Es un hecho. El éxito de Diablo IV está fuera de toda duda, algo que podíamos esperar teniendo en cuenta la calidad que acostumbra a ofrecer la franquicia y la lealtad de sus millones de fans en todo el mundo. Pero además, la cuarta entrega de tan legendaria saga se ha estrenado con una gran campaña de promoción que también ha sabido atraer a jugadores que nunca antes habían jugado a Diablo.
Los más oxidados con la franquicia o que juegan un Diablo por primera vez, pueden verse abrumados ante la profundidad de los personajes, pero todo es más sencillo cuando se conoce el potencial de cada una de las cinco clases. Esta guía pretende ayudarte a crear tu personaje perfecto de Diablo IV, partiendo de la base de que la clase perfecta no existe, pues Blizzard se encarga de balancearlo todo.
El personaje perfecto de Diablo IV será el que decidas y con el que disfrutes jugando, ni más ni menos.
⚔️ Elige bien tu primera clase
Diablo IV nos permite crear y personalizar un personaje para enfrentarnos a los horrores que asolan sus tierras. Podemos elegir entre las cinco clases de Diablo IV, experimentar con sus equipos, y seleccionar sus talentos y facultades para luchar contra la oscuridad, pero habrá que elegir un primer héroe:
- Bárbaro: Los bárbaros/as tienen una fuerza sin igual y llevan un arma para cada ocasión. Profieren gritos de guerra amenazantes para hacer temblar a las hordas que se aproximan.
- Nigromante: Los nigromantes son taimados invocadores que comandan hordas vengativas de muertos vivientes. Canalizan su esencia y se valen de los huesos, la sangre y las sombras para derrotar a sus enemigos.
- Druida: Los druidas son cambiaformas salvajes que se transforman para luchar junto a otras criaturas. Controlan el poder de la tierra, el viento y la tormenta, y desatan la cólera de la naturaleza con efectos devastadores.
- Pícaro: Los pícaros/as son luchadoras ágiles especializadas en combate a larga o corta distancia. Son capaces de derrotar a cualquier enemigo con sus armas imbuidas y poderosos combos.
- Hechicero: Los hechiceros/as controlan los elementos para garantizar la victoria. Gracias a su dominio de las fuerzas de la naturaleza, lanzan rayos, empalan a sus oponentes con púas de hielo y provocan lluvias de meteoritos llameantes para eliminar a cualquier enemigo.
📖 Define tu estilo de juego con el árbol de habilidades
El árbol de habilidades de Diablo IV te ofrece diversos estilos de juego para cada clase a través de facultades que aparecerán a medida que el personaje suba de nivel. Los puntos de habilidad están en un esquema de nodos y se obtienen completando misiones y consiguiendo recompensas de zona. Cada clase tiene acceso a habilidades básicas, principales y definitivas, así como a las pasivas clave y otros tipos de habilidades únicos de su clase, como las de compañero, refriega, subterfugio y más.
- Habilidades básicas: Elegir una habilidad básica será una de las primeras decisiones que tendrás que tomar. Estas habilidades ofrecen efectos adicionales como generar recursos, aumentar la movilidad o añadir utilidad a tu personaje. No tienen tiempo de reutilización ni coste de recursos, por lo que están pensadas para «spamear» continuamente.
- Habilidades principales: Más potentes que las básicas, estas infligen bastante más daño, tienen coste de recursos de clase y serán necesarias para ejecutar combos ofensivos con tu personaje.
- Habilidades definitivas: Estas habilidades requieren un tiempo de reutilización tras su uso, pero canalizan un inmenso poder y lo devastan todo a su paso.
- Habilidades pasivas: Se desbloquean en el nivel 32 y modifican drásticamente el funcionamiento de tus otras habilidades, por lo que puedes ajustar tu estilo de juego con un objetivo unificado a medida que las desbloqueas.
🎯 Perfecciona tus habilidades con el panel de leyenda
El panel de leyenda se desbloquea al alcanzar el nivel 50 y es un sistema del «endgame» enfocado en el crecimiento del personaje y diseñado para potenciarlo todavía más si cabe. A medida que tu personaje continúa su viaje hasta el nivel 100, irá recibiendo puntos de leyenda. Estos puntos se pueden usar para desbloquear nuevos nodos, más paneles de leyenda o incluso glifos de las mazmorras de pesadilla, que amplifican el poder de los nodos en un panel de leyenda concreto.
🔥 Aumenta tu poder con el equipo y la artesanía
El equipo lo vale todo en Diablo IV y al principio se cambia constantemente al ir obteniéndolo. De todas las características que en los objetos puedan aparecer, lo más indicado y efectivo para tu personaje será todo aquello que aumente su atributo principal (Destreza, Fuerza, Inteligencia, etc). Aquellos objetos que no te interesen, siempre será mejor reciclarlos que venderlos.
- Objetos legendarios: Estos poderosos objetos tienen la capacidad de mejorar o modificar tus habilidades y aportar otros bonus útiles a tu personaje. Si obtienes un objeto legendario con un bonus que te interesa pero las demás características no, entonces puedes extraer dicho bonus de él para aplicárselo a otro que se adapte a tu personaje.
- Objetos únicos: Estos objetos pueden definir la configuración de tu forma de jugar y la de tu héroe. Son verdaderamente únicos y muy desafiantes de obtener a su vez, pues solo se pueden conseguir en los niveles del mundo Pesadilla y Tormento.
- Bonus de rango de habilidad: Algunos objetos de equipo pueden contener un bonus que aumenta ciertas habilidades cuando se equipan, que no solo potenciarán las habilidades que ya tengas desbloqueadas, sino que también pueden activar nuevas habilidades del árbol de tu clase.
Diablo IV ofrece muchas opciones para la modificación de objetos mediante la artesanía. Se pueden cambiar los bonus, aumentar el poder de los objetos, intercambiar bonus legendarios y añadir huecos a las partes de equipo. También puedes recolectar gemas y forjar aumentos para las mismas que potenciarán tanto tu equipo como tus armas con aquellas características que más te interesen.
En definitiva, aprovechar todas estas cualidades siempre dependerá de ti. Tan solo recuerda que Diablo IV es probar, probar y probar hasta que quedes del todo satisfecho, aunque sea por poco tiempo. Porque ahora ya sabes cómo es este juego, siempre puedes encontrar algo mejor.