Aunque llegó en mayo del año pasado, Overwatch se ha convertido en un auténtico fenómeno que parece que lleva toda la generación con nosotros. Blizzard se atrevió a lanzar un videojuego que no solo era arriesgado por la polémica de lanzar un título exclusivamente multijugador (solo se puede jugar fuera del competitivo un modo entrenamiento) y con una historia que se cuenta en Youtube a través de cortos de animación.
La jugada le salió bien y no solo ha conseguido una comunidad fiel y numerosa, sino que se ha hecho con el GOTY el premio que lo reconoce como el mejor videojuego del 2016. Además de ser un juego realmente divertido y en el que cualquier tipo de jugador puede sentirse a gusto (tanto si sois jugadores habilidosos como personas que acaban de entrar en el mundillo, es muy sencillo hacer las cosas bien en Overwatch), el título se ha colado sin hacer mucho ruido en las competiciones de eSports, terreno en el que Blizzard es experta (que se lo digan a la que puede considerarse la compañía inventora de este deporte gracias a su Starcraft).
Este corto es absolutamente bestial.
Ahora, tal y como recoge el portal Vandal eSports, Blizzard demuestra que cuida a sus usuarios y ha hecho oficial el baneo de más de 10.000 »jugadores» coreanos de Overwatch que utilizaban trampas para ganar las partidas. En Corea se toman muy en serio la deportividad en los eSports (puedes ir, incluso, a la cárcel dependiendo de las trampas que hagas en las competiciones), y esta medida se ha aplicado tras detectar que había jugadores que utilizaban programas que elevaban el ping de los rivales para dejarlos incapaces de actuar en la partida, ya que tenían un lag bastante acusado. Además, Blizzard también ha detectado que estos jugadores utilizaban ayudas para apuntar a la cabeza de forma automática algo que, claro, también está prohibido.