ¿Cómo de cerca podemos dejar la cámara de un personaje? Queremos verles los pelitos de las orejas si jugamos en tercera persona, o ver los arañazos de sus armas si es un shooter en primera persona», explica Vella. «Nosotros vamos en la dirección opuesta, y a menudo la gente piensa que eso hace las cosas más fáciles. Se dicen: `¡Claro que sí! Van a sacarlo a 4K y 60FPS porque es fácil´. Pero estamos trabajando muy duro para conseguirlo porque, de hecho, es un desafío técnico extremo el hacerlo».