El éxito de las franquicias ha deparado en muchas ocasiones una sobreexplotación de las mismas, viendo cada año como nuevos episodios acaparan la atención de los fans en un frágil equilibrio entre el disfrute y el tedio. Ante la avalancha de títulos que acaparan estanterías todos los años sumando nuevos títulos a la licencia, desde Bethesda Pete Hines no parece estar dispuesto a que esto ocurra con sus juegos. En cierto modo, hay diferentes argumentos que podrían validar esta posición, el primero, querer trabajar en un número menor de proyectos para que estos se consagren como piezas fundamentales de la historia, innovando y dejando huella en esta industria.
«Continuamos con el mismo enfoque», comenta «no creemos que en esa posibilidad de coger una franquicia y hacer juegos anuales de la misma», algo que podría insinuarse para nuevas licencias, por supuesto descartado para las ya presentes. En ningún caso, parece que Bethesda vaya a rendirse ante esta vorágine recaudadora, si bien, su intención es una de las máximas que deberían regir el desarrollo de los juegos. «Nos decantamos por hacer menos cosas, pero más grandes. Se pretende estar seguros de que nuestros juegos resultan innovadores, tanto en el ámbito del mundo abierto, como survival horror o lo que hagamos», argumenta defendiendo esta postura, a lo que añade que «son cosas que otros pueden o no hacer, a nosotros nos ha ido bien», siendo un aspecto importante, para acaparar diferentes proyectos, «encontrar gente que comparta nuestra visión de los videojuegos».
Una postura loable, incluso, honrada, pues esta industria se ha nutrido de grandes ideas que han consagrado géneros, estilos de juego y muchas cosas más, siendo los juegos que no acaban explotándose cual saga sin fin, los que perduran en la memoria y más ganas se tiene de que un nuevo título vea la luz. Puede ser el ejemplo de Fallout 4, que podría considerarse, uno de los juegos más esperados de lo que resta de año.